El Gobierno homenajea en Buenos Aires a los ‘Niños de la Guerra’ por su lucha por la memoria y el vínculo entre generaciones
“Hay memorias que atraviesan generaciones. Y gracias a vosotros, siguen vivas al otro lado del océano”. Con estas palabras, la ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, ha rendido homenaje en Buenos Aires a los integrantes de la Asociación de Niños de la Guerra Civil Española en Argentina, durante la entrega de un diploma de reconocimiento a su labor por la memoria democrática y por mantener vivo el lazo entre España y su diáspora.
El acto, celebrado este jueves 29 en la sede de la Embajada de España, ha estado marcado por una fuerte carga simbólica. La ministra, acompañada del embajador Joaquín Arísegui, ha recordado el exilio forzado de miles de niños durante la Guerra Civil y ha agradecido el ejemplo de dignidad, resiliencia y compromiso del colectivo, fundado en 2009 por doce exiliados que hoy representan una historia de superación compartida por toda una comunidad.
“Vuestra lucha no es solo por el pasado: es por la verdad, la justicia y la dignidad de un país que hoy quiere saldar una deuda histórica con vosotros”, ha afirmado Saiz.
Una historia que no se olvida
La Asociación ha jugado un papel clave en la recopilación de historias personales, la defensa de los derechos de los emigrantes españoles y la difusión de la Ley de Memoria Histórica. Su trabajo cobra aún más valor en un momento en que la mayoría de sus miembros ronda o supera los 90 años.
Argentina sigue siendo el segundo país con más beneficiarios de las prestaciones derivadas de la Ley 3/2005, que reconoce la contribución de quienes fueron forzados al exilio. Solo en 2024, España ha destinado más de 316.000 euros a esta comunidad, aunque de los 550 beneficiarios de que llegaron a ser reconocidos en Argentina, hoy quedan apenas 65.
El homenaje no solo ha sido un acto de memoria, como ha expresado la ministra, ha sido también la reafirmación del compromiso de España con quienes, desde lejos, nunca dejaron de sentirse parte de su país.
