Caridad Fernández: “Hemos trabajado toda la vida para una sociedad que no avanza”
Amparándose en sus conocimientos como economista, la consejera del CGCEE Caridad Fernández achaca los problemas que arrastra Cuba a fallos “en el control de la economía”. “Yo soy economista –remarca– y puedo asegurar que, aunque nosotros decimos que en Cuba tenemos socialismo, eso no es cierto, porque la teoría del socialismo no se ha aplicado aquí”. “La ley económica fundamental del socialismo –prosigue– es satisfacer las necesidades del hombre y de la sociedad, sin embargo, el hombre, en Cuba, nunca ha satisfecho sus necesidades en esta etapa”. Así que, concluye: “Hemos trabajado toda la vida para la sociedad, pero para una sociedad que no avanza, porque la economía no se ha desarrollado”.
Más bien todo lo contrario, y la situación “se ha agravado en los últimos tiempos”, en que “han ocurrido cosas que no han permitido al país avanzar”, relata. “Hasta hemos tenido terremotos, ciclones y un accidente aéreo”, dice, sorprendida. Si a eso se añade los problemas con la moneda –“Hemos tenido varias monedas tratando de resolver el problema bancario”, matiza– no es de extrañar que el caos y la desesperación se hayan adueñado de una población que “en 60 años no ha logrado mantener la producción de ningún alimento”. “No hay leche –solo para los más pequeñitos–; el arroz escasea; carne de res, ni hablar; de cerdo, solo para la gente del campo…”. Pero es que tampoco hay “fertilizantes”, y “del problema del petróleo, qué te voy a contar”, relata. Para colmo, “como la gente no tiene dinero, se ha desarrollado el vandalismo, hay asaltos, se ven pobres tirados por las calles pidiendo, jóvenes que han perdido la cabeza por el estrés…”.
Tal y como ve la deriva, cree que, en breve, en Cuba van “a quedar solo los ancianos”, porque “los jóvenes se van”, aunque el horizonte les muestre un panorama en el que encontrarán un trabajo que les permita obtener dinero “solo para comer y pagar la renta”. De su familia ya se han marchado cuatro con rumbo a Estados Unidos y un quinto, se está preparando en la universidad para irse también del país. La alternativa es quedarse en un lugar que presenta un “deterioro” manifiesto, lo que queda patente incluso en las calles, que “se están rompiendo y no se pueden arreglar”. Y lo peor es que a los gobernantes no se les escucha “hablar de ningún problema”, ni mucho menos de articular “medios” y “proyectos” que permitan “salir del caos”, lamenta. Su percepción es que actúan “como si nada pasara” y entonces “no se hace nada para emprender un camino positivo”.
A pesar de la escasez y las penurias, Caridad, hija de gallego –de A Capela (A Coruña)– pero nacida en Cuba, no se plantea abandonar su país. “Emigrar es muy fuerte”, pero es que, además, “nunca he querido hacerlo, ni en las mejores condiciones”, asegura la mujer, que comenzó a tomar contacto con España cuando contaba 40 años de edad. Su vida se desarrolla en un “bonito lugar” de La Habana del este, en zona de mar, mientras continúa con la labor que inició hace 30 años en la asociación que agrupa a los gallegos de A Capela. “Es un trabajo que me llena de vida”.