Especialistas universitarios asistieron a la jornada sobre las ficciones culturales a partir de la crisis de 2008

El Consello da Cultura Galega analiza la plasmación en la literatura y el audiovisual de la nueva diáspora gallega

Especialistas de diferentes universidades abordaron el jueves de esta semana las características de la nueva generación de emigrantes gallegos y sus manifestaciones en la literatura y el audiovisual, durante una jornada celebrada bajo el título ‘Narrativas de la nueva diáspora gallega’, que estuvo organizada por el Consello da Cultura Galega (CCG), en colaboración con la Secretaría Xeral de Emigración.

El Consello da Cultura Galega analiza la plasmación en la literatura y el audiovisual de la nueva diáspora gallega
Anna R Figueirido y Xesus Fraga durante la celebración de la jornada 'Narrativas de la nueva diáspora gallega'.

La presidenta de la institución, Rosario Álvarez, destacó la importancia de este encuentro, que forma parte de las líneas de preocupación del Consello en lo que respecta al significado que la emigración tiene para la cultura gallega.

‘Os bicos feridos’, de Ana R. Figueiredo, es la novela que inauguró una generación en la literatura gallega, la generación de la “nueva diáspora, que se caracteriza por la importancia de las voces femeninas, por la idea de fracaso frente a la de libertad y emancipación y la cuestión transgeneracional, que ahora está en un periodo de emergencia”, dijo la coordinadora de la jornada, María Alonso.

“La imagen que pervivió de la emigración gallega no se correspondía con la realidad, era la de mujeres reducidas a la espera”, explicó Helena González, de la Universitat de Barcelona. En su relatorio, ‘Lectura feminista de las figuras indóciles de la migración’, reivindicó la necesidad de que la representación de la diáspora gallega tenga en cuenta la diversidad real y recoja que se trata de mujeres activas y trabajadoras. González habló también de la necesidad de usar conceptos exactos para definir la idea. Al respecto dijo: “Me gusta especialmente el concepto que emplea la sociología francesa de tránsfuga, de mujeres que están entre dos culturas”.

La jornada buscaba explorar las ficciones culturales que surgieron en los últimos años alrededor de la nueva ola migratoria gallega hacia el exterior a partir de la crisis económica de 2008.

Dolores Vilavedra, profesora de la Universidad de Santiago, partió de una reflexión sobre las nuevas diásporas para analizar un tema que es clásico: la presencia de la emigración en la literatura gallega.

En su relatorio, llamó la atención sobre la necesidad de preguntarnos “por qué la literatura nos debe hablar de la emigración”, una cuestión sobre la que concluye afirmando que “la literatura contribuye actualmente a la creación colectiva de un relato que orienta nuestra comprensión de esos fenómenos, pero que también orienta la praxis política”.

Vilavedra señaló también algunos de los desafíos y tareas que esta literatura sobre el fenómeno migratorio tiene pendientes. Entre ellos, destacó “la necesidad de incorporar el tema del retorno o, más bien, de los retornos” y, sobre todo, “de superar el marco autobiográfico o testimonial”. “Se hace preciso que escribamos sobre migración las que no marchamos”, subrayó.

Por su parte, David Miranda-Barreiro, de la Bangor University, realizó un estudio del caso basado en el análisis de un ‘corpus’ de textos literarios y un ensayo sobre la emigración de mujeres jóvenes al Reino Unido después de la crisis de 2008. En este sentido, apuntó que “si a finales de los años 90 parecía que se revirtiera la imagen estereotipada de Galicia como país exportador de emigrantes, la crisis económica del 2008 supuso el retorno de la emigración hacia el exterior de modo masivo”.

Uno de los aspectos sobre los que inciden especialmente los textos analizados por Miranda-Barreiro es, como él mismo apunta, el perfil de la persona migrante en el Reino Unido, donde se percibe “una mayor proporción de personas jóvenes, mujeres y formadas en la universidad que se sienten obligadas a marchar al extranjero, pero que encuentran allí un trabajo precario que no se corresponde ni con su formación ni con sus expectativas”.

Ana Garrido, de la Uniwersytet Warszawski, abrió el foco hacia Portugal, ya que ahí encontraremos también esas semejanzas. “Son tan grandes que se podría hacer un estudio en conjunto”, indicó.

Para Garrido, hay una lucha consciente contra la representación clásica y tradicional y “las simbologías, las metáforas que hay detrás, los problemas identitarios y, muy en concreto, la cuestión de la representación de la mujer de la emigración es muy paralela”, sentenció.

La idea de europeidad, la precariedad y el concepto de transmigrante, que Garrido González toma del ensayo de María Alonso Alonso, fueron también cuestiones alrededor de las que reflexionó la relatora.

El diálogo entre Ana R. Figueiredo (‘Os bicos feridos’) y Xesús Fraga (‘Virtudes e misterios’) sirvió de punto de conexión de dos novelas que marcaron la narrativa contemporánea de esta nueva generación de la nueva diáspora. Están protagonizados por mujeres, Olivia y Virtudes, que permitieron a sus autores ahondar en la idea de la emigración, en las diferencias de la nueva ola migratoria que, según la coordinadora, surge con fuerza pero que no encontró cobijo en el sector editorial. 

El relato en el audiovisual llegó de la mano de Catherine Barbour, de la Trinity College de Dublín, que partió de la obra de la realizadora Adriana Páramo Pérez, de la que proyectó fragmentos de ‘Illa Pedra’ y ‘Galicia Portobello’ para hablar del retorno de la emigración, de los conflictos y de las tensiones que se producen entre el país de salida y el de retorno y cómo se plasma en el mundo audiovisual.

En su visión, es importante ver cómo traslada el relato de la movilidad de las mujeres y la relación entre los dos países.

Antía Monteagudo, de la Universidade de Vigo, abordó ‘Identidades híbridas: a intermedialidade na nova diáspora’, en la que dio las claves para conocer los relatos que se generan de la relación entre música, audiovisual, textos escritos que para ella tiene tres ideas centrales: la frontera, la precariedad y lo híbrido.

“A veces, las palabras no llegan”, afirmó para explicar que puede ser debido a que son personas que abordan dos espacios, que a veces tienen problemas lingüísticos que le impiden acceder a puestos de trabajo para los que están cualificados, o para encontrar la palabra exacta para expresarse y acuden a otras lenguas y esa hibridación se torna necesaria para expresarse en ese contexto entre dos mundos.