Familiares del comerciante español secuestrado en Guatire, Venezuela, claman por su liberación
El comerciante español de origen canario Gregorio Olivero García, natural de la localidad de Los Realejos (Tenerife), fue capturado el día 10 de septiembre cerca de su casa de Guatire (estado Miranda), localidad ubicada a unos 50 kilómetros al este de la capital venezolana. Al cierre de esta edición aún no había noticia sobre su liberación. El hecho ocurrió en Guatire, donde Olivero tiene fijada su residencia y su pequeño negocio. El secuestro ha sido un duro golpe para la familia. María Dolores Álvarez de Olivero, su esposa (natural de La Laguna, Tenerife), y su hijo Jorge Olivero relataron su angustia y pidieron “mayor celeridad” para el caso.
Existen personas detenidas presuntamente involucradas en el caso, el automóvil de Olivero García fue usado posteriormente para delinquir y plagiar a otra persona, pero no hay respuestas. “Las autoridades dicen que continúan investigando, que están detrás de algunas personas que no sabemos quiénes son, dicen que tienen adelantadas las investigaciones, pero hasta el momento no han dado con el paradero de mi padre”, comentó Jorge Olivero Álvarez.
El portavoz de la familia expresó a ‘Magazine Español’ que “lo que queremos es que las autoridades no olviden el caso. Nosotros, sus familiares, estamos sufriendo, esto día a día es una pesadilla”, dijo visiblemente afectado. “Por favor agradecemos de corazón que se preocupen más por el caso porque ya no sabemos más que hacer”, agregó. “Hubo rumores de que había aparecido una persona enterrada, de que se trataba de mi padre”, pero análisis posteriores arrojaron que el “informe forense” no correspondía con los registros dentales del plagiado. “Hay un expediente que dice que las autoridades recuperan un celular con información y un mensaje de texto habría indicado que el jefe de la banda aseguraba que (Gregorio Olivero) estaría muerto y enterrado en una zona boscosa de Barlovento”. “A nosotros nos parece muy raro porque no podemos perder la esperanza y porque no nos convence. Para nosotros él sigue vivo”, dijeron esperanzados su esposa e hijo, al tiempo que revelaron “hay que hacer todo lo posible por encontrarlo, él sufre de hipertensión”.
Asimismo, la familia agradeció al personal de la Agregaduría Civil de la Embajada de España en Caracas por su preocupación en el caso. “La gente de la Embajada ha estado pendiente y en contacto permanente con nosotros, siempre han estado a la orden”, aseveraron.
El canario secuestrado es padre de cuatro hijos y cuenta con 10 nietos. “Todos estamos pendientes de él, tanto familiares como amigos”. Gregorio Olivero es una “persona humanitaria y colaboradora”, participa en el Club de Leones de Guatire, donde le tienen gran aprecio. “No es un hombre de fortuna, trabaja para vivir, tiene una participación en una venta de repuestos, nada del otro mundo”, dice muy desolada pero a la vez firme su esposa, al tiempo que acota “nos preocupa no saber nada, si está o no vivo… Es insólito porque a las personas las secuestran y no demoran tanto tiempo (…) Es una incertidumbre, una desesperación…”.
Su hijo, Jorge Olivero, desgarrado, solicitó que “de corazón se apiaden de nosotros. Queremos que mi papá esté bien, por favor si lo tienen con vida que se comuniquen con nosotros. Solo queremos que él aparezca, no buscamos que metan presos a sus captores, lo que importa es la vida de mi papá”, concluyó.
Sin rastro de Juan Cortés Pérez
La familia gallega del restaurador español de origen gallego Juan Cortés Pérez, de 66 años y residente en Venezuela desde 1962, vive en la “incertidumbre” y “con preocupación” desde que desapareció el 14 de enero de 2012. Cortés Pérez, nacido en Cambre (A Coruña), es propietario del restaurante ‘Casa Cortés’, en la quinta La Alhambra, Municipio Chacao de Caracas.
La mañana del día 13 de abril, Luisa García de Cortés, esposa de Juan Cortés Pérez, quien para esa fecha llevaba secuestrado tres meses, decidió romper su silencio solicitando a los plagiarios que lo liberen y aparezca pronto “sano y salvo”. En rueda de prensa y acompañada de una fotografía de su cónyuge, reconoció que había cancelado una suma de dinero que no precisó, para lograr la libertad de su pareja pero eso no ocurrió. Por tal motivo pidió ayuda a los medios de comunicación y a los cuerpos policiales para que su esposo “vuelva lo antes posible”.
Prácticamente, 11 meses después, Juan Cortés continúa lamentablemente en paradero desconocido.
