Michelón: “El pasaje para visitar a los hijos en España nos cuesta siete meses de pensión”
Pese a reconocerse española, la consejera María Teresa Michelón, quien lleva 70 años residiendo en el país austral y muy volcada en favor de la colectividad española y, más concretamente, de la castellana y leonesa en Buenos Aires –es secretaria de la Federación que las agrupa–, reconoce que quiere “mucho a Argentina”, pero asegura que vive con “tristeza” el camino a la deriva que ha emprendido el país hace ya años, con una pérdida de “libertad, educación y respeto” tal que, dice, la tiene “anonadada”. “No se respeta a nadie y ni a los niños ni a los jóvenes se les enseña a comportarse”, comenta, a modo de ejemplo del deterioro que se vive en el país.
Por lo que atañe a la inseguridad –uno de los principales lastres que aqueja la capital argentina–, “cada vez tenemos más debacle”, sentencia, hasta el punto de no querer “salir de casa”, porque, “si tienes dinero, te lo sacan y te pegan un tiro”. A pesar de que esa inseguridad a la que se refiere no es algo “nuevo”, percibe que “se está agravando” y pone como ejemplo lo que está ocurriendo en la calle Corrientes, de la que “se decía que es una calle que no dormía”, porque “los restaurantes siempre estaban abiertos” y “siempre había funciones de teatro y demás”. Sin embargo, “en este momento, a las diez de la noche están ya todas las persianas bajadas”, por no hablar de los que han tenido que cerrar sus negocios, con lo que ello lleva aparejado en pérdidas de puestos de trabajo.
“Miles de personas se han quedado sin empleo”, pero “en el Senado, se han subido el sueldo de 5.000 a 16.000 dólares”, denuncia, en señal de queja hacia los políticos, a quienes parece que el dinero es “solo para ellos”, mientras “los pobres que se quedaron sin trabajo solo tienen como alternativa “robar” o “morirse de asco”.
Y qué decir del turismo, que antaño supuso “una entrada de dinero tremenda” en el país. “Este año, el turismo se ha ido a Brasil, a Chile… y eso a una le duele”, confiesa Michelón, porque lo que ella quiere es que “Argentina surja, que esté bien”.
“Pero una no termina de entender a los políticos y las personas que hemos estado trabajando toda la vida para sobrevivir, ayudar y dar educación a los hijos y nietos”, hoy vemos cómo estos tienen que abandonar Argentina e instalarse en España. Y ni siquiera los pueden visitar, porque para comprar un pasaje se necesita contar con el dinero de “siete meses de la pensión de jubilación”. Los recortes del Ministerio de Migraciones también juegan en su contra en este sentido, según refiere, ya que, antaño, cuando los consejeros se desplazaban al pleno, se les permitía quedarse unos días en España visitando a la familia. Pero ahora “eso se ha cortado”, lamenta, así que, para reunirse con ellos, solo les queda como alternativa esperar a que los visiten en Argentina.