Opinión

Una mateada espiritual en el Vaticano

LAS CARTAS DEL ABUELO PASCASIO Muy querida nieta Cristina: Como te podrás imaginar, los abuelos emigrantes estamos muy contentos al ver que los rancios cardenales se avivaron y eligieron a un vecino nuestro como nuevo Papa.
Una mateada espiritual en el Vaticano

LAS CARTAS DEL ABUELO PASCASIO

Muy querida nieta Cristina:

Como te podrás imaginar, los abuelos emigrantes estamos muy contentos al ver que los rancios cardenales se avivaron y eligieron a un vecino nuestro como nuevo Papa. En la última reunión de la agrupación ‘Cristina da Fonsagrada’ convidamos a un cura amigo –Manuel Espiña Gamallo– nacido en Terra de Montes [Pontevedra] que conoció Buenos Aires y que siempre estuvo al lado de los emigrantes y de los movimientos sociales en Galicia. El bueno de Espiña no llegó a obispo porque fue siempre un rebelde con causa de los que no se callaban delante de las injusticias y así no hacés carrera eclesiástica. Lo primero que nos dijo nos sorprendió al venir de un sacerdote del ala “progre”. Opina que es un cambio muy positivo porque una cosa es ser conservador en el seno de la iglesia europea y otra bien diferente en Argentina. Aunque la doctrina es la misma el ‘tano porteño’ Bergoglio vivió y fue moldeado por una realidad que lo acercó al pueblo.

Sabiendo que soy tu abuelo me pidió que te trasmita sus humildes consejos para vos. Quiere recordarte que hay una similitud entre vos y el nuevo Papa que va más allá de la nacionalidad y de que seas católica. Para Espiña lo que te acerca al Papa Francisco es el mismo origen familiar, es decir, ser nietos de emigrantes. Una presidenta ‘gayega’ y un Pontífice ‘tano’ están unidos por el sudor de los abuelos que cruzaron el mar para calentarse al ladito del buen fogón rioplatense. También nos habló de que no debés de caer en prejuicios y considerés su condición de jesuíta como una verdadera garantía de seriedad. Nos hizo un resumen de las características de la ‘Compañía de Jesús’ fundada por San Ignacio de Loyola que nos abrió los ojos a las distintas sensibilidades que conviven en la amplia iglesia católica.

Lo que más nos gustó fue su comparación con Jesucristo al analizar el episodio bíblico de las bodas de Caná que te acordarás es la conversión del agua en vino. Para Espiña simboliza que en Caná actuó Jesucristo que era un gran químico espiritual, es decir, el antecedente directo del actual químico profesional que ocupa la “silla de Pedro”. Nos dijo algo así: “Vamos a ver mis amigos. Ustedes son creyentes. Nuestra fe nos lleva a no dudar de que hay un designio divino en la elección del nuevo Papa. No fue el azar el que eligió a un Papa argentino, hijo de la emigración y además con la carrera de Química. Ello es así porque Francisco I será el renovador de una iglesia alejada de los pobres y lo logrará por medio de la oración y de la síntesis química en el laboratorio central del Vaticano. Lo primero que hará será convertir las riquezas en compasión y lo segundo que todos los bienes materiales sean dones del espíritu”.

Entenderás, Cristina, que nos quedamos mudos. No sabemos nada de teología pero el compañero Espiña no se perdió entre las ramas de separar el poder terrenal del espiritual al manifestar su convencimiento de que el nuevo Papa comenzará con el cambio mediante algo tan simple como el establecimiento semanal de una Mateada Espiritual con sus colaboradores más cercanos. Al caer la tarde entre mate y mate se irán desgranando uno a uno los errores cometidos y se pondrán por escrito las bases para arreglar y solucionar las muchas metida de pata. La entrada del mate en el Vaticano es una revolución, según Espiña. El uso de la ‘yerba’ democratizará un sistema jerárquico milenario que ahora con las nuevas tecnologías es cosa del pasado. Nuevamente es América la que enriquece la dieta europea pero sin olvidar que los evangelizadores padres jesuítas de las misiones guaraníes eran muy buenos materos.

Nuestro compañero Espiña se preguntó si vos ya sabías que el Papa iba a implantar las ‘mateadas’ al ver que le regalaste un hermoso juego de mate y bombilla en oro y plata. Algo que le preocupa mucho es la más que posible oposición de la Curia romana que no quiere reflexionar después de cientos de años controlando el patio a su antojo. Es de suponer que los ‘tanos auténticos’ se opondrán a las nuevas modas importadas por un ‘tano porteño’. Se aferrarán con uñas y dientes a su creencia de que se está más cerca de Dios bebiendo un capuchino diario. No quieren probar una ‘yerba’ americana que puede producir el efecto secundario de convertirlos en más honrados, justos y piadosos. Si las ruedas materas vaticanas tienen éxito es evidente que aumentará la exportación de ‘Taragüí’ que enseguida agregará en sus envases una bien visible banda impresa en amarillo: “La yerba del Papa”.

Me despido, no te entretengo más. Recibí el abrazo del abuelo gallego que no te olvida.

Pascasio Fernández Gómez