La Casa Canaria de Altagracia de Orituco celebró la festividad en honor de la Virgen de las Nieves

El domingo 8 de agosto, los palmeros residenciados en Altagracia de Orituco, en el estado venezolano de Guárico, acompañados por familiares y amigos, acudieron a la cita pautada para expresar la devoción por la patrona de la Isla de La Palma, cuyo santoral se cumplió el pasado 5 de agosto.

La Casa Canaria de Altagracia de Orituco celebró la festividad en honor de la Virgen de las Nieves
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Ysaura Teresa Rodríguez Castro, presidenta de la Casa Canaria, al dar inicio a la festividad.

El domingo 8 de agosto, los palmeros residenciados en Altagracia de Orituco, en el estado venezolano de Guárico, acompañados por familiares y amigos, acudieron a la cita pautada para expresar la devoción por la patrona de la Isla de La Palma, cuyo santoral se cumplió el pasado 5 de agosto. Este día, el ‘Salón Principal’ de la Casa Canaria, también sede del Centro de Día ‘Nuestra Señora de Altagracia’, fue el escenario para la celebración de la festividad de Nuestra Señora de las Nieves, importante actividad convocada por la Junta Directiva de la Fundación Casa Canaria de Altagracia de Orituco, presidida por Ysaura Teresa Rodríguez Castro.

El programa se inició con la procesión de la santa patrona palmera en el Salón Principal del club isleño gracitano, recorrido que culminó en el altar dispuesto en lugar adyacente a la capilla que hay en la institución para adorar a la virgen. Allí el presbítero, Luis Márquez, párroco de San José Obrero, celebró la eucaristía en la que pidió para que la virgen intercediera por nosotros en estos difíciles momentos de pandemia.  El padre Márquez felicitó a los directivos de la entidad canaria por la festividad y exaltó el fervor y devoción que los canarios profesan por la advocación mariana de Nuestra Señora de las Nieves.

Cabe destacar que, luego de concluir el oficio religioso, los asistentes participaron en un alegre compartir, siempre guardando las medidas de bioseguridad frente al Covid 19, donde tuvieron la ocasión de saborear la gastronomía canaria con la degustación de platos y dulces típicos de las Islas Canarias.

Origen de la devoción de la Virgen de las Nieves

La Virgen de las Nieves es, en la actualidad, la imagen mariana más antigua de Canarias, y la segunda advocación más antigua del archipiélago, tras la Virgen de Candelaria (Patrona de Canarias) en Tenerife, ya que la Virgen de las Nieves llegó a ser venerada por los antiguos benahoritas (aborígenes palmeros). Se cree que posiblemente, la imagen pudo llegar a La Palma o bien como restos de un naufragio de algún barco o introducida por algunos misioneros mallorquines que estuvieron por Canarias antes de la conquista. La imagen era venerada por los aborígenes en el lugar conocido como ‘Morro de las Nieves’ junto al actual Real Santuario Insular.

La leyenda dice que el rey aborigen Bentacayse fue llevado por las misiones cristianas (que intentaban evangelizar la isla) a donde sus antepasados habían depositado la imagen de la Virgen, por la que sentía íntima devoción. El rey Bentacayse le dio gracias a la Virgen y exclamó: ‘Tener Ife’ (que en idioma guanche significa monte blanco, de la misma raíz surge el nombre ‘Tenerife’), y desde entonces la Virgen (hasta ese momento llamada Santa María de La Palma) es invocada como ‘Nuestra Señora la Virgen de las Nieves’.

Tras la conquista le sería construida una ermita en el lugar, germen del actual Real Santuario. Sin embargo, el culto a Las Nieves no arraigó en la mentalidad popular de La Palma hasta la primera mitad del siglo XVII coincidiendo con el inicio de las bajadas a Santa Cruz de La Palma y el milagro durante la erupción del Volcán de San Martín en 1646. Hasta ese momento, Santa Águeda era la devoción principal de la isla.

La bajada

En 1676, La Palma sufría el invierno más seco de la década, situación que había llevado el hambre, la desolación y la muerte a la capital y a los campos de la isla.

Esta situación de penuria coincidió con la segunda visita pastoral del obispo de Canarias, Bartolomé García Ximénez-Rabadán, de origen sevillano, que había prolongado su estancia en la isla debido a la amenaza de los piratas berberiscos que entonces infectaban las aguas del archipiélago.

En aquella ocasión fue informado por los regidores del Antiguo Régimen y por los sacerdotes Melchor Brier y Juan Pinto de Guisla, que habían sido alumnos suyos en la Facultad de Cánones de Salamanca, “de la especial devoción que hay en esta isla con la Santa Imagen de Nuestra Señora de las Nieves, Patrona de toda ella, de cuyo patrocinio se vale en todas sus necesidades”, por lo que dispuso que se trajese a la Iglesia Parroquial de El Salvador de la capital de la isla, Santa Cruz de La Palma, “para que, colocada en ella, en trono decente”, se celebrase la octava “con mayor solemnidad y asistencia del pueblo”, celebrando de ese modo, por el mes de febrero, la fiesta y octava de Nuestra Señora de Candelaria, comenzando el quinquenio en el año 1680 “y de allí en adelante…”.

Hoy día, esta romería lustral se celebra el primer domingo de julio desde 1945, siendo la Virgen bajada el segundo sábado de dicho mes hasta la Parroquia de la Encarnación en donde hace noche, para al día siguiente entrar en la ciudad y hospedarse en la Parroquia Matriz de El Salvador. En el pasado, la bajada se celebró, además de en el mes de febrero, también en mayo. La imagen permanece en Santa Cruz de La Palma hasta el día de su onomástica el 5 de agosto, cuando es subida de nuevo a su santuario del monte. Es la única bajada de Canarias en la cual la Virgen no sale de su municipio, pues su santuario se encuentra dentro del término municipal de Santa Cruz de La Palma, aunque a las afueras de dicha ciudad.

La imagen de Las Nieves ha sido también bajada a Santa Cruz de La Palma fuera del período correspondiente de los cinco años por motivos rogativos o conmemorativos. La última vez, en mayo de 1993 al conmemorarse el V Centenario de la fundación de la ciudad de Santa Cruz de La Palma.

Además de la bajada lustral, todos los años en agosto se celebran las Fiestas de la Virgen, con procesión nocturna el 4 de agosto y el 5 (en su Día Grande) se celebra a mediodía la solemne eucaristía presidida por el obispo de Tenerife y la posterior procesión de la patrona palmera por los alrededores de su santuario. Ese mismo día la Virgen vuelve a salir por la noche, siendo este día fiesta insular en La Palma.