PARTICIPARON ENRIQUE SANTíN, ALFONSO PALOMARES, CARLOS REIGOSA Y JOSé RAMóN ÓNEGA

La Casa de Galicia en Madrid acogió un debate sobre las patologías de los políticos

‘La patología de los políticos’ es el título de un libro reciente del escritor y empresario Enrique Santín y el de la mesa redonda que con motivo de la publicación de ese libro se ha celebrado este miércoles en la Casa de Galicia en Madrid.

La Casa de Galicia en Madrid acogió un debate sobre las patologías de los políticos
Santín firma ejemplares a los asistentes al acto.

‘La patología de los políticos’ es el título de un libro reciente del escritor y empresario Enrique Santín y el de la mesa redonda que con motivo de la publicación de ese libro se ha celebrado este miércoles en la Casa de Galicia en Madrid. En ella han participado, además del autor del libro, los escritores y periodistas Alfonso S. Palomares y Carlos G. Reigosa y el delegado de la Xunta de Galicia en Madrid, José Ramón Ónega, que moderó el encuentro, ante numeroso y relevante público, entre el que se hallaban el presidente del Consejo de Estado, José Manuel Romay Beccaría, y el exministro Rodolfo Martín Villa.

Ónega valoró que el libro de Santín debería estar en las mesillas de noche de todos los políticos y de los que aspiran a serlo y ser de obligada lectura en universidades y en partidos políticos. “Santín hace gala de una pluma ágil, reflexiva y elegante de profesor acostumbrado a los clásicos y a la autoridad, tanto de estilo como de funcionamiento”, manifestó, añadiendo que la obra resume lo que es la política y lo que deberían ser los políticos.

Palomares dijo haber sacado del libro el convencimiento de que lo que el autor “quiere formular para el futuro es que la vida sea libre para cada uno y justa para todos y que este es el fin que deben perseguir todos los políticos”. “Es un libro fruto de la vida. Este libro no se escribe de adolescente”, sostuvo. También defendió que una sociedad no es democrática si no cuenta con una prensa libre.

 “Si don Alfredo Pérez Rubalcaba hubiese leído este libro, no hubiera optado por ‘remitir al transcurso del tiempo la solución de los problemas’ porque esto es caer en un fatalismo o en un voluntarismo falso y peligroso”, apreció Reigosa, quien resaltó que en el libro se manifiestan 106 formas de patologías y el comportamiento que las enmienda. Afirmó que el libro es oportuno y completo, contiene “toneladas de sentido común y de agudeza intelectual” y está escrito con un estilo directo y divertido. Por otra parte, se admiró de que sus notas coincidiesen con las de Ónega en considerar que debería ser de lectura obligatoria para los políticos.

Santín agradeció la presencia de los participantes en la mesa y de los asistentes al acto y se refirió a la Casa de Galicia como “hogar y foro de cultura de Galicia en Madrid” y “nave insignia y capitana de la galleguidad”.

Respecto al libro, reconoció a Palomares que no es fruto de un día sino de su larga trayectoria vital, a pesar de lo cual, señaló, “fue hecho de un tirón, a las orillas del Tajo, en una semana en Lisboa en la que hacía mal tiempo” y se vio obligado a recluirse en el hotel.

Aprovechando la presencia de los dos prestigiosos periodistas que le acompañaron en la mesa, Santín subrayó “la excelencia del periodismo auténtico que ellos representan y cuyos pilares fundamentales son: autonomía de pensamiento; independencia de criterio y espíritu crítico”. “Pero esos tres pilares de la información y el periodismo sólo son posibles en una sociedad plural, abierta y democrática. La crítica periodística es tan esencial a la democracia como la censura lo es a la dictadura”, advirtió.

Con un apasionado discurso, Santín defendió que “los medios de comunicación social, en todas sus modalidades, siempre que sean y se ejerzan con libertad y responsabilidad, constituyen el mayor bastión frente a los abusos del poder”; que “de no ser por la libertad de la información, muchos de los males de nuestra sociedad y muchos de los abusos y errores de nuestros políticos quedarían ocultos o, lo que es peor, impunes” y que “la libertad política de la persona y el reconocimiento de su dignidad como ciudadano, necesitan, en suma, de la división de poderes, la libertad de prensa y la acción popular o ciudadana”.