Procedentes de Argentina y Brasil, cursan en la Uvigo un máster gracias a las becas BEME

Luciana, Yuri y Luz, tres jóvenes a los que les mueve la idea de ampliar estudios en Galicia y vivir con seguridad

Las becas que la Secretaría Xeral de Emigración concede a los jóvenes del exterior para ampliar sus estudios en Galicia son acogidas por muchos de ellos con la alegría de quien recibe un soplo de aire fresco para hacer realidad sus sueños. Luciana, Yuri y Luz se cuentan entre los beneficiarios que este curso han encontrado en esta iniciativa de la Xunta la mejor respuesta a sus inquietudes personales: orientarse en el plano laboral y cumplir con el anhelo de profundizar en sus orígenes.

 

Luciana, Yuri y Luz, tres jóvenes a los que les mueve la idea de ampliar estudios en Galicia y vivir con seguridad
Chicos entrevista BEME 2
De izda. a dcha., Yuri Valente, Luciana Fenstra y Luz Corredera, en el puerto de Vigo el pasado miércoles 15.

Proceden de Argentina y Brasil y lo más probable es que el destino no se hubiese encargado nunca de reunir en un mismo lugar a estos tres jóvenes de no ser porque tienen algo en común: descienden de gallegos. Esa condición está en la base de su coincidencia este curso en Vigo, donde amplían su formación universitaria, gracias a la beca BEME que la Secretaría Xeral de Emigración les concedió por ser descendientes de gallegos y responder, entre otros, al perfil de persona menor de 40 años con un expediente académico brillante.

Cada uno en su especialidad, Luciana, Yuri y Luz cursan un máster en la Universidad de Vigo (Uvigo), al tiempo que tratan de adaptarse a las condiciones que le impone el nuevo espacio en el que se han instalado, que requiere habituarse a un clima, costumbres e incluso, como en el caso de Yuri, a un idioma diferente.

Yuri Valente Míguez

Yuri Valente Míguez, procedente de Brasil, concretamente, de Río de Janeiro, estudia en la actualidad un máster en Ciencias Ambientales y Tecnología Agroalimentaria en la Uvigo. Llegó con un grado en Veterinaria, después de un tiempo trabajando en Río como anestesista de perros y gatos, y a Galicia ha venido “para continuar con mi carrera”, dice, aunque, de momento, no tiene claro si orientar sus pasos por el camino que le marca el máster o por el que se ha iniciado profesionalmente.

Yuri es el primer miembro de su familia que se atreve a dar el paso del retorno y, de este modo, realizar el recorrido inverso que hizo su abuelo hace cien años, cuando se desplazó de Pontevedra a Río de Janeiro, para procurarse mejores condiciones de vida. De él aprendió unas costumbres que ha querido recuperar y vivir en carne propia. De ahí su disposición a aceptar la invitación del Gobierno gallego para trasladarse a Galicia a hacer el máster.

“Quería saber cómo es el lugar de donde era mi abuelo; sus costumbres”, comenta, una vez que su abuelo, que ejerció como empresario en Brasil, ya no está, por voluntad de unos delincuentes que hicieron uso de la violencia para acabar con su vida. “Lo asesinaron en un asalto”, asegura, resignado, el joven, a quien, el máster le está resultando muy interesante.

“El máster es muy bueno. En Brasil, las facultades son muy buenas, pero aquí, los laboratorios están muy equipados”, asegura.

El cambio le está costando, sobre todo porque aún no habla bien español, pero, según dice, se adapta bien. Reconoce que, frente a lo que está acostumbrado en Brasil, “hay pocos jóvenes y más personas mayores”, pero unos y otros “son receptivos” y “me tratan bien”.

Respecto a la estrategia de la Xunta para traer a Galicia a jóvenes del exterior mediante una beca, la considera “muy inteligente”, porque son jóvenes “con un grado universitario y con diferentes bagajes que traen a Galicia la experiencia de un trabajo”, y “eso es bueno”, apostilla.

Luciana Fenstra Salvado

Experiencia similar está viviendo este curso su compañera Luciana Fenstra Salvado, quien llegó a Galicia procedente de Buenos Aires, donde se licenció en Nutrición. En la actualidad, Luciana cursa en la Uvigo un máster en Tecnología Agroalimentaria, “un área en el que no tenía mucho conocimiento, pero en la que me estoy instruyendo”, dice.

