RAÚL EXPÓSITO, DIRECTOR DEL CONJUNTO ‘TREBOEIRO’

“Nuestro segundo CD estará dedicado a los Tamara, pero con ritmos muy caribeños”

Raúl Expósito Gándara es el director del conjunto ‘Treboeiro’. Nació en Buenos Aires, en el seno de una familia gallega de músicos. Su abuelo materno era acordeonista, su abuela materna cantaba y su madre bailaba. Desde la rama paterna también cultivó el amor por la música.
“Nuestro segundo CD estará dedicado a los Tamara, pero con ritmos muy caribeños”
 Raúl Expósito Gándara, director del conjunto ‘Treboeiro’.
Raúl Expósito Gándara, director del conjunto ‘Treboeiro’.

Raúl Expósito Gándara es el director del conjunto ‘Treboeiro’. Nació en Buenos Aires, en el seno de una familia gallega de músicos. Su abuelo materno era acordeonista, su abuela materna cantaba y su madre bailaba. Desde la rama paterna también cultivó el amor por la música. Su abuelo era flautista, su padre gaitero, una de sus tías fue cantereira y tuvo un tío baterista. Integró la famosa banda de acordeonistas ‘Los Moreira’; tocó en Galicia y Argentina; creó los coros ‘Arrieiros’ en Mos y Buenos Aires y dirigió las escuelas de teatro del Centro Gallego y del Centro Galicia.

 

