Lei de Galeguidade, una norma para definir el futuro de la emigración gallega

La aprobación de la Lei de Galeguidade, el pasado mes de junio, puede considerarse el acontecimiento más sobresaliente de cuantos se sucedieron en el ámbito de la emigración durante 2013. La normativa supone un punto de inflexión en la forma de afrontar los asuntos relacionados con la diáspora y con ella se pretende dar un impulso a la proyección exterior de la economía gallega, a la unión de centros y al papel de la mujer y los jóvenes en las sociedades en las que se agrupan.
Después de años trabajando en un proyecto que clarificara el viejo concepto de ‘galeguidade’ y lo adaptase a las necesidades actuales de la diáspora, el Parlamento gallego dio por fin luz verde al proyecto gracias, únicamente, al respaldo de los ‘populares’, que ven en la Lei un instrumento para adecuar al momento actual “la nueva realidad de la ciudadanía gallega en el exterior”, aseguró en su momento la portavoz del PP en la Cámara autonómica, Paula Prado.
Criticada por la oposición por falta de reconocimiento hacia una ‘galeguidade’ en sentido individual que otorgara a los ciudadanos en la emigración un sentido de identidad con su tierra que parece reservado exclusivamente a las entidades asociativas, la entrada en vigor de esta norma se produce en un año en el que no faltaron los habituales viajes al exterior del máximo representante del departamento de Emigración de la Xunta, Antonio Rodríguez Miranda, quien fue elegido para el cargo en la actual legislatura, lo que constituyó otra de las noticias destacables del año que ahora finaliza, después de que su antecesor en el cargo, Santiago Camba, fuera designado consejero de Empleo y Seguridad Social en Argentina.
Si promover la unión de centros está contemplado en la nueva Lei de Galeguidade como una de las medidas a adoptar por aquellas entidades con dificultades para sobrevivir, 2013 pasará a la historia como el año en el que se han dado los primeros pasos en este apartado, al anunciar un total de 15 entidades gallegas en Cataluña el inicio de su proceso de unión, el pasado mes de mayo.
Para los anales quedará también la primera visita oficial a Cuba del actual presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, quien este mes de diciembre viajó al país caribeño para visitar a los más de 38.000 paisanos que residen en la isla.
El año 2013 en emigración, al igual que en los restantes apartados de la administración autonómica, estuvo marcado por el recorte presupuestario al que el Gobierno gallego somete a todos sus departamentos en estos tiempos de crisis. Si bien contó con una partida considerablemente inferior a la de 2012, en 2013 se han seguido desarrollando los programas de la Secretaría Xeral para prestar atención a la diáspora.
Otros acontecimientos como el 105º aniversario de la interpretación del himno gallego en Cuba, la concesión de la Medalla de Oro al Mérito Civil al Centro Gallego de Barcelona, la conmemoración en la Casa de Galicia en Madrid del 150º aniversario de la publicación de ‘Cantares Galegos’ de Rosalía de Castro, la concesión de subvenciones a los emigrantes retornados para la creación de empresas o la polémica en la que se ven inmersos algunos emigrantes retornados, sobre todo de Europa, después de que la Agencia Tributaria les reclamase cantidades sin declarar desde 2008 son, junto con los viajes del exterior del secretario xeral, algunos de los asuntos que han llenado nuestras páginas durante el año que ahora termina.