Tribuna Abierta de Ángel Capellán

Un gran logro para el Consejo General de la CEE: Reuniones de la Comisión Permanente con los Grupos Parlamentarios del Congreso

El Consejo General lleva muchos años reclamando el derecho que tiene por ley de ser oído por las Cortes Españolas en materias legislativas que les afectan directamente. Hasta ahora estas peticiones, formalmente presentadas al Parlamento y repetidamente reivindicadas, habían sido desoídas. Ni siquiera cuando era el Pleno del CG quien expresaba su voluntad en acuerdos formales había conseguido esta meta.
Un gran logro para el Consejo General de la CEE: Reuniones de la Comisión Permanente con los Grupos Parlamentarios del Congreso
Ángel Capellán.
Ángel Capellán.

El Consejo General lleva muchos años reclamando el derecho que tiene por ley de ser oído por las Cortes Españolas en materias legislativas que les afectan directamente. Hasta ahora estas peticiones, formalmente presentadas al Parlamento y repetidamente reivindicadas, habían sido desoídas. Ni siquiera cuando era el Pleno del CG quien expresaba su voluntad en acuerdos formales había conseguido esta meta.

Qué gran motivo de satisfacción pues cuando a petición de la Comisión Permanente del Consejo que había sido convocada para reunirse en Madrid los días 12 y 13 de noviembre, y con la intervención eficaz de la secretaria general de Emigración e Inmigración, doña Marina del Corral, que también es ahora presidenta en funciones del Consejo General, los grupos parlamentarios accedieron a conceder sendas reuniones a la Comisión Permanente en el Congreso de los Diputados.

Este era un logro muy especial: La reunión prometida sobrepasaba los requisitos establecidos en el Estatuto y en el Real Decreto del Consejo General, que mandatan que el Consejo General tiene derecho a una audiencia anual para tratar asuntos de procesos legislativos en marcha. En esta ocasión, íbamos a poder ser consultados sobre un tema legislativo, todavía no iniciado formalmente, para la modificación de la Ley Electoral de 2/2011.

La Comisión Permanente tenía entre manos temas urgentes y sumamente peliagudos: Un borrador de Real Decreto que amenazaba complicar y empeorar aún más la situación del voto exterior, así como la necesidad de buscar soluciones urgentes al desastroso voto rogado. La Comisión vio enseguida que no avanzaría gran cosa si volvíamos por los caminos trillados de siempre: Pronunciamientos, declaraciones, peticiones escritas que acababan en saco roto y apenas tenían consecuencias. Era indispensable que si queríamos que nuestras reivindicaciones tuvieran eco, debíamos conseguir ser oídos por quienes elaboran y modifican las leyes.

Una vez que la secretaria general había conseguido el compromiso de reunión, teníamos ante nosotros una importante responsabilidad: Debíamos definir de una manera clara, respetuosa, y a la vez firme (lo cortés no quita lo valiente), las peticiones de modificación de la nueva Ley Electoral de Febrero de 2011 que tan nefasta había probado ser en todos los procesos electorales de 2011 y 2012. Tuvimos en ello un buen guía, experto en líderes legislativas, y legislador él mismo: nuestro director general de Migraciones, don Aurelio Miras Portugal. Debíamos pues preparar un documento que resumiera con precisión los cambios que ya el Consejo General ha pedido repetidamente a la Ley Electoral y que pudiéramos presentar, primero de viva voz y luego como documento escrito, a los diversos diputados que nos iban a recibir.

El documento resultante de nuestras deliberaciones pide en nombre del Consejo General y del colectivo de españoles en el exterior: 1) Que debe eliminarse en su totalidad el sistema de voto rogado y volver al sistema antes vigente de envío de oficio de la documentación y papeletas para votar a todos los electores, con las modificaciones pertinentes necesarias para añadir seguridad y transparencia al sistema. 2) Que se establezca un sistema bien delimitado de voto en urna, con mesas electorales establecidas en los consulados cuya población española lo justifique. 3) Que el Parlamento Español ponga en marcha el proceso que al final acabe con representación parlamentaria directa para los españoles en el exterior tanto en el Congreso de los Diputados como en el Senado. 4) Que se ponga en marcha lo antes posible y se amplíe después el sistema de voto electrónico en Internet. 5) Que se restablezca el derecho a votar en las elecciones municipales para quienes tienen una clara vinculación con su municipio (propiedades, inversiones, estancias vacacionales, etc.)

Con el documento ya consensuado y aprobado por unanimidad por la Comisión nos dirigimos al Congreso de los Diputados.

Se optó también por un formato que permitiera reuniones flexibles y fluidas. Tras las presentaciones iniciales, el portavoz designado por la Comisión, Rafael Castillo, haría una presentación de viva voz del documento con algunos comentarios explicativos. Esperábamos que los diputados asistentes hicieran también comentarios al documento y entabláramos algún tipo de diálogo. También habría una oportunidad para que los miembros de la Permanente que lo desearan hicieran algún comentario adicional.

