APROBANDO UNA ENMIENDA PRESENTADA POR EL BNG Y ENMENDADA POR EL PSOE

El Senado insta al Gobierno a la revisión del CERA antes de las elecciones gallegas

El pleno del Senado aprobó el pasado miércoles, por asentimiento unánime de la Cámara, una moción del BNG, enmendada por el PSOE, instando al Gobierno a la diversas actuaciones para la revisión del Censo Electoral de Residentes Ausentes (CERA) antes de las elecciones de 2009, que comenzarán en marzo con las autonómicas de Galicia.
El Senado insta al Gobierno a la revisión del CERA antes de las elecciones gallegas

El pleno del Senado aprobó el pasado miércoles, por asentimiento unánime de la Cámara, una moción del BNG, enmendada por el PSOE, instando al Gobierno a la diversas actuaciones para la revisión del Censo Electoral de Residentes Ausentes (CERA) antes de las elecciones de 2009, que comenzarán en marzo con las autonómicas de Galicia. A la moción del BNG se presentó una enmienda con precisiones técnicas por parte del PSOE, que fue aprobada, y otra del PP que procuraba la identificación de los electores, con la introducción de fotocopia del DNI o el pasaporte en los sobres de votación, que fue rechazada.

 

La moción del BNG, defendida por el senador Xosé Manuel Pérez Bouza procuraba la depuración “completa, de oficio y permanente del CERA, que pueda garantizar un mínimo de control y transparencia en el ejercicio del derecho al voto” y un informe trimestral sobre sus movimientos, con la correspondiente dotación de medios a los consulados.
El senador nacionalista recordó que, según los últimos datos, en el CERA se hallan inscritos más de 330.000 gallegos y, dijo, “cada día se tramitan [en el ámbito español, no sólo gallego] de media 27 altas en el CERA, pero apenas se producen bajas, a pesar de la avanzada edad de muchos de nuestros emigrantes de origen y el importante volumen de retornados”.
Señaló también que según las opiniones de diversos analistas en temas migratorios y procesos electorales, una permanente y ágil depuración del censo gallego reduciría en hasta un 30 por ciento el número de posibles electores y que fuentes oficiales del Ministerio de Exteriores y de la Secretaría Xeral de Emigración de la Xunta de Galicia “reconocen que en la actualidad habría como mínimo 50.000 inscripciones erróneas en el censo de ciudadanos gallegos residentes en el exterior”.
El senador nacionalista reconoció que en los útimos años se han dado pasos para depurar el CERA, pero mantuvo que existen todavía “muchas inscripciones erróneas que se deben a diversas causas”.
Resaltó que lo que planteaba el BNG con esta moción no tiene que ver con asuntos de calado para los votantes del exterior, como la implantación del voto en urna, o “que  se regule si nuestros emigrantes y sus descendientes pueden votar o no en todos los procesos electorales, ni mucho menos los términos en que deben desarrollarse las campañas electorales, regulación que debe terminar con esa peregrinación de cargos públicos que visitan reiteradamente los puntos donde se concentran nuestros emigrantes, organizando todo tipo de actos destinados únicamente a recaudar votos”, que el BNG está planteando en la Subcomisión parlamentaria para el estudio de la reforma del Régimen Electoral.
“Lo que pedimos es mucho más simple, algo para lo que no es necesario llevar a cabo ninguna reforma legal de la actual normativa electoral”, sino, dijo, voluntad política y dotar a los consulados de medios para que puedan realizar con urgencia una depuración del CERA, eliminando las inscripciones erróneas, “que sólo en el caso de Galicia rondarían como mínimo las 50.000, pero que podrían llegar en el conjunto del Estado, según algunos expertos, y por motivos distintos, a las 300.000 inscripciones indebidas”.
La moción también pretendía el compromiso del Gobierno de publicar un informe trimestral con el resultado de esos trabajos.


