Invitado por el Instituto Cervantes, tras la charla realizó una demostración culinaria

El chef Gonzalo Álvarez habla en Tokio sobre la relación entre la alta cocina española y la historia japonesa

En medio del océano de rascacielos que es la ciudad de Tokio se encuentra un precioso palacio de principios del siglo XX en el que el chef español Gonzalo Álvarez lleva más de una década deleitando con su cocina. Para conocer cómo interpreta la cocina española a más de 10.000 kilómetros de distancia, manteniendo las raíces y respetando los productos de cada temporada, el Instituto Cervantes de Tokio invitó al chef este miércoles a realizar una charla que fue inaugurada con las palabras del embajador de España en Japón, Jorge Toledo.

El chef Gonzalo Álvarez habla en Tokio sobre la relación entre la alta cocina española y la historia japonesa
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El chef Gonzalo Álvarez, durante la charla en el Instituto Cervantes de Tokio.

En medio del océano de rascacielos que es la ciudad de Tokio se encuentra un precioso palacio de principios del siglo XX en el que el chef español Gonzalo Álvarez lleva más de una década deleitando con su cocina. Para conocer cómo interpreta la cocina española a más de 10.000 kilómetros de distancia, manteniendo las raíces y respetando los productos de cada temporada, el Instituto Cervantes de Tokio invitó al chef este miércoles a realizar una charla que fue inaugurada con las palabras del embajador de España en Japón, Jorge Toledo.

Gonzalo Álvarez, de familia dedicada a la hostelería, se formó en las mejores escuelas y restaurantes de España y llegó a Japón en 2008 para unirse al proyecto del ‘Ogasawara’ para convertir el local en un exponente de la nueva cocina española. Con un carácter curioso, sencillo y perseverante, destina todos los días una parte de su tiempo a descubrir algo nuevo. Es así, con esas ansias de aprender e innovar, como ha conseguido renovar su estrella Michelin año tras año desde 2008, convirtiendo al ‘Ogasawara’ en un referente de la cocina española.

El propio restaurante es una auténtica joya por sí mismo: construido en 1927 por el Conde Ogasawara como su palacio, se trata de una recreación del estilo español, símbolo de la conexión entre Japón y España y a su vez del Japón de principios del siglo XX que comenzaba a abrirse al mundo. En 2002 comenzaron las labores de restauración y el proyecto actual al que Gonzalo se incorporó en 2008, el cual hace de él el mejor marco posible para encontrarse con la excelencia de la gastronomía española en la capital nipona.

Gonzalo Álvarez realizó una demostración culinaria durante la charla, haciendo tres de sus platos hechos con ingredientes en su mayoría japoneses: Guisantes Lágrima con Erizo de Mar, Tubérculos bajo la nieve y Gazpacho de fresa. Para finalizar, el público pudo degustar sus sorprendentes creaciones.