El perfil del nuevo emigrante es de entre 25 y 35 años, pero aumenta el de más de 45 años con familia

El perfil del nuevo emigrante es de entre 25 y 35 años, pero aumenta el de más de 45 años con familia

“El número de demandantes de empleo para trabajar fuera de nuestro país se ha duplicado en los últimos años, llegando ya a representar 1 de cada 4 del total de trabajadores que se acercan a Adecco buscando empleo”, ha informado recientemente esta firma de gestión de recursos humanos.
Según Adecco, el perfil del español demandante de empleo en el extranjero “sigue siendo un joven de entre 25 y 35 años, altamente cualificado y sin cargas familiares”, si bien precisa que esta tendencia “está cambiando y que hay cada vez más casos de desempleados mayores de 45 años con familia que buscan empleo en el extranjero, sobre todo procedentes del sector de la construcción, así como recién licenciados que quieren dar sus primeros pasos profesionales fuera de España y perfiles de baja cualificación”.
Los principales destinos elegidos para esta emigración siguen siendo los países de Europa, tanto los países desarrollados como Alemania, Noruega, Reino Unido o Francia, como los países del Este, donde se precisan perfiles técnicos. Más del 50% de los profesionales españoles que acuden al Grupo Adecco elige el continente europeo para emprender una nueva andadura profesional.


Hacia Latinoamérica
También sigue creciendo la emigración hacia países latinoamericanos que están experimentando un rápido desarrollo, como Argentina, Chile, México y, especialmente, Brasil. Por último, están los países emergentes de Europa del Este, como Polonia y la República Checa, que están en pleno desarrollo de sus infraestructuras.
Adecco destaca que la mayoría de ofertas de trabajo que surgen para estos países no son para puestos eventuales sino que contemplan contratos mínimos de uno a dos años de duración.
La situación del mercado laboral español y el repunte del paro son las principales razones que explican la fuga de españoles hacia el exterior, junto al hecho de que las empresas españolas cada vez se focalizan más hacia mercados con mayor potencial de crecimiento.
Otras razones que favorecen esta emigración son la disminución de barreras formativas dentro de la Unión Europea, las mejores condiciones laborales, las mayores oportunidades de desarrollo profesional, el aprendizaje o mejora de otras lenguas y la calidad de vida en los países de destino.