DON FELIPE RECORDÓ LA VINCULACIÓN DE ESTA CIUDAD ALEMANA CON ESPAÑA DESDE LA ANTIGüEDAD
Los Príncipes de Asturias inauguraron el Instituto Cervantes de Hamburgo
Los Príncipes de Asturias inauguraron oficialmente, el pasado jueves, 30 de junio, el Instituto Cervantes de Hamburgo, el quinto centro de la institución en Alemania. Inicialmente comenzó su andadura como una dependencia del centro de Bremen, compartiendo casa con el Instituto Goethe. En enero de 2009 pasó a ocupar los nuevos locales en la ‘Chilehaus’ (Casa de Chile), el emblemático edificio en el que ahora se ubica.

Los Príncipes de Asturias inauguraron oficialmente, el pasado jueves, 30 de junio, el Instituto Cervantes de Hamburgo, el quinto centro de la institución en Alemania. Inicialmente comenzó su andadura como una dependencia del centro de Bremen, compartiendo casa con el Instituto Goethe. En enero de 2009 pasó a ocupar los nuevos locales en la ‘Chilehaus’ (Casa de Chile), el emblemático edificio en el que ahora se ubica.
Asistieron al acto, entre otras personalidades, la directora del Cervantes, Carmen Caffarel; el embajador de España en Alemania, Rafael Dezcallar y Mazarredo; el secretario de Estado de Asuntos Exteriores alemán, que fuera embajador de Alemania en Madrid entre 2006 y 2009, Wolf Born; el secretario de Estado de Asuntos Exteriores e Iberoamérica, Juan Antonio Yáñez Barnuevo; y el cónsul general de España en Hamburgo, Joaquín Pérez-Villanueva. En representación del primer alcalde de Hamburgo, que se encontraba de viaje fuera del país, asistió la segunda alcaldesa, Dorothee Stapelfeldt.
Acto inaugural
A la una en punto de la tarde, don Felipe y doña Letizia llegaron al salón de actos del centro, donde les esperaban los invitados por la dirección del Cervantes, personas que representaban, sobre todo, a instituciones culturales de esta ciudad relacionadas con el mundo hispano. Entre ellos, estaban también los directivos de las asociaciones de españoles de la demarcación consular de Hamburgo.
Carmen Caffarel, directora de los Institutos Cervantes del mundo, tomó la palabra en primer lugar para referirse a la historia de la institución, resaltando el hecho de que en Alemania existan más centros que en otros países europeos, debido a que la demanda del español, comenzada tiempo atrás, no había dejado de crecer en los últimos años.
Agradeció también su “confianza y generosidad” a todas las instituciones que les ayudaron, y siguen ayudando, a establecerse en la ciudad, ensalzando la labor de todo el equipo humano del Instituto Cervantes de Hamburgo, especialmente la de la directora, Helena Cortés; la coordinadora de estudios, Asunción Hermida; y la coordinadora cultural, Isabel Navarro, que se esforzaran para poner el centro a la altura de las exigencias, consiguiendo en poco tiempo que la institución “sea una nueva referencia en el mapa de Hamburgo”, además de un lugar privilegiado de encuentro y diálogo, en donde deseaba que “lo alemán y lo hispánico tengan siempre un espacio para descubrirse”, mediante la cultura.
La importante colaboración con las instituciones académicas de la ciudad, con el Senado de Educación, el Instituto de Formación del Profesorado y sus representantes en los colegios, “nos han permitido cerrar acuerdos que acercan los certificados del DELE a los alumnos de español de las escuelas en condiciones especialmente ventajosas”, dijo, lo que estimularía un aprendizaje “rentable”.
Recordó y agradeció también la hospitalidad del Instituto Goethe, homólogo alemán del Cervantes, en cuyos locales habría comenzado “la aventura hamburguesa” de la institución inaugurada.
Palabras del Príncipe
Terminadas las intervenciones de todos los oradores, pronunció el discurso inaugural don Felipe de Borbón, quien, tras agradecer a todos la buena acogida dispensada, se refirió a la importancia de que la institución cervantina tenga una sede en esta gran ciudad alemana, vinculada a España desde la antigüedad.
Ya el Camino de Santiago habría tenido un lugar significativo en las relaciones entre Hamburgo y España, así como, más tarde, la Liga Hanseática y el comercio a través de su puerto, el más grande de Alemania y uno de los más importantes de Europa. En la actualidad, serían diversas instituciones de carácter comercial o cultural las que seguirían dando una “indudable proyección iberoamericana a la ciudad”. Nombró especialmente al Ibero-Amerika-Verein, asociación creada en 1916 para promover las relaciones comerciales, culturales y sociales entre Hamburgo y los países iberoamericanos.