Nos recibió primero el Grupo Parlamentario Socialista en el Congreso, representado por doña Esperanza Esteve, diputada por Barcelona. Esta reunión transcurrió con gran cordialidad. Doña Esperanza nos explicó cómo el Grupo Socialista en el Congreso tiene ya presentadas una serie de iniciativas en el Parlamento que incluyen la eliminación del voto rogado, el envío de oficio de las papeletas a los electores, el voto en urna, la creación de un distrito electoral en el exterior, y el voto electrónico. Indicó que debían considerar más a fondo el tema del voto en las municipales.

Un comentario a la vez lleno de ironía y de humor que dirigió el consejero Castillo a los diputados, en relación con las peticiones que presentábamos, es que todos hemos oído mil veces de la gran deuda que España tiene con la emigración española y en general con los españoles en el exterior. Castillo apuntó: “Ya va siendo hora de que empiecen a pagar esa deuda, aunque sea poco a poco”. Muy atinado.

A continuación pasamos a la sesión que nos ofrecía el Grupo Parlamentario Popular, encabezado por el diputado don Alfredo Prada, director de la acción del Partido Popular para el Exterior. Con él estuvieron también en la sesión la diputada Mª del Carmen Navarro y el diputado Ildefonso Pastor. Naturalmente éramos conscientes de que el posible impacto de nuestro documento en el Grupo Parlamentario que ostenta la mayoría absoluta en el Congreso podría ser importante. Teníamos gran interés en que al oírnos y poder entablar un diálogo con los legisladores de este grupo, nuestras reivindicaciones llegaran a buen destino. Naturalmente no podíamos esperar que estos diputados se pronunciaran con promesas específicas o compromisos de modificaciones de la ley cuando aún no se había iniciado tan siquiera el proceso de elaboración de la misma. Sin embargo nos dieron a entender que escuchaban y tendrían en cuenta nuestras peticiones. De nuevo el amplio diálogo con los tres diputados fue animado y constructivo. Varios consejeros hicieron observaciones y comentarios dirigidos a los diputados.

Finalmente, nuestra reunión con el Grupo Parlamentario de Izquierda Plural fue positivo. Asistieron el diputado por Sevilla don José Luis Centella y dos asesores. Amén de presentar el documento citado, quisimos destacar el apoyo que este grupo parlamentario ha ofrecido a la causa de la España Exterior especialmente en sus reivindicaciones para eliminar el voto rogado y en defensa de la plena representación parlamentaria para los españoles en el exterior. Los miembros del grupo reafirmaron este apoyo e indicaron la necesidad de hacer frente a una pronta modificación de la Ley Electoral. También reconocimos que el envío por e-mail que hicieron del borrador del Real Decreto mencionado arriba nos alertó a todos del problema que se nos avecinaba. Lo supimos debido a ellos, a pesar de que el Ministerio del Interior que elaboró este Real Decreto no se lo comunicó, como era su obligación por ley, ni al Ministerio de Empleo y Seguridad Social ni al Consejo General de la Emigración.

Estas reuniones son altamente constructivas pues con ellas no nos limitamos ya a la infructuosa transmisión de documentos, que dados los resultados, sabemos que no llegan muy lejos. No dudamos que los intercambios que en ellas mantuvimos crean una cierta conciencia de que los representantes parlamentarios conocerán mejor y más a fondo los problemas acuciantes de sus representados en el exterior. Son además la culminación de una petición del Consejo General en sus Plenos de que el Consejo debe ser oído por el Parlamento. Salimos con la impresión de que estas reuniones serán repetidas, especialmente una vez que se inicie el preoceso de elaboración de proyectos de ley que modifiquen las normas tan nocivas que se introdujeron en la Ley Electoral.

No sería justo terminar estas notas sin comentar sobre otros dos temas que ocuparon a la Comisión Permanente estos días. Tuvimos oportunidad de revisar el proceso de preparación y elaboración de propuestas sobre el reglamento del Consejo General que se avecina. En una sesión de esta Permanente que se proyecta tener a primeros de abril se consensuará un documento final que habrá tenido en cuenta todas las propuestas y se mandará al Pleno de julio.

El otro tema importante que abordamos es cómo vamos a conseguir tener una Comisión Permanente activa, comprometida, que responda mucho mejor a las espectativas y necesidades de un funcionamiento eficaz del Consejo General. A modo de iniciación propusimos tener reuniones mensuales telemáticas y que cada miembro de la misma se encargue del seguimiento activo de un número de acuerdos del Pleno que se le asignen.

Ya camino de vuelta a nuestros respectivos países de residencia, nos íbamos con una impresión general de que habíamos cumplido colmadamente con nuestra misión.

 Ángel Capellán Gonzalo, consejero general por Estados Unidos y miembro de la Comisión Permanente