El país del Golfo es el mayor productor de petróleo del mundo

El Rey viaja a Arabia Saudí con tres ministros y 30 empresarios

El Rey emprendió el pasado sábado una visita oficial a Arabia Saudí acompañado de tres ministros y una treintena de empresarios españoles, en el marco de la gira que inició en abril para visitar todos los países del Consejo de Cooperación del Golfo en busca de inversiones.

El Rey viaja a Arabia Saudí con tres ministros y 30 empresarios

El Rey emprendió el pasado sábado una visita oficial a Arabia Saudí acompañado de tres ministros y una treintena de empresarios españoles, en el marco de la gira que inició en abril para visitar todos los países del Consejo de Cooperación del Golfo en busca de inversiones. Tras haber recalado en Emiratos Árabes, Kuwait, Omán y Bahréin, don Juan Carlos se desplaza ahora a la mayor economía del Golfo y el mayor productor de petróleo del mundo, el segundo suministrador de crudo a España, por detrás de México.

Esta potencia regional, que rivaliza con Irán por la hegemonía de la región de Oriente Medio, está haciendo, como sus vecinos, inversiones millonarias en los sectores de las infraestructuras, la sanidad y la educación (dispone de un presupuesto de unos 270.000 millones de euros para el periodo 2010-2015), según fuentes diplomáticas.
Empresas españolas ya se han llevado parte de ese pastel, pero aspiran a otros proyectos. En Arabia Saudí un consorcio español se hizo con el contrato para construir y explotar durante 12 años el AVE entre Medina y La Meca, hasta ahora la mayor obra ganada nunca por un consorcio español, con un valor de unos 6.700 millones de euros.
Parte de las obras del metro de Riad (la construcción de tres líneas) también se han adjudicado a un consorcio en el que participan FCC y Typsa, por otros 6.000 millones de euros. Próximamente saldrán a concurso las obras de los metros de La Meca y Yedá.
España también tiene interés en vender carros de combate Leopard al reino saudí, pero aún no se ha abierto la licitación.
Entre la treintena de empresarios que acompañan al monarca en este viaje figuran responsables de Abengoa, Acciona, ACS, Airbus, FCC, Indra Ferrovial, Isolux-Corsán, Navantia, Ineco, OHL, Sacyr, Talgo, Técnicas Reunidas y Tragsa.
Como en viajes anteriores, acompañan al Rey los ministros de Fomento, Ana Pastor; Defensa, Pedro Morenés; e Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria. Pero también el secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Gonzalo de Benito; el de Comercio, Jaime García-Legaz; y la secretaria general de Transportes, Carmen Librero.


Las obras del AVE
Don Juan Carlos va a aprovechar su desplazamiento para comprobar de primera mano cómo marchan las obras del AVE. Las elevadas temperaturas le impedirán ver los trabajos sobre el terreno, pero el domingo asistirá a una presentación del proyecto por parte de las empresas implicadas ante el viceheredero de Arabia Saudí, el príncipe Muqrim.
A pesar de los retrasos originados en la primera fase del AVE (adjudicada a un consorcio árabe-chino) y las informaciones sobre los sobrecostes aparecidos en proyectos de la alta velocidad en España, fuentes diplomáticas han indicado que cada obra lleva en cada país “su propia dinámica”.
No obstante, han asegurado que los saudíes confían en que el contrato se cumpla y, por su parte, los españoles saben que tienen que cumplirlo. El interés en las obras que mostrará el jefe del Estado, que ayudó en la adjudicación del proyecto, puede entenderse en ese sentido como una “garantía” para los saudíes, según fuentes oficiales.
El Rey se reunirá también con el príncipe heredero Salman, pero en principio no podrá entrevistarse con el rey Abdulá, cuyo estado de salud es delicado.
La visita se aprovechará para firmar dos acuerdos, uno de cooperación en la lucha contra el terrorismo y otro de colaboración entre escuelas diplomáticas.
Con el viaje a Arabia Saudí del Rey, que mantiene relaciones históricas de amistad con estas monarquías, se pretende crear el clima adecuado para favorecer que las empresas españolas ganen licitaciones y también contribuir a aumentar las inversiones en ambos lados, hoy en día muy reducidas.