Galicia, uno de los mejores sitios para vivir, sienta las bases para ‘envejecer de lujo’

Con una esperanza de vida que roza los 84 años, Galicia figura como la cuarta región de Europa con mayor tasa de longevidad, según datos de 2020 de Eurostat, la Oficina Europea de Estadística. El hecho refleja un “éxito colectivo” del camino emprendido en la comunidad autónoma para aportar más años a la vida, según el director xeral de Atención Integral Sociosanitaria de la Consellería de Política Social, Antón Acevedo Prado. 

Sin embargo, la Administración autonómica se propone ir más allá en la atención al colectivo y el siguiente paso se centra no solo en aportar más años a la vida sino también en proporcionar “más calidad de vida a los años”,  apunta, desarrollando para ello un nuevo modelo de cuidados a los mayores, así como de residencias, que estimule su día a día y en un entorno más seguro en el que desenvolverse.

Médicos, geriatras, trabajadores de residencias, sanitarios, arquitectos y también familiares han colaborado con el proyecto de la Consellería para diseñar un modelo de cuidados –que ya fue presentado por la conselleira, Fabiola García Martínez, el pasado diciembre en el Parlamento de Galicia– sobre el que se asienta la normativa que sobre este asunto, podría quedar aprobada a finales del presente ejercicio para su aplicación el próximo año. 

De lo que se trata es de ofrecer al usuario una atención especializada y adaptada a sus especificidades sobre la base de cuatro pilares fundamentales: la humanización del trato con los usuarios y la formación continuada de todos los profesionales que los atienden; introducir mejoras en la coordinación entre la sanidad y los servicio sociales; promover el aprovechamiento de la tecnología en favor del colectivo, e introducir reformas estructurales en las residencias de nueva creación, que permitan a los usuarios una convivencia más familiar y adaptada a los nuevos tiempos.

Esto quiere decir, según Acevedo Prado, que, a partir de este momento, a la hora de planificar la estancia de los mayores en las residencias se pensará en “modelos sostenibles” y de “convivencia” que deberán parecerse más “a los hogares que a los hospitales”, de tal manera que sean “una continuidad de la casa” y, por tanto, “abiertos a los familiares”.

Siete residencias de la Fundación Amancio Ortega

La intención del Gobierno gallego a este respecto es trabajar para implantar este tipo de edificaciones por todo el territorio autonómico, en señal de respuesta a la creciente demanda y teniendo en cuenta la variedad de situaciones de dependencia que se generan en la etapa del envejecimiento.

De carácter público –como las  que financia la Fundación Amancio Ortega y que ya se empezaron a construir o están en trámites en las siete principales ciudades gallegas– o privado, se instalarán en ambientes urbanos, semiurbanos o del rural, de tal manera que “estén integradas en el ámbito en el que se erigen” y “la gente pueda envejecer donde quiera”, porque “no queremos que se desarraiguen” de su lugar de origen, señala el director xeral. 

Tanto las públicas como las privadas deberán ajustarse al modelo que establezca la nueva normativa sobre el particular, en la que trabaja la Consellería Política Social y que se prevé pueda estar concluida en junio para su posterior aprobación. Se prevé que “a lo largo de este año pueda estar ya en marcha”, constata Acevedo.