Su idea es trabajar en el área alimentaria “y lo voy a intentar”, comenta esta joven, que valora “superbién” la iniciativa de la Xunta, porque “está resultando como esperaba”, dice. También por las posibilidades que le abre desde el punto de vista académico y por “el apoyo y la orientación” que la Administración le presta a los becados.

Nieta de gallegos emigrados desde Santiago de Compostela a Buenos Aires en el año 1948, la integración está resultando para ella “como si estuviera en casa”. Y es que la ciudad de Vigo le resulta “muy amena”. “Me gusta mucho”, confiesa. También “la gente”, añade. E incluso el clima, “ahora que hace bueno”, le resulta también de su agrado.

Luciana se animó a dar el paso de dejar Argentina y buscarse camino profesional en Galicia, pero no así sus padres, que no se plantean el retorno. “Están arraigados en Argentina”, asegura.

Luz Corredera López

La separación de su familia y amigos fue lo que más le dolió a Luz Corredera López cuando se decidió a abandonar también el país austral para trasladarse a Galicia a estudiar un máster, pero es que “en Argentina es imposible progresar a nivel profesional”, dice. Si a ello se añade la “inseguridad” ciudadana que se respira en el país, la beca se convirtió en el halo que le marcó el camino para crecer en el área de la comunicación y traducción internacional.

En Buenos Aires estudió para trabajar como traductora pública, que en España equivaldría a traductor jurado. En la Uvigo realiza un máster de Traducción Internacional y un título también de Traducción de Videojuegos, que espera que le sirva para abrirse paso en el terreno laboral, algo que puede hacer desde Galicia, comenta, puesto que “mi profesión se proyecta internacionalmente, por lo que no veo Galicia como un impedimento”.

Su idea es “quedarme a vivir aquí”, confiesa, porque “puedo vivir aquí y trabajar con empresas internacionales de manera remota”.

Luz estuvo solo una vez en España, en el sur, pero no conocía Galicia.

La beca de la Xunta, que “me parece increíble”, dice, estuvo en la base de su decisión de abandonar Buenos Aires, porque “en Argentina, un máster es muy caro y no da el sueldo para ello”, asegura. Además, dice Luz: “Quería conocer mis raíces” gallegas, que le llegan de Chantada, de donde era su bisabuela.

El tiempo que lleva en Galicia le permitió ya acercarse a la aldea de su progenitora y se plantea volver para asistir al festival de música que cada año se organiza en Chantada.

El programa de la Xunta para que vengan a estudiar a Galicia jóvenes del exterior le parece “excelente”, porque “la mayoría venimos de Latinoamérica, donde es difícil tener estas oportunidades”, que “me parecen imprescindibles para crecer”, comenta.

Luciana, Yuri y Luz coincidieron el pasado miércoles en un acto en Vigo programado por el departamento de Emigración de la Xunta, al que asistió el secretario xeral de ese departamento, Antonio Rodríguez Miranda, quien explicó a los presentes las bondades de la Estratexia Galicia Retorna para el periodo 2023-2026, en la que se inscriben las becas BEME de las que son beneficiarios.

Gracias a estas becas, que se conceden desde el curso 2017-2018, un total de 1.400 jóvenes de la diáspora, distribuidos por toda la geografía mundial, han tenido la oportunidad de trasladarse a esta comunidad autónoma para ampliar sus estudios, bien a través de un máster –en el caso de los titulados universitarios– bien mediante un ciclo de formación profesional, que, en ambos casos, están pensados para proporcionarles el impulso necesario que les permita incorporarse al mercado laboral.

Una incorporación que la Xunta prefiere se haga dentro del propio territorio autonómico con el fin de que los llegados del exterior puedan, con su presencia y experiencia personal y laboral, contribuir al desarrollo económico y demográfico del país.

Las becas BEME disponen en la actualidad de una cantidad para realizar el máster que oscila entre 7.500 y 12.000 euros por alumno (dependiendo de los créditos del curso y del lugar de procedencia) y el número de plazas disponibles se sitúa en 250. El criterio de selección se lleva a cabo atendiendo a la excelencia académica de los solicitantes, que este año tienen de plazo para pedir la beca hasta el próximo 28 de marzo.