Los derechos de las personas mayores, analizados en un seminario de ¡Adentro! en Alemania

Los seminarios del proyecto ¡Adentro! en Alemania, orientados a la formación de mayores hispanohablantes, han comenzado este año en Vallendar, ciudad situada a orillas del Rin, cerca de Coblenza.

Los derechos de las personas mayores, analizados en un seminario de ¡Adentro! en Alemania
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Parte de las actividades realizadas.

Los seminarios del proyecto ¡Adentro! en Alemania, orientados a la formación de mayores hispanohablantes, han comenzado este año en Vallendar, ciudad situada a orillas del Rin, cerca de Coblenza. Estos seminarios, realizados conjuntamente por la Academia Española de Formación en Bonn, la Confederación de Asociaciones de Padres de Familia en Alemania, la Cruz Roja alemana y la Fundació Privada Can Gelabert de Barcelona, con el apoyo de la Dirección General de Migraciones, ofrecen la posibilidad de formarse como animadores socioculturales a personas interesadas en realizar en las asociaciones un trabajo voluntario con los mayores, multiplicando lo aprendido.

El envejecimiento de la primera generación de emigrantes españoles en Alemania hace necesario ofrecer a los mayores de 65 años que todavía viven en este país, y que según las últimas estadísticas disponibles serían más de 15.000, una atención y protección especial, para que, ya jubilados, se mantengan activos y sanos, sigan relacionándose socialmente y puedan conservar el mayor tiempo posible su autonomía personal, una necesidad a la que los organizadores de ¡Adentro! procuran dar respuesta.

Los derechos de los mayores

Uno de los factores que potencian las situaciones de exclusión social de las personas es la edad, por eso muchos mayores, al jubilarse, comienzan a sentirse aislados y marginados socialmente. En el caso de los emigrantes mayores la situación es todavía más crítica, pues a la discriminación por emigrantes se añade la de ser mayores. Este colectivo no siempre conoce todos sus derechos, ni cómo hacerlos valer, de ahí la importancia de ofrecerles información sobre ellos y capacitarles para exigir que éstos se respeten.

En este primer seminario del año del proyecto ¡Adentro!, que tuvo lugar los días 7 a 9 de marzo, la jurista y psicóloga Carmen Salinas trató en un grupo de trabajo el tema de los derechos de la persona mayor, que a pesar de que ésta sea “persona jurídica” en términos legales, “los estereotipos, mitos y prejuicios que existen hacia la vejez se imponen a la hora de reclamar sus derechos y de hacer respetar su dignidad personal”, dice la docente, lo que afectaría sobre todo a los más débiles y vulnerables.

En ese sentido, recuerda que la Declaración Universal de Derechos Humanos establece que “todas las personas tienen derecho a un nivel de vida adecuado para la salud y el bienestar propio y de su familia, incluyendo comida, ropa, hogar, atención médica y servicios sociales necesarios” así como “derecho a la seguridad en casos de desempleo, enfermedad, discapacidad, viudez, edad avanzada o cualquier otra carencia en circunstancias ajenas a su voluntad”. También las Naciones Unidas reconocen los “principios de independencia, atención, autorrealización, dignidad y participación a favor de las personas mayores”, pero a pesar de que en cada país existen normas específicas en todos los ámbitos legales para protegerles y defenderles en casos concretos, como, por ejemplo, los relacionados con el testamento, el abandono o el maltrato, a la hora de su cumplimiento siguen viéndose discriminadas por la edad “e incluso se nos hace creer que el derecho a un trato digno hasta el final de sus vidas representa una carga para la sociedad”, subraya la jurista, quien opina también que las personas mayores deberían ser ellas mismas las primeras interesadas en velar por el respeto y la defensa de sus propios derechos y procurar, en todo lo posible, informarse adecuadamente sobre ellos, concienciarse e influir en la sociedad para conseguir cambios de actitud ante los prejuicios y las discriminaciones por razón de la edad. Mayor participación, protagonismo y reconocimiento en toda clase de organizaciones, sería el camino para conseguir el disfrute de sus derechos humanos en igualdad con el resto de la sociedad.

