Este fin de semana estarán en el municipio coruñés de Cambre

La Asociación de Pensionados de Venezuela en Galicia retoma las charlas informativas sobre las pensiones de los retornados

La Asociación de Pensionados de Venezuela en Galicia (Apejuveg) comenzó sus charlas itinerantes por diferentes localidades de Galicia para informar sobre el Convenio Hispano-Venezolano y las diferentes opciones de jubilarse en España. En concreto, el pasado fin de semana estuvieron en A Coruña y este sábado, día 11, a partir de las 10:00 horas, estarán en el municipio coruñés de Cambre su presidenta, Fernanda Ruiz, y la colaboradora Mónica Janeiro.

La Asociación de Pensionados de Venezuela en Galicia retoma las charlas informativas sobre las pensiones de los retornados
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Mónica Janeiro y Fernanda Ruiz atienden a los retornados venezolanos en A Coruña.

En siguientes días visitarán otras ciudades como Santiago, Ourense, A Estrada y Lalín. “Iremos a donde hay asociaciones de venezolanos que nos pueden ayudar a reunir a los pensionados”, pero, sobre todo, “a las ciudades más grandes que es a donde retorna la mayoría de la gente”, asegura Fernanda Ruiz.

“Nosotros hacemos estas campañas de oficinas itinerantes para acercarnos a estas personas y explicarles los diferentes procesos”, afirma la presidenta de Apejuveg, quien también es la encargada de atenderlos en Vigo, pero quieren llegar a más gente y por eso recorren diferentes localidades gallegas ahora que no hay restricciones “porque muchas de estas personas son mayores y, a pesar de que podían ir con mascarilla, muchas veces no se sentían seguras”.

Esta Asociación se fundó en 2016 cuando el Gobierno de Venezuela dejó de pagar las pensiones a los retornados en España. “En ese momento, se vieron afectadas unas 3.000 personas”, apunta la presidenta de Apejuveg, quien explica que en aquel momento estos jubilados tenían reconocida una pensión en Venezuela y por eso no podían acceder a otras prestaciones en España. Finalmente, las reclamaciones dieron sus frutos y el Gobierno español reconoció que Venezuela no pagaba esas pensiones y dio el complemento a mínimos a los que tenían algo cotizado en España, una pensión asistencial a quien nunca cotizó y una pensión no contributiva para los que ya llevasen diez años viviendo en España.

“Este problema se resolvió, pero han seguido llegando personas retornadas de Venezuela y no saben que pueden trabajar porque el Convenio Hispano-Venezolano lo permite”, explica Ruiz. Asegura que muchos de los retornados no saben las diferentes opciones y cómo lo tienen que hacer “porque muchos de los trámites son diferentes a como se hacen en Venezuela”.

Hasta ahora siempre iban a estas charlas gallegos retornados mayores, pero ahora, explica Fernanda Ruiz, están viniendo sus hijos que tienen en torno a 60 años y que también están retornando o ya viven aquí. “Todavía no tienen la edad de jubilación, pero se preocupan porque aquí no van a poder cotizar los quince años, pero sí los tienen cotizados en Venezuela, se están acercando para ver qué va a ser de ellos y de su futuro cuando lleguen a los 67 y ahí es cuando les explicamos que pueden sumar la cotización en los dos países y que, aunque una parte no llegan a cobrarla porque Venezuela no la paga, pueden pedir el complemento a mínimos”.

“Es una labor que nos agradecen mucho”, explica Fernanda Ruiz, porque si no es por estas charlas y asesoramiento “muchos no se enterarían. Esto lo sabe el que retorna, pero cuando ya estás aquí te metes en el día a día del trabajo y de las pensiones de aquí, pero lo que es el retorno hay veces que ni las propias trabajadoras sociales lo saben”.

Ruiz se lamenta de que Venezuela se olvidara de sus pensionados en el extranjero “como si nunca hubiesen trabajado” y, además, el Gobierno no tiene intención de dialogar con el Gobierno español que en repetidas ocasiones ha pedido que se informe de cuándo se van a reanudar los pagos.

En general, la mayoría de los retornados que están en esta situación, explica Fernanda Ruiz, se sienten muy mal “porque han trabajado toda su vida, han pagado y han cotizado a la Seguridad Social para nada, para luego llegar a la vejez y tener que mendigar”. Normalmente, sienten “una gran impotencia porque sienten que les están robando su pensión” porque, aunque no lo manden, si ese dinero estuviera en alguna cuenta en Venezuela podrían dárselo a algún familiar o a alguien que esté allí.