La igualdad de derechos de la mujer emigrante y la violencia de género, a debate en Bonn

La Coordinadora Federal del Movimiento Asociativo en Alemania (CFMA) organizó en Bonn-Bad Godesberg, los pasados días 4 y 5 de abril, un seminario para tratar nuevamente sobre ‘La igualdad de derechos de la mujer emigrante y las situaciones de violencia de género’. Para participar como ponente en este seminario y tomar contacto con la emigración en Alemania, llegó desde España la directora gerente de la Agencia Madrileña para la Emigración (AME) de la Comunidad de Madrid, Victoria Cristóbal Araujo. Angela Peramato, psicóloga clínica, y Silvia Röck, directora de la Federación Internacional de Casas de Acogida de Düsseldorf, fueron las otras dos ponentes especializadas en el tema que intervinieron en el programa.
A pesar de que durante el mes de marzo ya habían tenido lugar varias conferencias con temática semejante, organizadas por la Consejería de Trabajo en otras ciudades alemanas, este seminario, subvencionado por la Dirección General de Emigración, contó con una numerosa participación.
Las mujeres siempre han participado en el movimiento asociativo, han sido el alma de los centros y, de hecho, su subsistencia se debe, en gran parte, a su trabajo y abnegación, pero pocas han asumido puestos de responsabilidad en ellas, y no porque no se les quisiera dar esa oportunidad, sino porque el sentimiento de inseguridad e inferioridad frente al hombre les ha movido a mantenerse al margen y seguir haciendo el trabajo callado de siempre.
La intención de la CFMA al organizar estos programas es ayudar a las mujeres a que tomen conciencia de su situación, de sus capacidades reales y de las posibilidades de actuación que les ofrece la sociedad, en general, y el mundo asociativo en particular, hacerles plausible que en todos los ámbitos de la vida tienen los mismos derechos que el hombre y que deben reivindicarlos, y tratar de sensibilizarlas frente a un tema siempre delicado: la violencia de género y las situaciones de maltrato en sus diferentes manifestaciones, que pueden afectar a las españolas emigrantes de cualquier edad.
José Povedano y Carmen Couto introdujeron el programa
A las once de la mañana del pasado sábado, hora del comienzo del seminario, el presidente de la Coordinadora Federal, José Povedano, saludó a las participantes llegadas de diferentes ciudades de Alemania y de Bélgica, y les recordó que en este encuentro se iba a continuar profundizando en los temas tratados en el último Seminario de la Mujer, realizado el pasado año en Königswinter, un evento de gran magnitud que había marcado el inicio de un proceso de sensibilización sobre el problema de la violencia de género en las familias.
Povedano mencionó también el gran éxito de la jornada celebrada en Aquisgrán el pasado mes de marzo con motivo del Día Internacional de la Mujer, a la que asistieron 220 mujeres, mostrándose especialmente satisfecho por la masiva respuesta a la invitación de la Coordinadora en colaboración con la Asociación de Padres de aquella ciudad.
Povedano resaltó el interés de la CFMA por los temas de la mujer y por organizar jornadas de reflexión en las que tratarlos, analizar qué problemas puede generar la violencia de género y ver cómo se pueden proteger las mujeres, y adónde pueden acudir en situaciones de emergencia para buscar ayuda.
“Estoy convencido de que el siglo XXI va a ser el siglo de las mujeres”, dijo el presidente de la Coordinadora, e hizo una observación importante sobre el futuro rol de la mujer en la sociedad, augurando que a medio y largo plazo, los niños y jóvenes van a estar en una situación de desventaja frente a las chicas, ya que éstas están alcanzando niveles más altos en cuanto a éxito escolar, formación y obtención de títulos superiores y ellas serán la nueva elite intelectual del futuro, un proceso que necesita tiempo a causa de las estructuras patriarcales y machistas todavía persistentes.
Povedano se refirió también al interés real de los políticos alemanes por la integración de los jóvenes con historial migratorio en la sociedad, algo que responde en gran parte al interés de la industria, que necesita los recursos humanos que este colectivo puede ofrecer.
En este sentido, subrayó el rol de la mujer inmigrante como “motor de la integración”, actuando de nexo entre la familia y la sociedad alemana.
Finalmente, deseó a todos un gran éxito durante el seminario, instó a todas a participar activamente en los debates posteriores a las conferencias y recordó que en el ciclo de actividades en torno al tema de la mujer se realizará un viaje cultural y político a Berlín, en el próximo mes de mayo, en el que las participantes, acompañadas por las responsables de la Mujer de la CFMA, tendrán ocasión de mantener conversaciones políticas en diferentes instituciones y visitar el Parlamento alemán.
Carmen Couto, vicepresidenta de la CFMA y responsable de los programas de la mujer, habló en el acto de apertura del seminario sobre la doble discriminación de que son objeto las mujeres emigrantes, y se refirió a la Medida de Protección Integral contra la Violencia de Género –Ley Orgánica 1/2004 del 28 de diciembre– y a la Ley Orgánica de 3/2007 del 22 de marzo, para la Igualdad Efectiva de Mujeres y Hombres, “que constituyen el marco legal de nuestras presentes y futuras acciones”, dijo, y añadió que desde la Coordinadora Federal del Movimiento Asociativo en Alemania se intenta informar constantemente sobre el tema.
Quiso hacer, además, una observación sobre el feminismo, “para las personas que dicen que el feminismo no tiene sentido”, y dijo que aunque en lo referente a derechos de la mujer se ha avanzado, no ha sido lo suficiente, y que si ese movimiento feminista desapareciera, en sólo dos años “se retrocedería todo lo andado hasta ahora”.
La violencia de género genera enfermedades
Angela Peramato, licenciada en Psicología, terapeuta familiar y psicóloga clínica en el Hospital Psiquiátrico ‘Evangelische Stieftung Tannenhof de Remscheid’, fue la responsable de la primera ponencia del seminario, en la que abordó el tema de ‘La violencia de género y sus repercusiones, enfermedades psicosomáticas, formas de terapia y prevención’, que completó posteriormente en una segunda intervención, en la que habló sobre “la tristeza, la ansiedad y la depresión”, síndromes que sufren con frecuencia las mujeres emigrantes.
Clasificó la violencia en maltrato físico y maltrato psicológico, este último igual de grave que el físico. “La mujer emigrante es fuerte”, dijo, “somos las mujeres las que mejor funcionamos, las que más luchamos”, pero, con frecuencia, esto acaba siendo una sobrecarga que puede dar origen a enfermedades originadas por la acumulación de sentimientos negativos que no se exteriorizan, entre otras razones, por considerarlo una debilidad y porque “la sociedad exige que funcionemos”. Las víctimas de la violencia de género contraen con gran frecuencia enfermedades psicosomáticas, que se manifiestan en ataques de pánico, situaciones de ansiedad o depresión, trastornos gastrointestinales, afecciones cardíacas, enfermedades de la piel, insomnio, trastornos respiratorios, cáncer y disfunciones sexuales.
Estos trastornos siempre tienen que ser tratados por un médico que haga la exploración clínica para encontrar una causa orgánica de la enfermedad; si no se encuentra, hay que pensar en una enfermedad psicosomática. Se calcula que el 85% de las enfermedades existentes son de este tipo. La psicóloga dijo que cada vez son más las personas que contraen enfermedades causadas por tensiones de la vida diaria que los afectados no saben manejar de forma adecuada. Esto debilita su cuerpo, baja las defensas y causa síntomas que con frecuencia ignoran hasta que surge la enfermedad, que puede tener un desarrollo crónico.