Durante ese periodo, el saldo migratorio en la comunidad autónoma sería negativo en 15.598 personas

Más de 132.000 gallegos emigrarán al extranjero hasta 2021, según datos del INE

Más de cinco millones de españoles abandonarían su país en los próximos diez años, de los cuales, 132.396 serían gallegos, según datos facilitados la pasada semana por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que reflejan un saldo migratorio negativo en la comunidad autónoma de 15.598 habitantes, con la llegada de sólo 116.798 inmigrantes.
Más de 132.000 gallegos emigrarán al extranjero hasta 2021, según datos del INE

Más de cinco millones de españoles abandonarían su país en los próximos diez años, de los cuales, 132.396 serían gallegos, según datos facilitados la pasada semana por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que reflejan un saldo migratorio negativo en la comunidad autónoma de 15.598 habitantes, con la llegada de sólo 116.798 inmigrantes. Por provincias, el saldo negativo más elevado corresponde a Pontevedra (-6.932), siendo Lugo donde se registra el saldo negativo más bajo (-978). Por su parte, A Coruña (con -2.675) será la que verá marchar a mayor número de habitantes (49.476).

Alrededor de 260.000 personas en edad de trabajar figuran en Galicia en la lista del paro, según datos del pasado mes de septiembre. La cifra, que supone el 20,13% de la población activa (1.311,7 habitantes) invita a buena parte de la ciudadanía a plantearse buscar empleo en el exterior ante la falta de expectativas laborales en la Comunidad y lo que para muchos nació como mera suposición, acabará convirtiéndose en realidad.
Así se refleja en los datos recientes facilitados por el INE donde se asegura que, desde 2012 hasta 2021, un total de 132.396 gallegos en edad de trabajar abandonarán Galicia y se instalarán en el extranjero. Por el contrario, el número de personas procedentes de otros países que optarán por Galicia como lugar de residencia durante dicho periodo se fija en 116.798, lo que arroja un saldo migratorio negativo en la Comunidad de 15.598 personas.
Pontevedra, con una previsión de 42.193 emigrantes y 35.261 inmgrantes, es la provincia gallega que presenta el saldo migratorio más negativo (-6.932 personas), seguida de Ourense, que despedirá a 25.398 personas y espera la llegada de 20.385, por lo que su saldo será de -5.013 personas.
En A Coruña, con un saldo negativo inferior al de estas provincias (-2.675 personas) las cifras tanto de emigrantes como de inmigrantes son considerablemente superiores (49.476 frente a 46.801).
Por último, en Lugo, con 978 personas menos, se espera que abandonen la zona 15.329 habitantes y la llegada de 14.351 procedentes del extranjero.
En el conjunto del Estado, la pérdida, según el INE, se aproxima a 1,4 millones de personas entre 2012 y 2021, ya que a las 3.877.094 que elegirán a España como lugar de destino se contraponen las 5.203.157 que abanonarán el país.
De acuerdo con las últimas informaciones disponibles, el saldo migratorio en España también será negativo en el presente año en 181.479 personas, como consecuencia de un flujo inmigratorio “esperado” de 376.696 habitantes (un 17,7% inferior a 2011) y de una emigración al extranjero “prevista” de 558.175, lo que supone un 9,9% más que el pasado año.
La propensión actual a emigrar hacia y desde España que se observa hoy supondría una progresiva, pero lenta, recuperación de su saldo migratorio pasado el umbral de 2021. Entre 2022 y 2031, el saldo negativo quedó fijado en 514.360 personas y entre 2032 y 2041 será considerablemente inferior (-4.191).
La tendencia se invertirá en los próximos diez años, ya que entre 2042 y 2051 el saldo migratorio en España será positivo en 437.578 personas, ya que en 40 años el flujo migratorio ascendería a 16,7 millones de habitantes.
La mayor parte de los inmigrantes procedería de la Unión Europea (4,9 millones), aunque el envejecimiento de la población, también esperado en Europa, iría reduciendo progresivamente el flujo migratorio comunitario.
Sudamérica y África se mantendrían como los otros dos grandes puntos de origen de la inmigración a España (con 3,8 y 3,5 millones, respectivamente).
Todo indica que los efectos del envejecimiento demográfico de los países sudamericanos a medio plazo harían decrecer la inmigración procedente de esa zona, mientras que la inmigración africana experimentaría un continuo crecimiento al mantenerse como principal foco emisor de población joven.