‘O principio do mundo de Julio Camba’ se proyectó en la Casa de Galicia en Madrid

El Consello da Cultura Galega arroja más luz sobre la etapa inicial de Julio Camba, en el 60º aniversario de su fallecimiento

El Consello da Cultura Galega dedica el homenaje a Julio Camba, en el 60º aniversario de su fallecimiento, a descubrir la etapa inicial de la vida del reconocido escritor y periodista arousano: la etapa bohemia que pasó en Argentina, de donde fue expulsado debido a su activismo dentro de los movimientos anarquistas, así como su llegada a Madrid.

El Consello da Cultura Galega arroja más luz sobre la etapa inicial de Julio Camba, en el 60º aniversario de su fallecimiento
 Aser Álvarez, director del documental; Jesús Navazo, vicesecretario de Presidencia de la Xunta de  Galicia; y Carlos Lapeña, investigador de Julio Camba.
Aser Álvarez, Jesús Navazo, y Carlos Lapeña, durante la proyección en la Casa de Galicia en Madrid.

El Consello da Cultura Galega dedica el homenaje a Julio Camba, en el 60º aniversario de su fallecimiento, a descubrir la etapa inicial de la vida del reconocido escritor y periodista arousano: la etapa bohemia que pasó en Argentina, de donde fue expulsado debido a su activismo dentro de los movimientos anarquistas, así como su llegada a Madrid.

Para ello, acaba de ver la luz el documental titulado ‘O principio do mundo de Julio Camba’, dirigido y guionizado por Aser Álvarez, quien explica en 25 minutos cómo se forjó este periodista, desde su infancia en Galicia y su formación política, hasta su etapa en Buenos Aires y posterior regreso a España, concretamente a Madrid, donde comenzó su carrera como periodista.

El documental relata algunas anécdotas de la vida de Camba, como la que da cuenta de sus viajes gratis a América y de lo que el protagonista se jactaba, e incide en aspectos de su personalidad, como su independencia, individualismo, así como la originalidad que lo caracterizaba.

‘O principio do mundo de Julio Camba’, que incluye testimonios de los historiadores Ramón Villares y Xosé Manoel Núñez Seixas, así como de los biógrafos del homenajeado, Pedro López y Benito Leiro, y de la escritora Rosa Aneiros, se proyectó el pasado 24 de febrero en Vilanova de Arousa, su localidad de nacimiento, y el pasado día 28, el mismo día de la efeméride, en la Casa de Galicia de Madrid, que con este acto, inauguró el ‘Año de Julio Camba en Madrid’, con el que la entidad da inicio a la serie de homenajes que brindará al reconocido periodista arousano.

Al acto de presentación asistieron, entre otros, el director del documental, Aser Álvarez, quien estuvo acompañado por el investigador y experto en Julio Camba, Carlos Lapeña.

El vicesecretario de Presidencia de la Xunta de Galicia, Jesús Navazo, encargado de dar la bienvenida a los asistentes, destacó la razón que motivó a Aser Álvarez para la realización del documental, que no es otra que “poner en valor la etapa inicial de uno de los mejores periodistas españoles de la primera mitad del siglo XX, y que aún no ha tenido el reconocimiento que merece”, según resaltó.

Navazo destacó también la importante trayectoria de la productora gallega Arraianos Produccións, dedicada a “la producción de documentales, comisariado de exposiciones y edición de libros, todos ellos dentro del ámbito de la cultura e historia gallegas”.

El director del documental, por su parte, contó que la primera vez que entró en contacto con la figura de Julio Camba fue a través de un profesor de la universidad en Madrid en los años 90 cuando le regaló algunos libros y cuya lectura le dejó fascinado empujándole, a partir de ese momento y de manera obsesiva, a seguir conociéndolo. Este conocimiento profundo sobre su vida y trayectoria es lo que lo motivó para la realización del documental, “un cortometraje de aproximadamente 20 minutos, donde vemos lo más desconocido de la vida de Julio Camba”, dijo, que incluye experiencias de la infancia y la juventud que marcaron su carácter y personalidad.

Aser Álvarez destacó que, a pesar de ser un personaje desconocido para la mayoría, es un periodista muy reivindicado y admirado por la profesión por la modernidad de sus artículos y la precisión y agilidad en su prosa.

Después de la emisión del cortometraje tomó la palabra Carlos Lapeña, quien destacó la vertiente política del periodista, sus ideas anarquistas, que nunca abandonó, aunque sí se alejó de su organización, y de sus sentimientos republicanos a los cuales también renunció por la decepción que le supuso que no le ofrecieran el puesto de embajador para el que, a su entender, estaba sobradamente preparado.

El acto finalizó con la emisión de dos podcasts realizados por Carlos Lapeña inspirados en momentos decisivos en esa primera etapa de la vida del personaje.

Un ilustrado precoz

Julio Camba, nacido en Vilanova de Arousa en 1884 y fallecido en Madrid en 1962, despertó a la vida en el barrio marinero de Vilamaior, parroquia de Caleiro (Vilanova de Arousa). Aprendió de su padre a andar entre reboticas, lo que le permitió tener acceso a unas bibliotecas que forjaron su carácter rebelde e ilustrado, que lo acompañó a lo largo de su vida.

Fue muy precoz y con apenas diez años ya daba clases a los niños y hacía las primeras incursiones en el mundo del periodismo.

En 1903 se trasladó a Madrid, donde continuó su trayectoria de escritor al servicio de la causa anarquista. Fundó el semanario ‘El Rebelde’ y se metió en problemas que le valieron causas judiciales por supuestos delitos de opinión. Fue a raíz de uno de estos incidentes –la bomba en el desfile de boda del rey Alfonso XIII–, que se apartó de las ideas anarquistas.

Centrado en su carrera profesional, comenzó una serie de colaboraciones y viajes que lo llevarían a Estambul, París, Berlín, Lisboa y Nueva York, así como a otras capitales del mundo, donde se convirtió en uno de los periodistas mejor pagados de su tiempo.

Desde los años 40 dejó de viajar con frecuencia, pero siguió con sus colaboraciones. En 1952 recibió el ‘Premio Mariano de Cavia’ por el artículo ‘Plumas de Avestruz’.

Rechazó un sillón en la Real Academia Española y comenzó a restaurar crónicas y artículos de sus tiempos viajeros.

En 1949 se trasladó al Hotel Palace donde vivió sus últimos años con la única compañía del personal y de los amigos que lo visitaban.