La decisión, apoyada por España, de situar en esta ciudad la sede de la Fundación UE-LAC, entidad creada por la Cumbre UE-América Latina y el Caribe el pasado año en Madrid, con el fin de fomentar la cooperación y acercar a las sociedades civiles de los países que la conforman, sería otro reconocimiento “a la honda tradición iberoamericana de esta urbe”, dijo.
El hecho de que ya sean cinco los centros Cervantes en funcionamiento en el país germano, expresaría, no sólo la importancia de Alemania en Europa, sino también “el peso, la dimensión e intensidad de nuestras relaciones, marcadas por siglos de amistad, admiración y respeto mutuo”, recalcó.
Como “circunstancia afortunada”, mencionó la particularidad de que la sede del Instituto se encuentre en la Casa de Chile, en la que todo coincidiría, el nombre, el lugar y la arquitectura. El Instituto Cervantes, del que recordó que cumple veinte años de existencia, sería, como ese edificio en forma de nave, “el buque insignia de la cultura en español”.
La creciente demanda del español en Alemania se debería a una larga tradición de grandes hispanistas, “muchos de ellos formados en la Universidad de Hamburgo”, señaló, pero también a los intercambios profesionales y universitarios, al turismo, y “a tantos españoles llegados hace ya medio siglo” a Alemania, a los que actualmente había que sumar muchos ingenieros y técnicos que llegan de España para trabajar en empresas alemanas, como Airbus, la fábrica de aviones situada en las inmediaciones de Hamburgo.
El Príncipe de Asturias transmitió también el pesar de España a las autoridades federales, especialmente a las hamburguesas, por las víctimas debidas al brote de la bacteria E. Coli. En ese sentido, se refirió a las grandes pérdidas del sector hortofrutícola español a raíz de ese brote, cuyo origen “fue ajeno a nuestros productos”, subrayó, reafirmando su convicción de que “las excelentes relaciones y la amistad profunda entre España y Alemania” ayudarían a encontrar la solución al problema, tanto en el plano bilateral como en la Unión Europea.
Terminó su intervención citando unos versos del literato argentino, Jorge Luis Borges, dedicados a la lengua alemana. Luego, descubrió la placa con el nombre del Instituto Cervantes, que recordará en lo sucesivo la inauguración de este centro, que ya cuenta con 1.800 alumnos matriculados.
Antes de partir, los Príncipes de Asturias visitaron las instalaciones del Instituto, participando luego en la recepción ofrecida a los invitados, quienes tuvieron ocasión de saludarles y compartir con ellos su corta estancia en la capital hanseática.
En el momento de despedirse, ambos se acercaron a los cientos de ciudadanos que les esperaban y aclamaban en las aceras de la calle que da acceso al Instituto Cervantes, estrechando manos y repartiendo sonrisas, con la simpatía que les caracteriza.
Asistieron al acto, entre otras personalidades, la directora del Cervantes, Carmen Caffarel; el embajador de España en Alemania, Rafael Dezcallar y Mazarredo; el secretario de Estado de Asuntos Exteriores alemán, que fuera embajador de Alemania en Madrid entre 2006 y 2009, Wolf Born; el secretario de Estado de Asuntos Exteriores e Iberoamérica, Juan Antonio Yáñez Barnuevo; y el cónsul general de España en Hamburgo, Joaquín Pérez-Villanueva. En representación del primer alcalde de Hamburgo, que se encontraba de viaje fuera del país, asistió la segunda alcaldesa, Dorothee Stapelfeldt.
Acto inaugural
A la una en punto de la tarde, don Felipe y doña Letizia llegaron al salón de actos del centro, donde les esperaban los invitados por la dirección del Cervantes, personas que representaban, sobre todo, a instituciones culturales de esta ciudad relacionadas con el mundo hispano. Entre ellos, estaban también los directivos de las asociaciones de españoles de la demarcación consular de Hamburgo.
Carmen Caffarel, directora de los Institutos Cervantes del mundo, tomó la palabra en primer lugar para referirse a la historia de la institución, resaltando el hecho de que en Alemania existan más centros que en otros países europeos, debido a que la demanda del español, comenzada tiempo atrás, no había dejado de crecer en los últimos años.
