Los destinos elegidos en esta ocasión fueron las regiones de Sajonia-Anhalt y Turingia

La Coordinadora Federal del Movimiento Asociativo en Alemania organizó un viaje socio-político para 24 jóvenes

La Coordinadora Federal del Movimiento Asociativo en Alemania ha invitado este año a 24 jóvenes de distintas nacionalidades que residen en Renania del Norte-Westfalia a ser parte de un viaje socio-político, cuyo lema es ‘Experimentar la historia y el sistema político de Alemania’.

La Coordinadora Federal del Movimiento Asociativo en Alemania organizó un viaje socio-político para 24 jóvenes
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El grupo durante la visita al Museo de Eichsfeld.

Los destinos elegidos en esta ocasión fueron las regiones de Sajonia-Anhalt y Turingia, donde los participantes visitaron varios museos y monumentos conmemorativos en los que pudieron conocer el proceso de control en los pasos fronterizos, así como las experiencias que tuvo que vivir la sociedad alemana en la posguerra, especialmente tras la construcción del muro que la dividió durante aproximadamente tres décadas.

El recorrido comenzó el viernes a lo largo del monumento dedicado a la frontera interior de Alemania en Hötensleben. Allí tuvo lugar una visita guiada, tanto en alemán como en español, que se centró especialmente en la situación de partida de Alemania cuando se construyó el muro.

El homenaje a la frontera de Hötensleben documenta la situación en 1989 y es un espacio protegido desde enero de 1990. Se considera el ejemplo más completo y mejor conservado de las fortificaciones de la frontera interior de Alemania. Aunque todas las construcciones fronterizas debían ser demolidas en 1993, los residentes se comprometieron a preservar la actual zona del monumento al norte de la carretera prácticamente fiel a la original.

Al sur de la carretera, sólo se han conservado algunos objetos aislados. Se plantaron árboles en las líneas de las dos secciones derribadas de la muralla mediante una campaña de recaudación de fondos, y, desde 1993, el lugar es cuidado por la ‘Asociación de Monumentos Fronterizos de Hötensleben’ (Grenzdenkmalverein Hötensleben e.V.). Desde enero de 2004, el memorial es responsabilidad del estado de Sajonia-Anhalt y forma parte del ‘Monumento a la División Alemana’ (Gedenkstätte Deutsche Teilung) en Marienborn.

También es interesante informar de que, según los datos actuales, entre 1961 y 1989 se registraron al menos 332 ‘detenciones’ de refugiados en el tramo fronterizo de 17 kilómetros entre Offleben y Großer Graben, incluyendo una persona fallecida por las minas y al menos ocho heridas. Además, una persona resultó (presuntamente) herida por los perros de vigilancia y las circunstancias de las detenciones de unas 310 personas siguen siendo hasta el día de hoy desconocidas.

El sábado, se visitó el ‘Monumento de la División Alemana’ de Marienborn (Gedenkstätte Deutsche Teilung), un espacio conmemorativo del antiguo paso fronterizo. El 1 de julio de 1945, las potencias vencedoras establecieron el ‘Punto de Control Aliado Helmstedt/Marienborn’ en la autopista Hanóver-Berlín.

Era el único punto de acceso de los aliados occidentales a la ciudad dividida de Berlín. En 1950, la RDA asumió el mando del puesto de control de Marienborn. A partir de mayo de 1952, el Gobierno de la RDA estableció un régimen fronterizo que resulta sumamente peligroso, con alambres de púas, vallas de señalización y minas. Los controles en el puesto de control de Marienborn pretendían alejar las influencias ‘enemigas’ de Occidente.

En respuesta al aumento del tráfico turístico y la entrada en vigor del Tratado de Tránsito en 1972, se construyó un nuevo paso fronterizo mucho más grande. Sólo entre 1985 y 1989 llegaron a pasar por allí 34,6 millones de viajeros. Unas 1.000 personas trabajaban en tres turnos en el control de pasaportes y aduanas, en las tropas fronterizas y como empleados civiles en el paso fronterizo.

Durante la visita del recinto conmemorativo, los participantes pudieron ver las instalaciones históricas de registro de automóviles y camiones que entraban en la RDA, así como la zona de aduanas con los garajes de control. Además, se puede acceder libremente a la oficina de cambio del régimen fronterizo de la RDA, que se ha conservado en su estado original, a un centro de información para visitantes y a uno de los barracones de control de pasaportes.

