EL DIRECTOR GENERAL IMPUSO A MARíA DEL CARMEN MATEOS LA MEDALLA DE ORO DE LA EMIGRACIóN

Miras galardonó a la primera presidenta de Casa de España en Costa Rica

La Medalla de Honor de la Emigración en su categoría de oro llegó la semana pasada a Costa Rica para ser entregada a la primera mujer que preside ‘Casa de España. Asociación Española de Beneficencia’.

Miras galardonó a la primera presidenta de Casa de España en Costa Rica
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Un momento del acto de entrega de la Medalla de la Emigración.

La Medalla de Honor de la Emigración en su categoría de oro llegó la semana pasada a Costa Rica para ser entregada a la primera mujer que preside ‘Casa de España. Asociación Española de Beneficencia’. María del Carmen Mateos Velasco, natural de Calvarrasa de Arriba, un pueblo a 7 kilómetros de Salamanca, pero residente en San José (capital costarricense) desde hace 36 años, recibió de manos del director general de Migraciones, Aurelio Miras Portugal, el máximo galardón que concede el Gobierno en el apartado de emigración, en su caso, por su dedicación a la colectividad y, de un modo especial, a los mayores.

Desde 2004, María del Carmen Mateos preside una entidad que en 147 años de existencia (se fundó en 1886) sólo estuvo presidida por una mujer, a la que en 1994 ya le propusieron entrar en la junta directiva. Accedió porque la entidad “es un pedazo de España” y en ella se presta ayuda a los más necesitados. Y es que María del Carmen asegura que prestar atención a los mayores necesitados es una prioridad en su vida. Tanto es así que el año que viene, después de ser reelegida en cuatro ocasiones, es muy probable que no se vuelva a presentar para el cargo, pero sí está dispuesta a seguir ocupándose del grupo de la tercera edad que se creó en la Asociación.
El galardón que ahora se le impuso la dejó “sorprendida” porque sus padres le inculcaron la idea de trabajar para los demás sin esperar nada a cambio. Pese a todo, confiesa que el premio le hace sentirse “muy honrada”, y así lo aseguró a ‘Crónicas de la Emigración’ esta salmantina que, pese a la distancia, se sigue considerando muy española y poco emigrante.
“Yo no soy emigrante, los emigrantes salen de su país para buscar vida y deciden quedarse”, dice. Pero ella percibió desde un principio que no quería quedarse en Costa Rica a vivir. Ella se fue, embarazada de cinco meses y con un hijo de un año, siguiendo a su marido, un doctor costarricense que en su juventud se trasladó a estudiar medicina a Salamanca y que decidió desarrollarse profesionalmente en su país.
Hoy, ya con nietos, regresa a España siempre que puede, pero sus raíces están en el país centroamericano; un país con un “paisaje precioso”, que alberga a españoles de todas las comunidades autónomas (algunos incluso que han tenido éxito en los negocios, asegura), pero con costumbres muy distintas a las españolas. Por eso, a pesar de que no quiere abandonar a los suyos en vida, sí tiene claro que sus cenizas reposarán en España.
La decisión de no presentarse a la reelección como presidenta de la asociación, que cuenta con 1.200 asociados y una residencia con 31 habitaciones, el 50% de las cuales da cobijo a personas de origen español, no está del todo tomada. Hay personas que le piden que no se retire, pero ella está convencida de que en la vida “son buenos los cambios”. “Yo no me iría, a la Asociación la amo, pero son buenos los cambios”, reitera, y asegura estar convencida de que la han querido mucho, pero que también tuvo enemigos que han querido echarla del cargo y que no han podido. Ahora “me voy como yo quería y me siento orgullosa de tener más amigos que enemigos”, confiesa.


En Costa Rica y Panamá
Aurelio Miras Portugal entregó esta medalla dentro del programa que desarrolló en su viaje a Costa Rica y Panamá, que le permitió establecer contacto con la colectividad española, así como con representantes ministeriales de Trabajo en ambos países.
El viaje se inició el lunes 25 en Costa Rica, donde se reunió con representantes del CRE y con el cónsul en San José.
Miras aprovechó la visita a San José para entrevistarse con el ministro de Trabajo y Seguridad Social del país, al igual que hizo en Panamá, a donde se trasladó a partir del miércoles 27.
La agenda de trabajo del director general en Panamá contempló un encuentro con el embajador de España en este país, una reunión con los integrantes del CRE, así como con la junta directiva de la Sociedad Española de Beneficencia.
Miras también hizo entrega de la Medalla de Honor de la Emigración a la Cámara de Comercio de Panamá, se reunió con el director del Servicio Nacional de Emigración y visitó el Club Deportivo Unión Española.
Antes de su regreso a España tuvo la oportunidad de reunirse con los empresarios españoles en este país centroamericano.