José Baños, responsable de ¡Adentro! en Suiza, quiere introducir el proyecto en Ginebra
Pregunta. ¿Cómo se introdujo el proyecto ¡Adentro! en Suiza?
Respuesta. El proyecto ¡Adentro! llegó a Suiza en 1999. La portavoz del proyecto fue Carmen Behrens, que llegó explícitamente desde Hamburgo para dar lectura a un documento muy importante, en el marco de un encuentro con instituciones suizas como la Cruz Roja, Cáritas, Spitex, Pro-Senectute, la Comisión Federal de Extranjeros, EKA, y Curaviva. Asistieron también algunas diputadas del Gobierno Federal y otras personalidades.
P. ¿Qué acogida tuvo el proyecto por parte de esas instituciones?
R. La presentación del proyecto causó gran impresión y despertó gran interés entre los asistentes a aquel encuentro, lo que nos ha permitido comenzar con la fase inicial de ¡Adentro! en Suiza ya desde ese momento. Como ya se sabe, el proyecto estaba funcionando desde 1994 en Alemania y, tras un periodo de consolidación, se decidió sacarlo al exterior en 1999.
A través de nuestra federación, Femaes, organizamos un primer encuentro en Zurich, para empezar a trabajar en favor de las personas mayores hispanohablantes en Suiza, porque teníamos muy claro que iba a beneficiarles.
P. ¿Tienen lugar en Suiza seminarios de formación, semejantes a los que se celebran en Alemania?
R. Hemos comenzado a organizar seminarios una vez al año en distintas ciudades suizas, con la participación de personas de Francia, Alemania, Bélgica y, por supuesto, de Suiza. El primero de ellos fue en la ciudad de Zurich, el segundo en Basilea y el tercero en Lugano. También en otros sitios hemos organizado seminarios más pequeños, por ejemplo en Schaffhausen o Lucerna. Ahora nos encontramos ante la preparación del décimo seminario nacional, que pensamos hacerlo esta vez en la Suiza francesa, ya que hasta ahora no nos hemos dirigido hacia esta parte. Pensamos que ese seminario, con participación internacional, se celebrará en Ginebra en el próximo mes de diciembre. Creo que será un seminario bastante especial y destacado, ya que Ginebra es muy cosmopolita y allí hay muchísima gente de habla española.
P. ¿Dependen sólo de las subvenciones de la Administración española o tienen otras ayudas?
R. Desde siempre, somos muy dependientes de las subvenciones. Como no tenemos suficientes fondos intentamos que los seminarios se hagan al finalizar el año, con la idea de que, hasta entonces, las subvenciones nos hayan llegado.
Quiero destacar que para los seminarios que hacemos nos dirigimos también a las autoridades cantonales suizas. Están muy interesadas en que participen en el proyecto el mayor número posible de personas de cada cantón. Hemos tenido muy buenas experiencias y ahora estamos integrando el proyecto en los distintos cantones con resultados muy satisfactorios.
P. ¿Está también satisfecho con el apoyo que reciben por parte de la Administración española?
R. Hay que decir, de verdad, que se nos ha tenido olvidados. Incluso después de tener reuniones con las administraciones en Madrid, a nivel de Confederación Europea, no hemos obtenido la respuesta que esperábamos de ellas. No sólo hay que hacer promesas en tiempo electoral, hay que apoyar realmente los proyectos dirigidos a toda la ciudadanía en el exterior. Espero que los responsables de la emigración en España actualmente no nos olviden y continúen apoyándonos con las subvenciones necesarias, lo que creo que es su obligación.
P. Los encuentros periódicos que hacen, a nivel europeo, ¿diría que son imprescindibles?
R. Por supuesto. No hemos podido venir a los últimos seminarios porque no se podían costear los transportes. Es imprescindible que podamos mantener el contacto entre los responsables del proyecto en los diferentes países para intercambiar ideas, ver cómo marchan las cosas, comentar qué funciona bien y qué podría mejorarse. Me gustaría resaltar que ¡Adentro! ha sido presentado en 2002 en Madrid como un proyecto modelo ante la Asamblea Mundial de Envejecimiento de las Naciones Unidas, algo que espero que la Administración tenga en cuenta. No me gusta recalcar lo que siempre se dice de la contribución de la emigración al resurgimiento de la economía española, pero sería conveniente que no se olvide y se asuma esa responsabilidad de apoyo a los mayores emigrados, que pienso que están obligados a darnos. También las administraciones de los países donde residimos tienen una obligación contraída.
P. El trabajo voluntario que realizan ¿está suficientemente reconocido por las instituciones suizas?
R. Quiero señalar, con mucha satisfacción, que sí, que está siendo muy reconocido. Va a hacer cuatro años en mayo que en la ciudad de Zurich estamos llevando a cabo un proyecto en una casa de ancianos, como proyecto ¡Adentro! y como Femaes, la federación que nosotros tenemos en Suiza y que forma parte de la Confederación Europea. El proyecto resulta tan interesante que en otros centros de mayores suizos se está tratando de facilitar la entrada a los hispanohablantes, porque se reconoce que lo que hacemos es un proyecto con futuro. Semanalmente realizamos actividades con los mayores como gimnasia, ejercicios de entrenamiento de la memoria, charlas, proyección de películas, en fin, toda una gama de actividades que están haciendo que nuestra labor sea muy reconocida. Este reconocimiento demuestra que estamos haciendo un buen trabajo.