La torre del comandante de las tropas fronterizas está abierta al público en visitas guiadas gratuitas. Además, el antiguo edificio de servicios alberga la exposición permanente sobre la historia del paso y el régimen fronterizo de la RDA con testimonios de antiguos residentes dentro y fuera de las fronteras, así como un centro de información para visitantes y salas para exposiciones temporales.

Lugar de memoria y recuerdo

Ese mismo día, los participantes se dirigieron a Teistungen y visitaron el ‘Museo de la Frontera de Eichsfeld’. Como lugar de memoria y recuerdo, este museo se ha propuesto documentar la historia de la división alemana de una manera históricamente sólida. Aquí, los participantes pueden decidir por sí mismos la intensidad de la visita al museo y los detalles que les gustaría conocer.

La exposición comienza documentando los motivos y antecedentes que llevaron a la construcción de la frontera y las razones por las que la simple valla de alambre de espino se amplió desde sus inicios hasta convertirse en un cada vez más impenetrable cerco fronterizo. La documentación también ilustra cómo los habitantes de este lugar sufrieron por la división.

El Museo de Eichsfeld incluye un “sendero de la frontera” (en alemán, Grenzlandweg), que conecta un total de 24 puntos de información a lo largo de un recorrido circular de seis kilómetros, en parte basado en las fortificaciones fronterizas originales conservadas y en numerosos búnkeres de observación. El sendero es de libre acceso en todo momento. Los visitantes pueden encontrar explicaciones más detalladas de cada lugar en los distintos paneles informativos. Tras la visita al Museo de la Frontera, los participantes recorrieron este camino, haciendo breves descansos en algunos puntos, como, por ejemplo, en la valla fronteriza de la antigua RDA.

Esta actividad concluyó con una última visita guiada el domingo. En este caso fue una visita al ‘Memorial Point Alpha’. Éste está compuesto por dos partes: la ‘Casa de la Frontera’ y el ‘Campamento estadounidense Point Alpha’. Al igual que el Museo de la Frontera de Eichsfeld, la Casa de la Frontera transmite la imagen de cómo vivía la población con la amenaza y la opresión. Además, veinte testigos de la época de la región relatan sus historias personales de la división y de la vida en la zona delimitada. Las exposiciones presentan los contextos histórico-militares del mundo de una manera científicamente sólida y vívida. En la planta superior hay una exposición sobre el cinturón verde y la Reserva de la Biosfera del Rhön. Esta exposición se centra en las especies animales y vegetales de la región y explica el singular proyecto de conservación de la naturaleza a lo largo de la antigua franja fronteriza.

Asimismo, el recinto histórico ‘Observation Point Alpha’ recuerda la contribución estadounidense a la seguridad y la democratización de la República Federal de Alemania. Además de los edificios históricos, aquí también se puede ver el equipamiento militar utilizado durante la Guerra Fría. En los terrenos del antiguo Observation Point Alpha, se han conservado los barracones y la torre de observación originales. Entre el campamento estadounidense y la Casa de la Frontera, las edificaciones fronterizas conservadas dan testimonio de la inhumanidad de la división. La zona exterior se complementa con partes reconstruidas de las primeras décadas de aislamiento del régimen fronterizo de la RDA.

Para los participantes, esta experiencia fue la mejor oportunidad de ponerse en contacto empáticamente con la sociedad alemana y con los antecedentes históricos que la conforman.

Todos ellos mostraron un gran interés por este tema, especialmente cuando se les dio la oportunidad de explorar por su cuenta lugares como el monumento de Marienborn. Es una sensación increíble estar en edificios históricos tan importantes que representan la memoria histórica de la sociedad. En especial, se interesaron por los testimonios de antiguos ciudadanos de la RDA. Esto los animó a pensar más en los sentimientos de las personas que vivían en esa época, pero también a fijarse en los acontecimientos sociales que tuvieron lugar en dicha época.

En total, unos 4,4 millones de alemanes abandonaron la zona de ocupación soviética/RDA ‘ilegalmente’, incluidos 40.000 que cruzaron directamente las barreras arriesgando sus vidas, y muchos que huyeron a través del Mar Báltico o de terceros países. Hasta ahora se tiene conocimiento de unos 1.000 muertos a causa del régimen fronterizo de la RDA. Fue una época difícil, no sólo para los países implicados, sino sobre todo para la población alemana. Ésta es la lección más significante que se puede aprender de este viaje.