Agradeció también su “confianza y generosidad” a todas las instituciones que les ayudaron, y siguen ayudando, a establecerse en la ciudad, ensalzando la labor de todo el equipo humano del Instituto Cervantes de Hamburgo, especialmente la de la directora, Helena Cortés; la coordinadora de estudios, Asunción Hermida; y la coordinadora cultural, Isabel Navarro, que se esforzaran para poner el centro a la altura de las exigencias, consiguiendo en poco tiempo que la institución “sea una nueva referencia en el mapa de Hamburgo”, además de un lugar privilegiado de encuentro y diálogo, en donde deseaba que “lo alemán y lo hispánico tengan siempre un espacio para descubrirse”, mediante la cultura.
La importante colaboración con las instituciones académicas de la ciudad, con el Senado de Educación, el Instituto de Formación del Profesorado y sus representantes en los colegios, “nos han permitido cerrar acuerdos que acercan los certificados del DELE a los alumnos de español de las escuelas en condiciones especialmente ventajosas”, dijo, lo que estimularía un aprendizaje “rentable”.
Recordó y agradeció también la hospitalidad del Instituto Goethe, homólogo alemán del Cervantes, en cuyos locales habría comenzado “la aventura hamburguesa” de la institución inaugurada.
Palabras del Príncipe
Terminadas las intervenciones de todos los oradores, pronunció el discurso inaugural don Felipe de Borbón, quien, tras agradecer a todos la buena acogida dispensada, se refirió a la importancia de que la institución cervantina tenga una sede en esta gran ciudad alemana, vinculada a España desde la antigüedad.
Ya el Camino de Santiago habría tenido un lugar significativo en las relaciones entre Hamburgo y España, así como, más tarde, la Liga Hanseática y el comercio a través de su puerto, el más grande de Alemania y uno de los más importantes de Europa. En la actualidad, serían diversas instituciones de carácter comercial o cultural las que seguirían dando una “indudable proyección iberoamericana a la ciudad”. Nombró especialmente al Ibero-Amerika-Verein, asociación creada en 1916 para promover las relaciones comerciales, culturales y sociales entre Hamburgo y los países iberoamericanos.
La decisión, apoyada por España, de situar en esta ciudad la sede de la Fundación UE-LAC, entidad creada por la Cumbre UE-América Latina y el Caribe el pasado año en Madrid, con el fin de fomentar la cooperación y acercar a las sociedades civiles de los países que la conforman, sería otro reconocimiento “a la honda tradición iberoamericana de esta urbe”, dijo.
El hecho de que ya sean cinco los centros Cervantes en funcionamiento en el país germano, expresaría, no sólo la importancia de Alemania en Europa, sino también “el peso, la dimensión e intensidad de nuestras relaciones, marcadas por siglos de amistad, admiración y respeto mutuo”, recalcó.
Como “circunstancia afortunada”, mencionó la particularidad de que la sede del Instituto se encuentre en la Casa de Chile, en la que todo coincidiría, el nombre, el lugar y la arquitectura. El Instituto Cervantes, del que recordó que cumple veinte años de existencia, sería, como ese edificio en forma de nave, “el buque insignia de la cultura en español”.
La creciente demanda del español en Alemania se debería a una larga tradición de grandes hispanistas, “muchos de ellos formados en la Universidad de Hamburgo”, señaló, pero también a los intercambios profesionales y universitarios, al turismo, y “a tantos españoles llegados hace ya medio siglo” a Alemania, a los que actualmente había que sumar muchos ingenieros y técnicos que llegan de España para trabajar en empresas alemanas, como Airbus, la fábrica de aviones situada en las inmediaciones de Hamburgo.
El Príncipe de Asturias transmitió también el pesar de España a las autoridades federales, especialmente a las hamburguesas, por las víctimas debidas al brote de la bacteria E. Coli. En ese sentido, se refirió a las grandes pérdidas del sector hortofrutícola español a raíz de ese brote, cuyo origen “fue ajeno a nuestros productos”, subrayó, reafirmando su convicción de que “las excelentes relaciones y la amistad profunda entre España y Alemania” ayudarían a encontrar la solución al problema, tanto en el plano bilateral como en la Unión Europea.
Terminó su intervención citando unos versos del literato argentino, Jorge Luis Borges, dedicados a la lengua alemana. Luego, descubrió la placa con el nombre del Instituto Cervantes, que recordará en lo sucesivo la inauguración de este centro, que ya cuenta con 1.800 alumnos matriculados.
Antes de partir, los Príncipes de Asturias visitaron las instalaciones del Instituto, participando luego en la recepción ofrecida a los invitados, quienes tuvieron ocasión de saludarles y compartir con ellos su corta estancia en la capital hanseática.
En el momento de despedirse, ambos se acercaron a los cientos de ciudadanos que les esperaban y aclamaban en las aceras de la calle que da acceso al Instituto Cervantes, estrechando manos y repartiendo sonrisas, con la simpatía que les caracteriza.