Opinión

Que marca España ni gaitas

A ver cómo le explicamos a una hipotética cultura extraterrestre –que nos observa con interés desde otra galaxia– que los poderes que orbitan el bipartidismo nacional están “preocupados” por la marca España tras la imputación de la infanta y diversos choriceos de la familia real española.

Que marca España ni gaitas

A ver cómo le explicamos a una hipotética cultura extraterrestre –que nos observa con interés desde otra galaxia– que los poderes que orbitan el bipartidismo nacional están “preocupados” por la marca España tras la imputación de la infanta y diversos choriceos de la familia real española. A ver cómo le explicamos al marciano de turno que con mareas de parados, explotados, desahuciados, enfermos desatendidos y miserables varios, el problema es la imagen de una panda de pijos de buen vivir que forman parte de esa familia corrupta que hoy son los grandes poderes políticos, financieros y de nobiliario diverso. Al marciano lo que le asombra es que los jodidos sean una mayoría abrumadora y sean incapaces de tomar conciencia de clase, que no tiene que ser necesariamente el impulso de cargarse en medio de los Urales a los Romanov como en 1918, ni siquiera es un debate sobre la Monarquía/República, pero es un sentido mínimo de ciudadanía con conciencia igualdad de derechos o igualdad de condenas ante el delito (la reciente reforma del Código Penal ablanda las penas a los grandes defraudadores y endurece los castigos a los delitos de pobres). Las familias del poder sí que tienen conciencia de clase, se mueven mejor como grupo: son como las manadas de leones, que entre media docena de sus miembros dominan un rebaño de inmensos búfalos desconcertados y cainitas que no asumen su propia soberanía. Si la conciencia de súbdito se transformara en conciencia de clase…

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