Enmienda del PSOE
La senadora socialista Susana Sumelzo explicó que su grupo compartía el objetivo y el espíritu de la moción del BNG y que la enmienda presentada por su Grupo planteaba sustituir el término depuración por el de revisión, por entender que se trata de un término más amplio y preciso en el que no sólo caben las bajas sino también las altas que procedan en el CERA y que evita conmotaciones negativas que atribuyó al concepto depurar. También sustituir el informe trimestral que planteaba el BNG por un informe anual sobre las altas y bajas que se produzcan en el CERA, considerando que para las oficinas consulares la realización trimestral del informe supondría un esfuerzo burocrático difícil de realizar.


Enmienda del PP
Por su parte, la senadora del PP Corina Porro defendió la enmienda de su grupo argumentando que la moción del BNG proponía una razonable y oportuna depuración del CERA pero que si se trataba de impulsar medidas urgentes para mejorar parcialmente la trasparencia del voto de los residentes en el exterior, su contenido era insuficiente.
La enmienda del PP pretendía que la depuración del CERA comenzase este mes de diciembre, en lugar de en enero, como la moción del BNG, porque, explicó Porro, la Loreg establece que el censo electoral será cerrado el día primero del mes anterior al de la fecha de convocatoria. “Si en el caso de Galicia, por ejemplo, las autonómicas se celebrasen en marzo, cuando se produzca la convocatoria, apenas habrá podido iniciar el proceso de depuración”, señaló.
También que entre los requisitos para la validez del voto de los residentes en el exterior para la próximas elecciones estuviese la inclusión de una fotocopia del DNI o del pasaporte entre la documentación a remitir al presidente de la Junta Electoral Provincial.
La enmienda del PP fue rechazada por el BNG porque, según Pérez Bouza, no es posible el inicio de los trabajos de depuración del CERA en lo que quedaba de diciembre, tiempo en el que sí estimó que los ministerios de Exteriores y de Economía puedan hacer los trámites para comenzar en enero los trabajos para la depuración del censo.


Recabar fotocopias del DNI
En cuanto a la introducción de una fotocopia de un documento de identificación en el sobre de votación, consideró que nada tenía que ver con el motivo de la moción y que no está claro que esa sea una medida eficaz para el fin que persigue porque, dijo, “para los partidos políticos de ámbito estatal resulta muy fácil recabar miles de fotocopias de DNI y pasaportes de emigrantes en un solo acto político-gastronómico que organicen, por ejemplo, en Argentina o Uruguay”.
En cambio, el BNG admitió la enmienda del PSOE porque “se ciñe al motivo principal de la iniciativa” y porque “lo que me interesa es que ese proceso extraordinario se lleve a cabo en el mes de enero y por fin tengamos un censo donde sólo figuren aquellos que deben figurar”. También valoró muy positivamente que introdujese el mecanismo de control que supondría que haya un informe de Exteriores sobre el alcance de la revisión del CERA antes de las elecciones gallegas.
“No es intención del BNG cargar de trabajo extra a los funcionarios de los consulados, y nos damos por satisfechos con que cada año haya un informe público que recoja las altas y las bajas que se dan en el CERA, y en el que figure también el motivo por el que se ha dado de baja a esos ciudadanos”, explicó.
En el turno de portavoces, Pérez Bouza mantuvo que “el sistema electoral del Estado español, en relación con el derecho al voto de los ciudadanos residentes en el exterior, es el más permisivo del mundo” y el que ofrece menos garantías de limpieza y transparencia y del que dijo que contrasta “con las trabas que el sistema electoral impone, por ejemplo, a los marineros que se dedican a la pesca de altura” para votar cuando están faenando.


Observadores de la ONU
“De permitir el Gobierno continuar con esta insostenible situación, algunas fuerzas políticas nos empezaremos a plantear la posibilidad de solicitar a la ONU que envíe observadores políticos a los distintos países donde hay un importante volumen de residentes del Estado español para que velen por la limpieza del ejercicio del voto por parte de estos ciudadanos”, apuntó.
“Resulta cuando menos sorprendente que mientras enviamos cargos públicos a diferentes países a velar por la limpieza de sus procesos electorales, el Estado español mantiene un sistema electoral absolutamente permisivo y que deja la puerta abierta al fraude o, cuando menos, a que se puedan dar irregularidades graves”, añadió.