Presidió en la Embajada de España una recepción a representantes de instituciones españolas en Marruecos

El Rey rindió un homenaje en Rabat al personal que trabaja en los centros del Cervantes

El Rey de España presidió, en la Embajada española en Rabat, una recepción a representantes de instituciones españolas afincadas en Marruecos, en la que rindió un homenaje al personal que trabaja en los centros del Instituto Cervantes.

El Rey rindió un homenaje en Rabat al personal que trabaja en los centros del Cervantes
El monarca saluda a los españoles que acudieron a la cita en la Embajada.

Dentro del programa de su visita a Marruecos, el Rey de España presidió, en la Embajada española, una recepción a representantes de instituciones españolas afincadas en Marruecos. Don Juan Carlos dirigió unas palabras, en las que quiso rendir un merecido homenaje al personal que trabaja en los centros del Instituto Cervantes, “donde se forman muchos de los profesionales que el país necesita y donde se enseña la lengua española que ya hablan millones de marroquíes”. También destacó el magnífico estado de las relaciones de España con la nación vecina, y agradeció a los presentes su contribución “para acercar cada vez más a nuestras dos sociedades”.

Durante este encuentro, el Rey conversó con varias familias españolas afectadas por la paralización de adopciones de niños marroquíes –tema que don Juan Carlos había tratado previamente con Mohamed VI–, realizadas mediante ‘kafala’, adopción islámica sin derecho a filiación.

Con anterioridad, el Rey presidió la clausura del Encuentro Rectores de Universidades españolas y marroquíes y la entrega del estudio conjunto hispano-marroquí sobre el uso de la lengua española en Marruecos y su potencia para el desarrollo de actividades económicas. Don Juan Carlos, en sus palabras, destacó la “cooperación reforzada que en materia universitaria nuestros dos países se han comprometido a promover tiene como objeto generar conocimiento e ideas innovadoras que contribuyan al desarrollo económico y social a ambas orillas del Estrecho. El horizonte final es la creación de una red universitaria hispano-marroquí que se convierta en un auténtico referente para la cooperación entre nuestra dos regiones”.

“No cabe duda de que, –continuó el monarca– por cercanía y amistad, las juventudes de Marruecos y de España están llamadas a beneficiarse mutuamente de esa oportunidad”. Don Juan Carlos también quiso agradecer a Marruecos “por acoger con hospitalidad esta amplia red educativa española aquí instalada”. Para finalizar, destacó que “en nuestro pasado compartido encontramos la convicción y la fortaleza necesarias para impulsar el mejor desarrollo de las relaciones entre nuestros dos países que aspiran a trabajar juntos para alcanzar un futuro de mayor prosperidad”.

En la última jornada del viaje, el jueves 18, el Rey recibió la llave de oro de Rabat y una réplica de la puerta de la ciudad. Durante el acto, que tuvo lugar en el Ayuntamiento de la capital marroquí, don Juan Carlos agradeció esta distinción y recordó los lazos que unen a la ciudad con España: “Muchas gracias por el generoso ofrecimiento de las llaves de Rabat, ciudad que mantiene tantos y tan antiguos vínculos con España. Es un gran honor recibir este símbolo de la capital del Reino de Marruecos [...] Rabat es también un icono evocador de un pasado común. La majestuosa torre Hassán, que domina la ciudad, se mira en su gemela sevillana, la Giralda, para recordarnos nuestra historia compartida”.