La eliminación del voto rogado incrementó los sufragios del CERA en Galicia casi dos puntos en las generales de 2023
Las elecciones generales de julio del año pasado dejaron un dato para el análisis respecto a la participación de los votantes del exterior en los comicios que se celebren en España, y, en el aire, una incógnita: ¿Volverán las cifras a situarse al nivel de lo registrado antes de la entrada en vigor del voto rogado? (2011). Una vez abolido este requisito (en 2022) y suprimidos, por tanto, los pasos que imposibilitaban a esa parte del electorado ejercer el derecho al sufragio con mayor normalidad, la medida llevaba implícito un incremento de los votos llegados de fuera para sumarse a los de los residentes en el territorio. Sin embargo, ese incremento se desveló, de momento, menos amplio de lo que cabía esperar.
La cita electoral de julio de 2023 –la primera a nivel general que se celebró sin voto rogado– convocó a las urnas a 2.328.261 españoles inscritos en el CERA (Censo de Electores Residentes Ausentes), de los cuales, 233.688 ejercieron su derecho. Respecto a las anteriores generales (2019, donde hubo 145.853 votos emitidos), la participación creció 3,2 puntos, hasta situarse un poco por encima del 10% del censo del exterior. Sin embargo, esa cifra está todavía muy por debajo de las convocatorias anteriores a 2011, donde la participación llegó a alcanzar el 33,7% (convocatoria de 2008), el 29,3% (2004) o el 24,6% en las generales del año 2000.
Si se extrapolan los datos del 23-J a Galicia, donde el próximo 18 de febrero se celebran elecciones autonómicas, el nivel de participación estuvo 4,5 puntos por debajo del que se registró en el ámbito nacional. El incremento del número de gallegos que en esa convocatoria se decidieron a depositar su papeleta rondó, con respecto a cuatro años antes, los dos puntos porcentuales (1,9, concretamente). De los 472.142 inscritos en el CERA por Galicia, en las últimas generales ejercieron el derecho al voto un total de 26.974 electores, lo que supone el 5,5% de ese censo, frente al 3,6% registrado en la convocatoria de noviembre de 2019.
Victoria del PP en Galicia en 2023
En cuanto a la candidatura de preferencia, el mayor respaldo de los votantes gallegos del exterior en la cita electoral del 23-J fue para el PP, con 13.245 sufragios a su favor (el 50,8% de los votos emitidos), casi el doble que los socialistas, que obtuvieron 7.281 (27,9%). Sumar quedó en tercera posición, con 2.869 votos (11%), y Vox ocupó el cuarto lugar, con 2.679, lo que supone el 10,3% de los sufragios de los que residen en el extranjero.
Los conservadores se impusieron en las cuatro provincias. Por A Coruña consiguieron 4.246 papeletas, mientras que el PSOE obtuvo 2.713; Sumar, 1.233, y Vox, 829. Asimismo, incrementaron el respaldo en Pontevedra, hasta alcanzar los 4.319 votos, frente a los 2.345 del PSOE y los 1.019 de Sumar. Vox también experimentó un alza en sus datos por esta provincia con respecto a A Coruña, al alcanzar 865 sufragios. Por Ourense, los populares obtuvieron 3.017 votos; el PSOE, 1.176; Vox, 669 y Sumar, 382. Por último, la provincia de Lugo contabilizó 1.667 votos del CERA para el PP, 1.047 para el PSOE, 316 para Vox y 235 para Sumar.
Convocatorias en Galicia
La comparación de esos comicios con las autonómicas gallegas de 2020, donde la participación se situó en el 1,2%, deja un incremento de 4,3 puntos, pero el dato está fuera de la realidad, al coincidir dicha convocatoria con el periodo de confinamiento establecido por causa de la pandemia, lo que redujo considerablemente la participación. En cambio, si se tiene en cuenta el porcentaje de 2016, el incremento fue de 3,1 puntos, ya que entonces la participación se situó en el 2,4%.
Desde la entrada en vigor del voto rogado (2011), el mejor porcentaje de votos emitidos por los gallegos del exterior en unos comicios autonómicos se registró en los celebrados en 2012, con el 3,2% de papeletas emitidas.
Participación en las generales
La cifra más alta de concurrencia de los gallegos de fuera en unas generales desde la implantación del voto rogado se obtuvo en 2011, donde se llegó al 4,3%. El segundo mejor dato, un 3,5%, se registró en noviembre de 2019, año en el que se convocó a las urnas a los ciudadanos españoles también en abril. En esa ocasión, solo un 2,7% exterior ejercieron su derecho al voto. La participación fue incluso inferior en las generales de 2015, con un 2,5% de sufragios emitidos entonces.
La primera prueba, una vez quedó sin efecto lo recogido en la reforma de la Loreg de 2011, eleva algo la participación, pero deja cifras muy por debajo de las obtenidas antes de la entrada en vigor de dicha ley. Hasta ese año, el nivel de implicación de los gallegos de fuera en los comicios generales había sido del 36,6% (2008), del 33,2% (2004) y del 15% en 2000. En el plano autonómico, dejó un 32,5% en 2001, un 34,7% en 2005 y un 22,6% en 2009.
Por lo que respecta a las autonómicas de mayo de 2023, la Comunidad de Madrid contabilizó un 7,75% de los votantes del CERA por ese territorio, pero el incremento de sufragios ya iba siendo paulatino desde 2011, al pasar del 3,85% de ese año al 6,10% en 2021.
Asturias sí que experimentó mayor incremento de participación entre las autonómicas de 2019 y las de 2023. La Junta Electoral provincial contabilizó en mayo del año pasado 7.329 votos de residentes ausentes, lo que supone una participación del 5,9%, frente al poco más del 2% de hace cuatro años. Lo mismo sucedió en Canarias. Los votos del CERA se elevaron a 7.400 (menos del 5% de ese censo, que ascendía a 162.109 potenciales votantes), pero la cantidad se cantidad dobló con respecto a 2019, donde los que residen en el extranjero aportaron 3.694 votos a los comicios autonómicos en el Archipiélago.
