Entre ellos, José Rafael Vásquez Mora, agregado adjunto de Defensa

Dieciséis funcionarios venezolanos habrían abandonado Madrid

El Gobierno de Venezuela habría cedido a las advertencias del Gobierno español, que en febrero expresó sus quejas por la presunta actividad de “espionaje” de algunos de sus diplomáticos. A finales de abril, un total de 16 militares acreditados como personal de la Embajada de Venezuela en España regresaron a su país de origen.

Dieciséis funcionarios venezolanos habrían abandonado Madrid
JOSÉ RAFAEL VÁSQUEZ MORA
José Rafael Vásquez Mora, en un acto en Madrid.

El Gobierno de Venezuela habría cedido a las advertencias del Gobierno español, que en febrero expresó sus quejas por la presunta actividad de “espionaje” de algunos de sus diplomáticos. A finales de abril, un total de 16 militares acreditados como personal de la Embajada de Venezuela en España regresaron a su país de origen. Entre ellos, el teniente coronel (Ej.) José Rafael Vásquez Mora, que era adjunto a la Agregaduría de Defensa y había sido denunciado como presunto “espía”, con documentación gráfica, por entidades venezolanas en España. El Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperacion español confirmó en febrero que ese oficial había realizado “actividades incompatibles” con su estatus diplomático.

La reducción de personal tiene que ver también con recortes presupuestarios, dada la situación económica que atraviesa la nación sudamericana. De hecho, otras embajadas de Venezuela, como las que ese país tiene en Bolivia o Brasil, han pasado también por un proceso de repatriaciones. No obstante, el hecho es que Vásquez Mora fue denunciado ante la Fiscalía española por “hostigar” a la oposición venezolana residente en Madrid.

Esas fuentes indican que el personal de la Agregaduría de Defensa en la legación venezolana ha quedado reducido a unas cinco personas, varias de ellas agentes civiles del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN).

En los escritos trasladados a la Fiscalía General del Estado, que a finales de enero decidió abrir un expediente, debido a que la Asociación de Estudiantes Venezolanos en España, la Plataforma de Venezolanos en Madrid y la Asociación Civil de Venezolanos en la capital española, llegaron a señalar hasta a siete diferentes individuos como responsables de labores de “intimidación” de opositores. De ellos solo pudo ser identificado Vásquez Mora, cuya responsabilidad oficial era la de jefe de prensa de la agregaduría de Defensa de la Embajada de Venezuela en Madrid. De él se lograron diversas fotografías cuando “se hacía pasar por estudiante” para así participar en actos de la diáspora venezolana.

También hay imágenes de otro presunto miembro de ese grupo. Fue grabado en vídeo, con el teléfono móvil, por Mitzy Capriles de Ledezma, la esposa de Antonio Ledezma Díaz, alcalde metropolitano de Caracas encarcelado hace algo más de un año. Ella asegura que el hombre la estuvo siguiendo en una de sus visitas a Madrid.

La Embajada de Venezuela atribuye la marcha de esos militares a meras cuestiones de organización interna. Las dificultades presupuestarias son evidentes, que además se juntan a la escasez de divisas de las que dispone el país caribeño.

Funciones indebidas

A finales del pasado mes de febrero, tras recabar los correspondientes informes, el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación confirmó que ese oficial había realizado “funciones indebidas”, y el propio ministro José Manuel García-Margallo y Marfil advirtió al embajador venezolano en España, Mario Ricardo Isea Bohórquez, que debían cesar de inmediato tales conductas. Más adelante se produjo una nueva tirantez diplomática entre Caracas y Madrid a raíz de más insultos del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro Moros, contra el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy Brey, lo que llevó a García-Margallo a llamar a Isea Bohórquez para expresar sus quejas. Poco después se llevó a cabo la drástica reducción de la plantilla de la Agregaduría Militar de la Embajada venezolana.

Para Henrry Narveiz Sosa, presidente de la Asociación de Estudiantes Venezolanos en España, “es un aliciente saber que la presión que se ha hecho con la denuncia está sirviendo para algo”. Se felicitó de que “este tipo de cosas en España no quedan impunes, porque vemos que el Gobierno de Venezuela cede a la presión del Gobierno de España”. Para Narveiz Sosa, Vásquez Mora se había convertido en una “papa caliente” para Caracas.

Por su parte, William Cárdenas Rubio, el abogado que preparó la denuncia presentada a comienzos de año, considera que es “muy importante que el Gobierno de Maduro haya decidido devolver a Venezuela un grupo tan numeroso de personas que han participado en esta labor de hostigamiento de ciudadanos venezolanos en España”. Aunque admite que el repliegue diplomático bolivariano también se está dando en otros países, estima que “no es coincidencia” que la marcha de Vásquez Mora se haya producido pocas semanas después de las advertencias del ministro García-Margallo y Marfil.