    Hace poco más de un año, Expósito creó la banda ‘Treboeiro’. Su debut fue junto a ‘Fia na Roca’, durante el espectáculo de cierre de la peregrinación porteña de Santiago Apóstol. “La presentación –señaló– tuvo un toque muy regional, que no era nuestro objetivo. Veinte días después contratamos la batería y nos consolidamos como orquesta. Ahí empezó el camino”.
    La banda acaba de llegar de Galicia, donde grabó su primer CD, participó en un programa de radio y realizó su primera gira musical.
    ‘Galicia en el Mundo’ conversó con él sobre su trayectoria como músico y artista.
    Pregunta. ¿Cómo se decidió a tocar el bandoneón?
    Respuesta. Cuando tenía 12 años, más o menos, mi padre me llevó a tomar clases con Manuel Dopazo. Él le dijo a mi padre que era una picardía que tocara de oído y le aconsejó que me hiciera estudiar música. Así empecé en Casa Galicia. En aquella época aprendías primero teoría y solfeo y después veías un instrumento. Cuando llegué al instrumento me preguntaron qué instrumento quería tocar y les dije que la gaita. Allí no enseñaban gaita, así que elegí el acordeón. Yo estaba en secundaria, pero por la música dejaba de lado mis estudios, así que mi padre me dijo que cortara con la música hasta que mejorara las notas. Después estudié en dos conservatorios de la ciudad, hasta completar más de 10 años de formación musical.
    P. ¿Cuándo comenzó a tocar para el público?
    R. Cuando estaba terminando el secundario mi padre me preguntó qué iba a hacer el día de mañana. Le dije que músico y artista. No me pudo decir que no, porque yo venía de una familia de artistas, pero me dijo ¿y qué más? Yo le dije, ¿te parece poco ser artista? Empecé a tocar el acordeón y cantaba. Como era menor de edad no podía tocar después de las 12 de la noche.
    P. ¿Vivió en Galicia?
    R. Yo estaba en segundo año de Medicina y avisé en mi casa que me iba a Galicia. Yo quería hacer mi vida allá. Mi familia no era pobre y lo pasábamos muy bien, allá y acá.
    P. ¿Qué recuerdos tiene de aquella Galicia que usted conoció en aquel momento?
    R. Mi Galicia fue una Galicia ideal. Acá te cuentan que había libreta de racionamiento, que no había aceite. Yo no viví esa Galicia. Allí, yo conocí la opulencia, pero tuve problemas políticos porque no compartía la falta de libertad. Todo sabíamos que había muertos. Era paradójico. Un tío mío era el alcalde de Mos, obviamente era camisa negra, y bueno nos sentábamos a la mesa y convivíamos todos.
    P. ¿A qué se dedicó mientras vivió en Galicia?
    R. Ahí empecé con la música. Toqué con una orquesta de Porriño por un tiempo y después me sumaba a las excursiones de las peñas que organizaban las tabernas. Con eso yo ganaba para vivir toda la semana hecho un señor. Esa primera estadía me duró cuatro años. En el año 60, andábamos repartiendo libros en gallego, cosa que estaba prohibido y me tuve que volver a la Argentina. Cosas mal manejadas. Hoy si tuviese que hacerlo lo haría de otra manera, no con la cara dura lógica de la edad.
    P. ¿Cómo fue su regreso al país?
    R. Al poco tiempo de llegar a Buenos Aires, los hermanos Moreira me llamaron para que me sumara a su conjunto de acordeones. Moreira me llamó porque José Casal –primo de Cesáreo Rodríguez– le dice que conocía un acordeonista al que podían llamar. Con Cesáreo nos conocíamos porque enseñábamos danzas en el Centro Orensano.
    Manuel Moreira me escuchó y me invitaron a unirme a ellos. En aquella época los hermanos Moreira eran lo máximo a lo que podías aspirar. Tocábamos en el Centro Betanzos, el Lucense, en las romerías, en fin tocábamos muchísimo.
    Con mi padre tocábamos también muchísimo durante el verano y con los Moreira trabajábamos durante todo el año.
    P. ¿Cómo fue su experiencia con los hermanos Moreira?
    R. El conjunto estaba integrado por tres acordeones: Manuel Moreira, su hermano Pedro y Rodolfo García. El baterista era José Campos.
    Manuel Moreira me dijo que quería que yo tocara algo diferente de lo que hacían ellos. Me mandó con el segundo acordeonista de Brunelli a hacer canto con la mano izquierda.
    A los 6 o 7 meses muere Pedro de manera imprevista. Manuel dice que el proyecto no va más y quedo en lugar de Pedro como segundo acordeón. Al principio, Manuel me llamaba Pedro, hasta que se acostumbró a llamarme por mi nombre, un año después. Pero no pudo superar la tristeza. Manuel estaba cada vez más melancólico. Subíamos a tocar con las lágrimas corriéndonos por la cara. Yo le dije a Manuel que no tocaba más y vendí el acordeón. Manuel abandonó todo y su acordeón apareció ahora en Casa Galicia. Fue un desastre, nunca vi terminar un grupo así.
    P. ¿Cómo siguió su carrera?
    R. Yo había hecho teatro en su momento con la ‘Pandilla Marilyn’, un grupo muy importante de teatro infantil en aquella época. Empecé a estudiar teatro y comencé a dirigir teatro. Fundé la escuela dramática del Centro Gallego de Buenos Aires a principios de la década del 80. Hicimos temporadas en el Teatro ‘San Martín’, en el Centro Cultural ‘Recoleta’ y en el Coliseo ‘Blanca Podestá’ de La Plata. Un día, a un directivo del Centro Gallego se le ocurrió que éramos unos degenerados porque llegó cuando estábamos haciendo relajación en el piso, en semi penumbras, e interpretó que nos estábamos revolcando en el piso. Me echaron y la escuela dramática no siguió.
    A los pocos días me llamaron del Centro Galicia y me nombraron director de teatro del Centro Galicia de Buenos Aires. Ahí tenía una limitación porque sólo podía tomar como alumnos a los socios del centro. Yo entendía su posición pero me encontraba con que no tenía el nivel de gente que necesitaba para conformar un grupo y una escuela de nivel artístico. En esa época, recuerdo que componía y grababa la música de mis obras. Finalmente me fui de allí.
    P. ¿Cómo nace ‘Treboeiro’?
    R. ‘Treboeiro’ nace con un marco filosófico determinado: tocar solamente música gallega. En relación con nuestro repertorio nos reservamos la posibilidad de tocar el tema tal como lo escribió el autor. En ese caso, investigamos quién fue el autor, buscamos la partitura original y la respetamos. Una segunda opción es interpretar el tema, tal como lo tocaba un determinado grupo; por ejemplo los Moreira. En tercer lugar, adaptamos los temas de acuerdo a nuestro gusto. Por ejemplo, algunos temas gallegos tradicionales los interpretamos en tiempo de rock, de fado, de vals, etc.
    P. ¿Qué temas contiene el primer CD de ‘Treboeiro’?
    R. El primer CD recoge la historia de los hermanos Moreira. Es resultado de una investigación realizada por Pablo Cirio a la que nosotros hicimos la presentación musical. Lo grabamos en Galicia y los precios de producción (en euros) no son rentables en Argentina por eso no pudimos hacer la presentación del CD en el país, pero estamos vendiéndolos en la librería del Centro Gallego de Buenos Aires.
    P. ¿Cómo surge la posibilidad presentar el CD en Galicia?
    R. La televisión gallega nos contrató para presentar nuestro CD y hacer unas presentaciones en la televisión.
    En Pontevedra, el presidente de la Diputación, Rafael Louzán, nos contrató para que realizáramos tres presentaciones públicas, que fueron un éxito. La gente sentía que conocía las canciones, su música, sus letras, pero de pronto las escuchaba en un ritmo diferente. En Cambados, la gente no creía que veníamos de Argentina. También tocamos en Lalín, en Ponte Arnelas, en Mos y en Vigo. En todos lados nos recibieron muy bien.
    P. ¿Qué proyectos tienen para el futuro?
    R. Nos hemos traído música gallega para trabajarla. Hemos aprendido que en Galicia los espectáculos musicales van acompañados de espectáculos de luces y eso es algo que vamos a incorporar en nuestra próxima gira en Galicia.
    También estamos trabajando en nuestro segundo CD, que estará dedicado a los Tamara, pero con ritmos muy caribeños. Ya empezamos a escribir la música y los arreglos, pero todavía no tenemos fecha para grabar. Lo que si esperamos es volver de gira por Galicia el próximo verano. La idea es viajar en julio y quedarnos tocando allí unos tres meses.
    No nos desesperamos por buscar actuaciones aquí. Nuestra idea es trabajar con calidad y vender nuestro trabajo donde lo paguen. Aquí no se quiere, o no se puede pagar, y no nos conviene.