“Pequeñas unidades de convivencia” que sean “una réplica del hogar”

El concepto de residencia para mayores ha experimentado un cambio sustancial en los últimos tiempos. La idea del ingreso que aparca los estímulos y deja a las personas a merced del declive propio de la edad ha quedado caduca y en su lugar surge un nuevo modelo de espacio de acogida que mejora la convivencia e impulsa la actividad, lo que contribuye a prolongar la calidad de vida de los usuarios.
“Pequeñas unidades de convivencia” que sean “una réplica del hogar”

En este nuevo modelo de residencias se trabaja ya en Galicia, donde existe interés por este asunto y “el sector ha reaccionado bien”, constata el director xeral de Atención Integral Sociosanitaria de la Consellería de Política Social, Antón Acevedo Prado, quien detalla las características arquitectónicas que deberán tener. 

Se trata de espacios con capacidad para alrededor de 150 personas con miniresidencias dentro de cada uno de ellos. Acevedo Prado habla de “pequeñas unidades de convivencia” de 25 personas como máximo, que permitan a los usuarios “hacer su vida normal”. Así, en cada una de ellas habrá salas comunes, como las de televisión, el comedor y la zona de visitas, que incrementarán un 20% la superficie disponible con respecto a las actuales.

La otra parte está reservada para las habitaciones, dobles o individuales, que estarán aireadas y dispondrán de baño propio. Dichas estancias verán aumentado también su tamaño con respecto a las actuales residencias, al pasar de 9 metros cuadrados a 12 las indivuales, y de 12 a 19 las dobles.

Acevedo pone especial énfasis en el hecho de que el usuario podrá ambientar y decorar su habitación a su gusto, con muebles personales, libros, fotografías, cuadros y demás enseres que tengan a bien desplazar desde sus casas hasta la residencia, porque, de lo que se trata es de “huir del aspecto hotelero” de las residencias convencionales y hacer de ellas una “réplica del hogar”.