Alumna de postgrado en Traducción Multimedia en la Universidad de Vigo

María Belén Rosbier: “Estaba buscando algo para estudiar fuera y estos másters me parecieron lo mejor”

Licenciada en Comunicación Social en Argentina, María Belén Rosbier Gómez vivía con la ilusión de completar su formación académica fuera de su país. En marzo del año pasado, coincidiendo con una visita del secretario xeral de Emigración, Antonio Rodríguez Miranda, a Buenos Aires tuvo conocimiento del programa de becas que iba a implantar la Xunta para colaborar con los descendientes de gallegos en el exterior y se le abrió el horizonte.

María Belén Rosbier: “Estaba buscando algo para estudiar fuera y estos másters me parecieron lo mejor”
Belén Rosbier II
María Belén Rosbier disfruta de la beca desde Santiago de Compostela.

Licenciada en Comunicación Social en Argentina, María Belén Rosbier Gómez vivía con la ilusión de completar su formación académica fuera de su país. En marzo del año pasado, coincidiendo con una visita del secretario xeral de Emigración, Antonio Rodríguez Miranda, a Buenos Aires tuvo conocimiento del programa de becas que iba a implantar la Xunta para colaborar con los descendientes de gallegos en el exterior y se le abrió el horizonte. Este curso estudia postgrado en Traducción Multimedia en la Universidad de Vigo, pero desde Santiago, su ciudad encantada.

La ciudad de Buenos Aires fue el lugar elegido por sus bisabuelos maternos para establecerse, pero los tiempos han cambiado y, paradojas de la vida, su bisnieta prefiere Santiago de Compostela –la ciudad que tuvieron que abandonar a mitad del siglo pasado–, para vivir y desarrollarse profesionalmente. En la capital argentina, María Belén Rosbier Gómez estudió Comunicación Social y tuvo oportunidad de trabajar como orientadora en educación y como profesora y asesora de nuevas tecnologías, pero su objetivo era salir de su país.

En Argentina “estaba contenta”, pero, una vez alcanzado el umbral de desarrollo profesional, “era más de lo mismo”; “buscaba algo para estudiar fuera”, asegura.

Seis meses de residencia en Barcelona trabajando en ventas le ofrecieron la mejor cara de España y, aunque tuvo que regresar a Argentina por cuestiones personales, por su “nivel de vida, seguridad y cultura”, su intención era regresar.

“Yo quería vivir en España”, dice. Por suerte, en marzo del año pasado le llegó la oportunidad en forma de beca y, al igual que a otros jóvenes gallegos vinculados a la diáspora, la iniciativa de la Xunta ofertando cursos de postgrado en las tres universidades gallegas, le abrió las puertas a sus expectativas.

Con motivo de su viaje a Argentina para conceder las ‘compostelas’ a los participantes en el programa de Campamentos de Verano de su departamento, el secretario xeral de Emigración, Antonio Rodríguez Miranda, informó también al colectivo de jóvenes del programa de becas para descendientes de gallegos en el exterior que la Xunta había puesto en funcionamiento ese ejercicio y en el que tenían cabida un centenar de alumnos con un currículum brillante, que pudiesen acreditar la descendencia gallega y la nacionalidad española.

“Me estaba anotando en otras becas, porque estaba buscando algo para estudiar fuera, pero cuando tuve conocimiento de éstas, no lo dudé. En cuanto a condiciones, éstas eran lo mejor; las que más posibilidades tenían”, confiesa María Belén, quien califica la iniciativa de “fántástica” porque está orientada a insertar a los alumnos en el mundo profesional, matiza.

Este curso estudia Traducción Multimedia en la Universidad de Vigo, pero ‘on line’, desde Santiago, ciudad que le encanta y con la que se siente identificada por su “faceta cultural”.

“Es justo lo que buscaba”, “en Galicia estoy muy a gusto y, para mí, el lugar ideal es Santiago”, confiesa esta joven, quien no había establecido contacto con la colectividad gallega en Buenos Aires hasta el año 2016. Entonces tuvo la ocasión de participar como coordinadora en los Campamentos de Verano de la Xunta y visitar Galicia, sobre todo Santiago, donde tiene familia, con la que tuvo ocasión de contactar durante su estancia en la comunidad autónoma.

Sus bisabuelos maternos habían dejado la ciudad del Apóstol allá por los años 40 o 50 del pasado siglo y se habían trasladado a A Coruña. Desde allí salieron hacia Buenos Aires, donde su bisabuelo trabajó en la fábrica de chocolate y café Bonafide. Su abuela materna, que tenía 12 años cuando abandonó España, trabajó como modista en la capital argentina y su abuelo, de origen andaluz, más concretamente de Málaga, como empleado.

Ahora, lo que quiere esta joven argentina de origen gallego es aprovechar el máster, sobre todo en su parte más práctica –“Es un máster muy práctico”, aclara–, lo que le permitirá realizar traducciones especializadas en medios audiovisuales, sobre todo gracias a sus conocimientos de inglés.

El mundo ‘on line’ ofrece muchas oportunidades, sobre todo en su especialidad, asegura, y es por eso que instalarse profesionalmente en Galicia puede ser una buena opción para ella.

“Hay ofertas, pero todavía no me animo a buscar trabajo de traducción, primero necesito práctica”, confiesa.

Su futuro, como el de todos los demás becados, está en el aire, pero, de momento, se confiesa “muy abierta a todo”; a trabajar como empleada o como emprendedora, aunque reconoce que trabajar “es como uno está más involucrado”.

Por su experiencia, anima a todos los descendientes de gallegos que reúnen los requisitos a que aprovechen la oportunidad.