El embajador de España, Javier Sandomingo, encabezó la celebración junto a su par italiana

Españoles, italianos y argentinos celebraron en Buenos Aires una comida de confraternidad

Españoles, italianos y argentinos celebraron una comida de confraternidad. Más de 1.000 personas, algunas con trajes típicos, poblaron, el domingo pasado, el tercer piso del Centro Galicia, en el barrio porteño de Balvanera, para celebrar ‘La gran reunión’.

Españoles, italianos y argentinos celebraron en Buenos Aires una comida de confraternidad
Comida Hispano italiana-Javier Sandomingo y Teresa Castaldo
Javier Sandomingo y Teresa Castaldo, embajadores de España e Italia, respectivamente.

Españoles, italianos y argentinos celebraron una comida de confraternidad. Más de 1.000 personas, algunas con trajes típicos, poblaron, el domingo pasado, el tercer piso del Centro Galicia, en el barrio porteño de Balvanera, para celebrar ‘La gran reunión’.

En torno de mesas mixtas, en las que se sirvieron bocaditos, fiambres, lasagna, tiramisú, jerez y lemoncello, españoles e italianos y descendientes de ambos protagonizaron una fiesta en la que todo fue compartido, la música y los bailes también, de la mano de Los Gavilanes de España, Il Gruppo Folkloristico Italiano y la actuación especial de Paolo Martini.

“Es una magnífica iniciativa para poner de relieve que los españoles e italianos en la Argentina son una misma cosa porque llevan décadas mezclándose entre ellos y entremezclándose con argentinos, dando lugar a una comunidad absolutamente mestiza que guarda lealtad a todos los componentes de sus orígenes, tanto a España, como a Italia como a Argentina, y yo creo que esa es una magnífica lección y es muy emocionante comprobar la vitalidad de esa mezcla”, dijo el embajador de España, Javier Sandomingo Núñez, que encabezó la celebración junto a su par italiana, la embajadora Teresa Castaldo.

El mentor de este encuentro fue Benito Blanco, un emigrante gallego que llegó a ser uno de los empresarios más importantes del mundo petrolero en Argentina. “Queríamos festejar esta hermandad entre los tres países porque nos une la sangre y el respeto", contó Blanco, que estuvo acompañado por su esposa, la escritora Mariana Vicat.

Si bien la idea comenzó a tomar forma hace un año, se concretó gracias al trabajo conjunto de las Federaciones de Entidades Italianas en Buenos Aires (Fediba) y de Sociedades Españolas de Argentina (Fedespa) y el impulso de Blanco y su esposa, con el apoyo de las embajadas de España e Italia.

“Es importante no sólo no olvidar nuestras raíces, sino también celebrarlas y poder integrarnos entre nosotros”, expresó el dirigente gallego, quien aseguró también que se sentía “orgulloso” de haber ayudado a armar la reunión que rebosó de alegría.

Asimismo, explicó Juan Balestretti, vicepresidente de la Federación Argentina de Colectividades, el fin de la iniciativa era el mismo para todos: “Compartir un almuerzo de domingo como si fuera un encuentro familiar”, “en una clara demostración de fraternidad”.

Alberto Arija fue el encargado de conducir esta celebración que también se propuso refrescar en la memoria colectiva el aporte de la inmigración europea a la Argentina.

Entre los presentes estuvieron el director nacional de Migraciones, integrantes del Centro de Descendientes de Españoles Unidos (Cedeu) y representantes de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación.

A partir de ahora, la meta de Blanco y los demás organizadores es federalizar el encuentro sumando a otras asociaciones del resto del país y replicarlo todos los años.