La proposición no de Ley de Compromís fue aprobada por unanimidad

Las Cortes Valencianas piden suprimir obstáculos para permitir el voto de los españoles en el exterior

El pleno de las Cortes Valencianas ha aprobado este miércoles por unanimidad una proposición no de Ley de Compromís en la que se solicita la supresión de los obstáculos “técnicos y prácticos” para el “ejercicio libre del derecho a voto de los españoles residentes en el extranjero”.

Las Cortes Valencianas piden suprimir obstáculos para permitir el voto de los españoles en el exterior

El pleno de las Cortes Valencianas ha aprobado este miércoles por unanimidad una proposición no de Ley de Compromís en la que se solicita la supresión de los obstáculos “técnicos y prácticos” para el “ejercicio libre del derecho a voto de los españoles residentes en el extranjero”.

El diputado de Compromís Víctor García ha recordado algunas experiencias sobre voto electrónico puestas en marcha en Europa y ha propuesto el voto anticipado presencial como posible alternativa al voto rogado.

“Muchos valencianos se han visto obligados a irse, no por su espíritu aventurero, y se les está impidiendo el derecho al voto”, ha lamentado.

El PP ha expresado su apoyo a esta iniciativa, sin “nada que objetar”, por parte de la diputada Verónica Marcos, quien ha recordado que el “voto rogado fue propuesto por el partido socialista en 2011” y ha reconocido su “efecto sumamente negativo para aquellos que quieren votar a tiempo”.

Para el socialista Manolo Mata, el voto rogado “es una barbaridad que asumieron tres quintas partes del Congreso”, y ha abogado por “buscar fórmulas para que quienes viven en el extranjero tengan las mismas condiciones que los residentes a la hora de votar”.

En opinión de David de Miguel, de Ciudadanos, “el libre ejercicio del derecho al voto es la base de la democracia, nunca puede ser obstaculizado, como ha ocurrido en las últimas elecciones”, por lo que ha considerado necesario “acabar con el voto rogado”.

En este mismo sentido se ha pronunciado el diputado de Podemos Antonio Estañ, quien ha opinado que el voto rogado en la práctica supone “la privación del voto para aquellos que tuvieron que abandonar el país”. “Además, se les impide decidir sobre el posible cambio de aquellas políticas que les expulsaron, se les invisibiliza políticamente, se les arrebata voz y voto”, ha agregado.