TRIBUNA ABIERTA DE GONZALO MUÑOZ SANZ

Ética y moderación frente a mentiras y extremismo

Solemos pensar que los ciudadanos juzgan a los políticos en función de los resultados obtenidos. Así, un emprendedor que consigue que su negocio despegue durante una legislatura complicada tenderá a valorar positivamente al presidente de turno. Igualmente, un empleado o funcionario que ve su sueldo aumentar más allá de la inflación, hará lo mismo. Sin embargo, hay otros componentes que explican los resultados electorales mucho mejor: la ética demostrada en el cargo y la moderación en la toma de decisiones. 
Ética y moderación frente a mentiras y extremismo

La ética y la moderación son fundamentales en política porque nos ayudan a sentirnos representados, a estar tranquilos y a confiar en el funcionamiento de las instituciones, de manera que podemos centrarnos en vivir nuestras vidas. Por otro lado, la mentira reiterada cuando se ocupa un cargo público es inaceptable ya que el ciudadano no tiene recursos para cambiar su voto hasta pasados cuatro años. Así llegamos a enero de 2023, con un presidente que lleva 3 años mintiendo sistemáticamente y abusando de la confianza de sus votantes. No merece la pena enumerar todas las mentiras de Sánchez porque la lista es interminable. Sí debemos recordar las mentiras más dañinas: aquellas que han desembocado en cesiones inaceptables a los independentistas, a los delincuentes y a los comunistas más radicales. 

Los indultos, la eliminación de la sedición, las concesiones a malversadores (como Griñán), los regalos penales a los violadores y los pactos con Bildu para debilitar el estado de derecho son suficientes para que la opinión pública censure al PSOE en las siguientes elecciones municipales, autonómicas y, eventualmente, generales. El gran peligro de hacer concesiones políticas a grupos radicales es que vacías tu partido de valores y de razones para ilusionarse. También debemos recordar la gestión desastrosa de lo público por parte de esta administración. Sánchez ha colocado a gente sin preparación en puestos clave sólo para devolver favores y controlar el relato político. Ahí tenemos a José Félix Tezanos al frente del CIS o a Juan Manuel Serrano, que llevó a Correos en 2020 a unas pérdidas nunca vistas en su historia: 264 millones de euros. 

Por desgracia, Pedro Sánchez y Podemos no son los únicos que están destruyendo la confianza que los ciudadanos depositan en las instituciones públicas de España. La formación que dirige Santiago Abascal está proponiendo cambios radicales que afectan a los consensos que desembocaron en la Constitución española, que representa a todos los miembros de la sociedad española. Como ejemplo, el modelo centralista de Vox nos habría dejado en 2020 indefensos ante los abusos constitucionales del gobierno de Sánchez, que sólo fueron destapados por presidentes regionales valientes como Núñez Feijoo y Díaz Ayuso. Además, agravaría los problemas territoriales empujando a parte de las sociedades catalana y vasca a posiciones más radicales. Además, las falsas polémicas como el protocolo sobre el aborto en Castilla y León sólo sirven para dividir a los ciudadanos que se oponen a la mala gestión de Sánchez.

Para este año electoral clave, es fundamental contar con líderes políticos que se preocupen por la verdad, la centralidad y el bien común. Líderes que durante su carrera política hayan demostrado un compromiso constante con la honestidad y la moderación. La sociedad española también necesita bajadas de impuestos para que los ciudadanos puedan decidir cómo gastar su dinero. Precisamos representantes que defiendan la necesidad de legislar pensando en la mayoría de los españoles, sin revanchismo, rechazando el extremismo. Además, debemos promover el diálogo como herramienta para alcanzar acuerdos con aquellos que piensan diferente.

Gonzalo Muñoz Sanz

Es experto en liderazgo empresarial. También es miembro del consejo de administración de la Cooperativa Bancaria de Harvard, gobernador de la Asociación de Boston de Harvard Business School y presidente del Consejo de Residentes Españoles en Boston.