ASEGURAN QUE PELIGRA LA CONTINUIDAD, EN ESPECIAL, DE LOS CENTROS PARA MAYORES

La Cemaee traslada a Miras los apuros económicos que están pasando las asociaciones

Una delegación de la Coordinadora Europea del Movimiento Asociativo de Emigrantes Españoles (Cemaee), compuesta por su presidente, Antonio Aliaga, por su vicepresidenta, Carmen Couto, y por J. Gabriel Gasó Cuenca, asesor técnico, trasladaron el pasado jueves en Madrid al director general de Migraciones, Aurelio Miras Portugal, los graves apuros económicos que, dicen, están pasando las asociaciones de emigrantes españoles y, en especial, los centros sociales para mayores, hasta el punto de que, aseguran, peligra la continuidad de estos últimos si no reciben un impulso económico por parte de la Administración.

La Cemaee traslada a Miras los apuros económicos que están pasando las asociaciones
Miras Portugal, Carmen Couto, Antonio Aliaga y J. Gabriel Gasó.

Una delegación de la Coordinadora Europea del Movimiento Asociativo de Emigrantes Españoles (Cemaee), compuesta por su presidente, Antonio Aliaga, por su vicepresidenta, Carmen Couto, y por J. Gabriel Gasó Cuenca, asesor técnico, trasladaron el pasado jueves en Madrid al director general de Migraciones, Aurelio Miras Portugal, los graves apuros económicos que, dicen, están pasando las asociaciones de emigrantes españoles y, en especial, los centros sociales para mayores, hasta el punto de que, aseguran, peligra la continuidad de estos últimos si no reciben un impulso económico por parte de la Administración.

Respecto a la situación del asociacionismo, Gasó explica que no creen que esté en peligro de desaparición “porque pensamos que el asociacionismo se buscará otras maneras de poder subsistir, de atravesar esta tormenta [la crisis], pero eso puede llevar también a una ruptura por parte del asociacionismo de las relaciones institucionales con España, desde el momento en que España, el Gobierno y la Administración en este caso son incapaces de asegurar un mínimo de participación en el mantenimiento de estas asociaciones, esto puede provocar también muchas frustraciones, desengaños y reacciones que no sean las que nosotros desearíamos”.
En cuanto a la financiación de los centros sociales para personas mayores, dice que “es un tema que nos preocupa sobremanera porque ya es una cuestión de semanas, no es una cuestión como la de las asociaciones, que pueden intentar sobrevivir con economías de guerra,  en los centros sociales es diferente. Ya estuvimos aquí en el mes de marzo y ya le hicimos entrega al director general de una nota muy detallada de la situación de estos centros sociales, con cifras, tanto de la sociología de las personas mayores como con las actividades, con la situación económica que estaban sufriendo estos centros, que ya era insostenible en el mes de marzo. A pesar de eso hemos manifestado una cierta confianza en una evolución positiva y se han encontrado medios de poder subsistir hasta ahora, pero es muy probable que no tengamos ya ninguna capacidad de maniobra y que probablemente en septiembre, si no media una decisión política fuerte por parte de la Administración, estos centros se  vean abocados al cierre, porque esto es una cuestión de prestación de servicios y la prestación de servicios a esta población requiere de medios y contratación de personal y de contribuciones a la Seguridad Social, etc.”.
Además, dicen que las perspectivas de solución que les dio el director general, “independientemente de lo que sea su voluntad personal como director”, fueron bastante pesimistas, en el sentido de que, “habida cuenta de los plazos administrativos y legales que se tienen que respetar tanto para la aprobación de los presupuestos como para la aprobación de las bases en el Boletín Oficial del Estado como para el establecimiento de los plazos de convocatorias, para los plazos de instrucción por parte de las Consejerías Laborales, los plazos necesarios para la instrucción de la propia Secretaría General de Inmigración y Emigración, para el interventor de Hacienda, etc., hace que en el mejor de los casos no se vislumbre ninguna posibilidad de tener resoluciones, favorables o desfavorables, antes del mes de noviembre o diciembre. Cualquier persona sensata puede comprender que ninguna estructura medianamente constituida puede esperar desde enero hasta noviembre o de diciembre para que le digan si finalmente le van a dar alguna ayuda o no se la van a dar y en caso de que se la den, a cuánto va a ascender”.
Así pues, de regreso a sus casas, trasladarán el resultado de sus gestiones a las juntas directivas de las federaciones, de los centros sociales y de las asociaciones para analizar las respuestas que pueden dar a esta situación, “que es inaudita”. “Esto no se ha producido nunca anteriormente en la historia reciente de la emigración, es la primera vez que se produce. Todos somos conscientes de la grave situación económica que vive el país, somos gente consciente, responsable, rigurosa y demás, pero una cosa es la situación económica del país y otra cosa son las políticas que se destinan para paliar esa situación y luego, bueno, pues la cuestión de los plazos. Los plazos tal vez se hubiesen podido gestionar de otra manera; aprobar los Presupuestos Generales en el mes de julio... Esto tal vez no es solo una responsabilidad exclusiva del Gobierno actual, a lo mejor también es responsabilidad del Gobierno anterior, que no aprobó presupuestos generales y los dejó para después de las elecciones, que tuvieron lugar en el mes de noviembre; no es una cuestión de posicionamiento político por nuestra parte, pero es una situación de mala gestión de los asuntos públicos”, expone.
“Sabemos que esto no nos afecta exclusivamente a los españoles en el exterior, que afecta a otros sectores de la población y de la economía española. En la misma situación que nos encontramos nosotros se encuentra, por ejemplo, el asociacionismo de los españoles mayores residentes en España. Esto no es sólo un problema que tenemos los emigrantes, es un problema de la sociedad española en general y nuestros responsables políticos, sean del PSOE o sean del PP, y hablamos de estos porque son los que han gobernado en los últimos treinta y pico de años, tendrán que adoptar otro tipo de  actitudes y asumir de otra manera sus responsabilidades de gobierno de la nación”, añade.
Por su parte, Aliaga insiste en la importancia de que se conozcan los programas de ayudas para el exterior y admite que “nos hemos encontrado con mucha buena voluntad por parte de la Direccción de Migraciones, que no tienen todavía en la mano todos los elementos para poder informarnos de cantidades ni cuáles serán las organizaciones a las que se les va a ayudar. Todo esto está en el aire porque los trámites parlamentarios aún no han terminado”. Añadió que el director general “ha explicado largamente la situación que ellos también tienen, que en tanto los presupuestos no sean aprobados en su totalidad no puedan anunciar ningún modo de repartición. Naturalmente, recortes si nos ha anunciado y muy importantes. Que la cantidad de la que se va a disponer para 2012 va a ser muy inferior de la que se ha dispuesto en 2011 sí nos lo ha anunciado, aunque sin darnos cifras concretas”.