Respuesta. El proyecto ¡Adentro! llegó a Suiza en 1999. La portavoz del proyecto fue Carmen Behrens, que llegó explícitamente desde Hamburgo para dar lectura a un documento muy importante, en el marco de un encuentro con instituciones suizas como la Cruz Roja, Cáritas, Spitex, Pro-Senectute, la Comisión Federal de Extranjeros, EKA, y Curaviva. Asistieron también algunas diputadas del Gobierno Federal y otras personalidades.
P. ¿Qué acogida tuvo el proyecto por parte de esas instituciones?
R. La presentación del proyecto causó gran impresión y despertó gran interés entre los asistentes a aquel encuentro, lo que nos ha permitido comenzar con la fase inicial de ¡Adentro! en Suiza ya desde ese momento. Como ya se sabe, el proyecto estaba funcionando desde 1994 en Alemania y, tras un periodo de consolidación, se decidió sacarlo al exterior en 1999.
A través de nuestra federación, Femaes, organizamos un primer encuentro en Zurich, para empezar a trabajar en favor de las personas mayores hispanohablantes en Suiza, porque teníamos muy claro que iba a beneficiarles.
P. ¿Tienen lugar en Suiza seminarios de formación, semejantes a los que se celebran en Alemania?
R. Hemos comenzado a organizar seminarios una vez al año en distintas ciudades suizas, con la participación de personas de Francia, Alemania, Bélgica y, por supuesto, de Suiza. El primero de ellos fue en la ciudad de Zurich, el segundo en Basilea y el tercero en Lugano. También en otros sitios hemos organizado seminarios más pequeños, por ejemplo en Schaffhausen o Lucerna. Ahora nos encontramos ante la preparación del décimo seminario nacional, que pensamos hacerlo esta vez en la Suiza francesa, ya que hasta ahora no nos hemos dirigido hacia esta parte. Pensamos que ese seminario, con participación internacional, se celebrará en Ginebra en el próximo mes de diciembre. Creo que será un seminario bastante especial y destacado, ya que Ginebra es muy cosmopolita y allí hay muchísima gente de habla española.
P. ¿Dependen sólo de las subvenciones de la Administración española o tienen otras ayudas?
R. Desde siempre, somos muy dependientes de las subvenciones. Como no tenemos suficientes fondos intentamos que los seminarios se hagan al finalizar el año, con la idea de que, hasta entonces, las subvenciones nos hayan llegado.
Quiero destacar que para los seminarios que hacemos nos dirigimos también a las autoridades cantonales suizas. Están muy interesadas en que participen en el proyecto el mayor número posible de personas de cada cantón. Hemos tenido muy buenas experiencias y ahora estamos integrando el proyecto en los distintos cantones con resultados muy satisfactorios.
P. ¿Está también satisfecho con el apoyo que reciben por parte de la Administración española?
R. Hay que decir, de verdad, que se nos ha tenido olvidados. Incluso después de tener reuniones con las administraciones en Madrid, a nivel de Confederación Europea, no hemos obtenido la respuesta que esperábamos de ellas. No sólo hay que hacer promesas en tiempo electoral, hay que apoyar realmente los proyectos dirigidos a toda la ciudadanía en el exterior. Espero que los responsables de la emigración en España actualmente no nos olviden y continúen apoyándonos con las subvenciones necesarias, lo que creo que es su obligación.
P. Los encuentros periódicos que hacen, a nivel europeo, ¿diría que son imprescindibles?
R. Por supuesto. No hemos podido venir a los últimos seminarios porque no se podían costear los transportes. Es imprescindible que podamos mantener el contacto entre los responsables del proyecto en los diferentes países para intercambiar ideas, ver cómo marchan las cosas, comentar qué funciona bien y qué podría mejorarse. Me gustaría resaltar que ¡Adentro! ha sido presentado en 2002 en Madrid como un proyecto modelo ante la Asamblea Mundial de Envejecimiento de las Naciones Unidas, algo que espero que la Administración tenga en cuenta. No me gusta recalcar lo que siempre se dice de la contribución de la emigración al resurgimiento de la economía española, pero sería conveniente que no se olvide y se asuma esa responsabilidad de apoyo a los mayores emigrados, que pienso que están obligados a darnos. También las administraciones de los países donde residimos tienen una obligación contraída.
P. El trabajo voluntario que realizan ¿está suficientemente reconocido por las instituciones suizas?
R. Quiero señalar, con mucha satisfacción, que sí, que está siendo muy reconocido. Va a hacer cuatro años en mayo que en la ciudad de Zurich estamos llevando a cabo un proyecto en una casa de ancianos, como proyecto ¡Adentro! y como Femaes, la federación que nosotros tenemos en Suiza y que forma parte de la Confederación Europea. El proyecto resulta tan interesante que en otros centros de mayores suizos se está tratando de facilitar la entrada a los hispanohablantes, porque se reconoce que lo que hacemos es un proyecto con futuro. Semanalmente realizamos actividades con los mayores como gimnasia, ejercicios de entrenamiento de la memoria, charlas, proyección de películas, en fin, toda una gama de actividades que están haciendo que nuestra labor sea muy reconocida. Este reconocimiento demuestra que estamos haciendo un buen trabajo.