El Club Español de Tres Arroyos realizó, por tercer año consecutivo en su sede social, la velada anual
El Club Español de Tres Arroyos realizó, durante dos días, la 71ª velada anual, titulada ‘Sonidos del alma’, la tercera consecutiva en su sede social.
Durante ambas funciones, la sala se vio colmada de espectadores que pudieron disfrutar de la presentación de los tres elencos estables de la institución: Ballet de danzas españolas –categoría infantil, prejuvenil, ballet mayor y ballet de adultos–, Guardia Real y Coro ‘Buenos Amigos’.
En el escenario, que este año contó con la ampliación y la colocación de nuevas bambalinas y escalones, se celebró la diversidad de sonidos que pueblan las salas. La gala, se consolidó así como un tributo al canto y a la danza.
Los artistas, protagonistas de la noche, exhibieron sus cuadros para el que dedicaron muchas horas de ensayo, a través de su cuerpo danzando, como de sus voces. “Desde las notas suaves que acarician el corazón hasta los ritmos que nos invitan a bailar, cada actuación es una conexión directa con las emociones del ser humano”, expresó la locutora de las galas, Virginia Goicoechea, quien recibió un presente por haber realizado dicha tarea durante 15 años.
‘Sonidos del Alma’ fue también un homenaje a los 70 años de recorrido del Coro ‘Buenos Amigos’, un elenco unido por una pasión que ha demostrado que la música es un lenguaje universal que puede trascender barreras y unir a las personas, creando puentes de amistad. Ellos nos permiten con su testimonio, vivir y mostrar a todos esta experiencia colectiva. En la gala, el grupo recibió la distinción a ‘Personalidad destacada’, que la Federación Regional de Sociedades Españolas le otorgó en este 2023.
Por su parte, la Guardia Real presentó dos piezas clásicas donde se demostró gran destreza en el uso del bastón.
El cuerpo de danzas españolas presentó en la primera parte un cuadro de escuela bolera, pasodoble y danzas regionales, mientras que, en la segunda entrada, se destacó con ‘Bahía de Cádiz’, que recorrió danzas flamencas que contaron con la supervisión del estudio ‘Alas’ de Hugo Salvatierra en Buenos Aires.
Posteriormente a la segunda noche, la familia del club se reunió en una cena de camaradería.