Salud mental y equilibrio psíquico

También la salud mental, el equilibrio psíquico, los trastornos afectivos y las medidas profilácticas para combatirlos, fueron tema en otro de los grupos de trabajo dirigido por Carmen Salinas. Envejecer es inevitable, pero hacerlo con salud depende de infinidad de factores, de los cuales, los psicosociales tendrían un rol fundamental en la salud mental de las personas mayores. En el desarrollo del tema, la docente buscó con los participantes cómo definir el término “salud”, para analizar luego juntos qué aspectos psíquicos pueden hacer sentirse bien a las personas y dar sentido a sus vidas. “Tratamos el envejecimiento como parte del proceso vital de la persona, con sus cambios biológicos, psicológicos y sociales y cuestionamos el conocimiento que tenemos sobre la vejez, los mitos, estereotipos y prejuicios que todavía persisten en la sociedad y en nosotros mismos y que identifican la vejez con enfermedad y discapacidad, ignorando que la mayoría de personas mayores disfruta de buenas condiciones físicas y mentales y mantiene una vida activa y autosuficiente”, dice Salinas posteriormente, y añade que en ese grupo de trabajo analizaron también los trastornos afectivos más comunes en los mayores, como las depresiones, miedos, tristeza, ansiedad, sentimientos de inutilidad y otros muchos que, en la mayoría de los casos, podrían evitarse aceptando los cambios que se van presentando con el correr del tiempo y procurando mantener la vitalidad física, mental y social.

Planificar la jubilación para conseguir “la jubilusión”

En otra de sus intervenciones, Salinas habló sobre la importancia de planificar con tiempo la jubilación para que, llegado el momento, “constituya realmente una opción personal meditada y deseada y un motivo de júbilo”, dice. A su juicio, la jubilación es un acontecimiento complejo a todos los niveles y sería necesario prepararse para que la percepción de identidad y autoestima que anteriormente se asociaba al trabajo, no se debilite con el fin de la vida laboral. Dependiendo del sentido y el valor que individualmente se haya dado al trabajo, tanto desde el punto de vista económico como social y personal, el vacío en que algunos caen al jubilarse podría afectar, no solo la salud, sino en muchos casos, también las relaciones de pareja y las familiares y sociales. Por eso, resultaría indispensable que a la jubilación no se la identifique con la pérdida de la integración social y demás aspectos negativos relacionados con la edad.

Ya que actualmente son muchos los años que pueden quedarle por delante a una persona al término de la vida laboral, recomienda planear esa nueva etapa de la vida de antemano, fijar nuevos retos y empezar ya a cultivar relaciones y actividades físicas e intelectuales motivadoras, no estresantes, que puedan continuar manteniendo después de jubilarse.  

Otros temas del programa

Otros temas tratados en el seminario fueron: ‘El estrés en las personas mayores y cómo combatirlo’, ‘Cuidar la salud es mejor que hablar de enfermedades’ y ‘Recursos, potencialidades y talentos de las personas mayores’, temas desarrollados por la gerontóloga Pepita Vela. El psicólogo y también gerontólogo José Antonio Arranz dirigió tres grupos de trabajo en los que trató sobre temas de salud y convivencia como ‘Buenos estilos de vida para las personas mayores’, ‘Las cefaleas en la persona mayor, ¿se pueden prevenir y curar’ y ‘Las relaciones de pareja en las personas mayores’. Al lado de los temas centrales del seminario, se ofrecieron gimnasia, Tai-Chi, ensayo coral y otras actividades lúdicas.

El próximo seminario ¡Adentro! tendrá lugar nuevamente en Vallendar, del 13 al 15 de junio próximo.