FIRMADO POR EL ARTISTA PEDRO SAVIÑÓN, REPRESENTA LA HISTORIA DE LA INSTITUCIÓN
Un mural de cerámica gigante conmemora los cien años de Real Club España de México
Un mural de más de cinco metros de ancho y dos y medio de alto fue inaugurado para celebrar el centenario de uno de los centros españoles más antiguos y emblemáticos de México, el Real Club España. La obra, hecha en cerámica en tonos tierra, representa la historia de la institución y está firmada por el artista Pedro Saviñón.

Un mural de más de cinco metros de ancho y dos y medio de alto fue inaugurado para celebrar el centenario de uno de los centros españoles más antiguos y emblemáticos de México, el Real Club España. La obra, hecha en cerámica en tonos tierra, representa la historia de la institución y está firmada por el artista Pedro Saviñón.
La inauguración del mural tuvo lugar en las instalaciones centrales del Club, en la Avenida Insurgentes de la Ciudad de México. Fue el 20 de marzo, justo 100 años después de la creación del Real Club España.
La obra plasma la historia y la esencia de este centro tan arraigado entre la comunidad española en México. El mural tiene más de 5 metros de longitud y más de 2.50 de altura y está elaborado con piezas engarzadas magistralmente como un gran rompecabezas. En tonos tierra, la pieza gigante está llena de elementos que han marcado al Real Club como la música, el sentido de comunidad y pertenencia, la religión, la cultura, el deporte y la historia. Sevillanas, máscaras, edificios antiguos o remeros son algunos de los aspectos retratados en la gran pared de barro.
El artista
La persona encargada de llevar a cabo el mural fue Pedro Saviñón, quien lo realizó ayudado por un equipo de artistas de Valle de Bravo, el pueblo donde radica.
Pedro Saviñón es un reconocido ceramista y asegura que “todavía no se ha alcanzado a apreciar a la cerámica como arte”. Instruido por el maestro Alberto Díaz de Cossío, ha participado en importantes exposiciones y en 2002 obtuvo el primer lugar en la primera Bienal de Cerámica Utilitaria en el Museo Franz Mayer. Antes de dedicarse de lleno a la cerámica incursionó en el diseño gráfico, la fotografía, la pintura y la escultura. Hasta que un día, literalmente, se tiró a un charco de lodo y de repente empezó a agarrarlo. “Me encontré con que mis manos estaban funcionando y que tenía que hacer esto”, dice.
Sobre la cerámica mural, opina que la principal problemática es el peso. El proceso es muy largo, con aspectos tediosos, aunque fascinante.
En la inauguración de la obra estuvieron presentes el embajador de España en México, Manuel Alabart; el cónsul, Miguel Ángel Fernández Mazarambroz y Bernabeú; el presidente del Club España, Juan José Lozano, además del Comité Organizador, todos los miembros del Consejo Directivo, familiares y amigos del autor de la obra y asociados.
La inauguración del mural tuvo lugar en las instalaciones centrales del Club, en la Avenida Insurgentes de la Ciudad de México. Fue el 20 de marzo, justo 100 años después de la creación del Real Club España.
La obra plasma la historia y la esencia de este centro tan arraigado entre la comunidad española en México. El mural tiene más de 5 metros de longitud y más de 2.50 de altura y está elaborado con piezas engarzadas magistralmente como un gran rompecabezas. En tonos tierra, la pieza gigante está llena de elementos que han marcado al Real Club como la música, el sentido de comunidad y pertenencia, la religión, la cultura, el deporte y la historia. Sevillanas, máscaras, edificios antiguos o remeros son algunos de los aspectos retratados en la gran pared de barro.
El artista
La persona encargada de llevar a cabo el mural fue Pedro Saviñón, quien lo realizó ayudado por un equipo de artistas de Valle de Bravo, el pueblo donde radica.
Pedro Saviñón es un reconocido ceramista y asegura que “todavía no se ha alcanzado a apreciar a la cerámica como arte”. Instruido por el maestro Alberto Díaz de Cossío, ha participado en importantes exposiciones y en 2002 obtuvo el primer lugar en la primera Bienal de Cerámica Utilitaria en el Museo Franz Mayer. Antes de dedicarse de lleno a la cerámica incursionó en el diseño gráfico, la fotografía, la pintura y la escultura. Hasta que un día, literalmente, se tiró a un charco de lodo y de repente empezó a agarrarlo. “Me encontré con que mis manos estaban funcionando y que tenía que hacer esto”, dice.
Sobre la cerámica mural, opina que la principal problemática es el peso. El proceso es muy largo, con aspectos tediosos, aunque fascinante.
En la inauguración de la obra estuvieron presentes el embajador de España en México, Manuel Alabart; el cónsul, Miguel Ángel Fernández Mazarambroz y Bernabeú; el presidente del Club España, Juan José Lozano, además del Comité Organizador, todos los miembros del Consejo Directivo, familiares y amigos del autor de la obra y asociados.