Valencianos de Venezuela celebraron el Día de la Comunitat Valenciana en torno a su plato típico

Los miembros de la Asociación de Valencianos en Venezuela (ASOVAL), que preside Felipe Sáez Sanfélix, se reunieron, el domingo 20 de octubre, en el Centro Riojano Venezolano (CRV), ubicado en la urbanización Las Mercedes, para celebrar el Día de la Comunidad Valenciana (9 de octubre) y el aniversario de dicha asociación (27 de octubre), que ha pasado a conocerse como ‘Día de Valencia en Venezuela’.
Una gran pancarta dando la  bienvenida, tanto en español como valenciano, de parte de la Generalitat Valenciana, recibía a los valencianos y amigos que se fueron congregando, a partir de la 1:00 de la tarde en el Salón Principal del CRV. Presidían las banderas de Venezuela, España y Valencia el acto, al que asistieron el cónsul adjunto, Miguel Mahiques Núñez; y el secretario general de la Consejería de Empleo y Seguridad Social, José Gómez de Aranda y Villén, entre otros.
Se degustaron dos grandes paellas, a cargo de José Silla, Yolanda Cano, Luis Montó, María Dolores y Rosario Laporta, bajo la estricta dirección del presidente y maestro paellero Felipe Sáez Sanfélix. Este año, paellas de la huerta, de conejo, pollo y verduras. La preparación de las mismas se llevó a cabo durante la celebración, mientras se compartían canapés, bebidas, conversaciones amenas y ambiente familiar. El olor de la comida valenciana impregnaba el lugar y ni el calor disminuyó los ánimos de los presentes, que recibieron con  entusiasmo porciones generosas de las deseadas paellas.
La tarde finalizó con el bingo, cantado por niños y jóvenes de raíces valencianas, que con su simpatía y espontaneidad mantuvieron los ánimos, luego potenciados por los premios entregados con cada canto de bingo. Los premios fueron una comida en un restaurante Urrutia, pantalones, camisas y accesorios, y un enfriador de vinos de regalo. Este premio se lo llevaron tres personas que tuvieron que desempatar posteriormente.
“Sin duda, una tarde especial que recuerda la importancia de ser parte de una comunidad que está orgullosa de sus orígenes y desea compartirlos con todos, independientemente del lugar donde se encuentren”.
La fiesta del ‘Nou d´Octubre’ o de la Comunidad Valenciana es más una celebración institucional que popular, tiene que ver con la toma del Reino de Valencia a los moros en la Edad Media y actualmente con el Estatuto de Autonomía en la nueva etapa de democracia en España.
En la Comunidad Valenciana hay muchas fiestas populares, pero hay algunas que se conocen más que otras. En la ciudad de Valencia, ‘Las Fallas’ para San José con sus esculturas para quemar, mascletás, castillos de fuego y el imponente manto de la Virgen hecho de flores.
En Alicante (Alacant), ‘Las Fogueres de Sant Joan’, para el 24 de junio en cada barrio se prepara una hoguera (figuras parecidas a las Fallas), con los personajes del año que se quiere criticar y quemar para dar inicio al verano.  
En Castellón (Castelló) de la Plana, ciudad de la cerámica y del Villarreal FC, se celebran unas fiestas diferentes menos mediterráneas y más parecidas al Norte de España. Las fiestas de ‘La  Magdalena’. Esta ciudad no festeja en las fiestas de la Magdalena, a su patrón, como suele ser frecuente, sino que conmemora sus orígenes. Y lo hace con una serie de actos tradicionales (Pregó, Desfile de penitentes, Desfile de Gaiates), cuyo epicentro es la célebre ‘Romería de les Canyes’.
La ‘Cavalcada del Pregó’ es un desfile que cada tercer sábado de Cuaresma (el próximo año empiezan el 22 de marzo) anuncia el inicio de las fiestas fundacionales de la ciudad de Castellón.
La cabalgata toma su nombre del conjunto de versos que se repiten a lo largo del recorrido y que en voz de la figura del ‘Pregoner’ invitan por medio del alcalde de la ciudad a participar a vecinos y visitantes en las fiestas.
La ‘Romería de les Canyes’ es el primer domingo de fiestas. Ese día todos, desde los más chicos a los más entrados en edad, se levantan al alba y, empuñando la caña con su cinta verde en una mano y su ‘saquet’ con el almuerzo en la otra, se dirigen a la ermita de la Magdalena, en el Castell Vell, el asentamiento de sus antepasados, poblado que abandonó hace más de siete siglos, por el privilegio que les otorgara el rey Jaume I en 1252, asentándose en tierras bajas y más fértiles.
Las fiestas de Moros y Cristianos, en casi todas las ciudades, y la más simpática de todas, la ‘Tomatina’ de Bunyol.
“A los valencianos nos encanta divertirnos de muchas maneras y cualquier tema es sinónimo de fiesta y diversión pero siempre hay paella y pólvora para recrear todos los sentidos”.