La consejera cree que los que deciden ir a este país deberían tener más información

Ana Rocío Pérez considera que la emigración de jóvenes a Chile “está sobreestimada”

Ana Rocío Pérez, consejera por Chile en el Consejo General de la Ciudadanía Española en el Exterior (CGCEE), explica que actualmente sí hay una nueva emigración de jóvenes que se van a Chile pero “está sobreestimada” aunque comenta que es imposible saber exactamente cuántos hay.

Ana Rocío Pérez considera que la emigración de jóvenes a Chile “está sobreestimada”
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Ana Rocío Pérez.

Ana Rocío Pérez, consejera por Chile en el Consejo General de la Ciudadanía Española en el Exterior (CGCEE), explica que actualmente sí hay una nueva emigración de jóvenes que se van a Chile pero “está sobreestimada” aunque comenta que es imposible saber exactamente cuántos hay.

“Tanto el CRE como el Consulado –asegura– hemos tratado de cuantificarla por lo menos” pero es muy complicado porque “la mayoría de los jóvenes que han llegado no se quieren inscribir en el Consulado por diferentes razones: unos porque les da pereza, otros porque creen que pierden sus ventajas, como la tarjeta sanitaria, y otros porque están cobrando el paro en España y no lo quieren perder”.

Ana Rocío Pérez, que acudió por primera vez al CGCEE en el Pleno del pasado mes de junio pero ya era presidenta del Consejo de Residentes Españoles en el periodo anterior, recalca la importancia de darse da alta en el Registro de Matrícula Consular, sobre todo porque Chile es un país “maravilloso pero con muchos desastres naturales” y en situaciones de emergencia es más difícil establecer el contacto.

“Hemos llegado a establecer que en los últimos tres años han entrado alrededor de 5.000 personas de entre 25 y 35 años, cuántos de esos eran emigrantes y querían trabajar no lo sabemos, ni tenemos cómo establecerlo”, dijo Pérez, quien asegura que “alrededor del 70% han regresado”. Según explica, en este regreso hay dos factores fundamentales: La implementación de las ayudas al retorno y el elevado coste de la vida de Chile. “Trabajo hay, pero necesitas mucho más dinero que en España para vivir”, afirmó.

Pérez recuerda que los jóvenes españoles que llegan están muy preparados “pero no tienen redes, no los conoce nadie y no saben comunicarse con el resto”. “El chileno –comentó– es muy de guardar las formas, de no hablar muy fuerte y funciona con los amigos y las redes de conocidos”.

Según explica la consejera, a la hora de emigrar, los jóvenes toman la decisión en función de los datos económicos que “en Chile son buenos” y “piensan que van a ir a conquistar con sus títulos pero no es así, se encuentran con una realidad muy distinta”.

Según Ana Rocío Pérez, los jóvenes españoles “deberían salir de España con una información más cercana a la realidad”. Una vez que están en Chile sí hay instituciones como la Casa de Aragón o la Casa de España que les dan facilidades como un espacio físico para recibir a clientes y un local con wifi, entre otras, “pero a ellos les cuesta acercarse”, ya que “no se integran ni con la emigración ni con la gente del país. Ellos van juntos a ciertos bares y de ahí cuesta mucho sacarlos”.

Consejo y CRE

“Me parece que lo se trata en el Pleno es demasiado amplio para ser efectivos”, valoró, tras su participación en el I Pleno del VII Mandato que tuvo lugar el pasada semana en Madrid, Ana Rocío Pérez, quien reconoció que “aquí se reúnen personas que vienen de realidades muy diferentes. Las necesidades de los emigrantes en los diversos países son totalmente diferentes por lo tanto es difícil concretar, pero está bien en el sentido de que te permite conocer las realidades de los otros colectivos”.

Respecto al CRE de Chile, Pérez recordó que en las últimas elecciones se presentaron dos listas. La que ella representa tiene ocho consejeros, y la lista de Podemos, tres. “Yo creo que los CRE deben ser apolíticos. Yo tengo mis ideas políticas porque vivo en el mundo pero considero que para hacer un trabajo efectivo tienes que estar al margen de eso”, aseguró Pérez, que explicó que el principal trabajo del Consejo de Residentes es ofrecer “información, acompañamiento y, en el caso de las personas mayores, el que ellos tengan una cara amigable”. “Hay que tener en cuenta –continuó– que la última gran emigración a Chile proveniente de España fue en el año 39 y que precisamente esta gente no era la que estaba de acuerdo con las autoridades, con lo cual para ellos cualquier reflejo de la autoridad oficial siempre es un enemigo. Aunque parezca una tontería la realidad es esa” y muchas veces prefieren acudir a alguien del CRE que al propio Consulado.

Pérez recuerda que desde el CRE también hacen una tarea de intermediación “porque nuestro consulado funciona muy bien pero ha llegado a funcionar bien con muchas dificultades porque hay que tener en cuenta que antes de la aplicación de la Ley Histórica los inscritos en el registro consular eran 25.000 más o menos y en este momento son 65.000 en circunstancias que no se ha permitido un aumento de la plantilla”. “Además –recuerda– tiene que funcionar al día porque en Chile hay muchas distancias y, aunque hay cónsules honorarios en las regiones, el pasaporte, por ejemplo, lo tienen que venir a pedir a Santiago y se trata de estar un poco encima para que a esa gente se les atienda lleguen a la hora que lleguen”.

Respecto a las últimas elecciones al CRE, Ana Rocío Pérez asegura que el problema de la baja participación es el voto rogado. “Ya solo decir voto rogado me molesta”, aseguró la consejera, quien explica que es muy difícil que “las personas entiendan el sistema de votación porque están acostumbrados al sistema antiguo”. “Además –concluye–, yo diría que en Chile uno de los pocos servicios que no funciona es el correo. Es un país en el que todo funciona muy bien pero el correo no, con lo cual es complicado conseguir que la gente vaya a votar”.