SILVIA RöCK HABLÓ SOBRE ESTAS INSTITUCIONES

Las casas de acogida ofrecen protección y nuevas perspectivas

La representante de la Federación Internacional de Casas de Acogida de Düsseldorf, Silvia Röck, informó el sábado por la mañana en el seminario organizado por la Coordinadora Federal del Movimiento Asociativo en Alemania sobre las prestaciones de ayuda a que tienen acceso mujeres en situaciones de precariedad y sobre la protección que les ofrecen las casas de acogida a las que sufren violencia en el ámbito familiar, a ellas y a sus hijos menores.
Las casas de acogida ofrecen protección y nuevas perspectivas
José Povedano, presidente de la Coordinadora.
José Povedano, presidente de la Coordinadora.
La representante de la Federación Internacional de Casas de Acogida de Düsseldorf, Silvia Röck, informó el sábado por la mañana en el seminario organizado por la Coordinadora Federal del Movimiento Asociativo en Alemania sobre las prestaciones de ayuda a que tienen acceso mujeres en situaciones de precariedad y sobre la protección que les ofrecen las casas de acogida a las  que sufren violencia en el ámbito familiar, a ellas y a sus hijos menores.
Según la ponente, en estas instituciones se ofrece asesoramiento en casos de maltrato y también orientación para poder salir de una situación de peligro de maltrato. En ellas pueden acogerse las mujeres mayores de 18 años que en sus relaciones de pareja estén sufriendo violencia o sean amenazadas, y esto lo hacen independientemente de la nacionalidad, edad, religión o condición social. Los motivos para buscar protección en estos establecimientos pueden ser maltratos físicos, psíquicos, sexuales, y también la amenaza de matrimonios concertados, algo que afecta no sólo a jóvenes musulmanas, sino también a otras mujeres con historial migratorio, aunque en medida mucho menor.


Solidaridad y autonomía
Las casas de acogida alemanas se rigen por principios de solidaridad y autonomía. Las mujeres que residen en ellas temporalmente, viven en comunidad y se apoyan mutuamente, comparten experiencias y tratan de superar vivencias traumáticas, apoyadas por el personal del centro. Estas mujeres, cuya integridad psíquica y corporal ha sido vulnerada y su autonomía disminuida por la dependencia económica o sentimental con su maltratador, encuentran en estos centros de acogida ayuda para desarrollar nuevas perspectivas que les permitan asegurar su sostenimiento económico, buscar vivienda y  poder desenvolverse por sí mismas en la sociedad y ante litigios judiciales. Cuando ya pueden abandonar los centros de acogida, se les sigue ofreciendo asesoramiento, que puede ser atendiendo a sus consultas telefónicas, a través de visitas domiciliarias, ayudándoles a organizar encuentros y grupos de autoayuda o a establecer contactos con otras instituciones de apoyo.
La ponente recurrió, durante la exposición del tema, a ejemplos reales. Habló de las dificultades que tenían para acoger a las víctimas, que a veces se ven obligadas a esperar meses hasta tener una plaza en estas casas de acogida, del obligado anonimato de estos centros, de las trabas burocráticas que se presentan para algunas mujeres, sobre todo si son extranjeras.
Dijo también que se tiene la impresión que es el colectivo emigrante el más afectado por la violencia de género, y en algunos casos, a causa de la diferente cultura y religión, es así, pero puso en claro que la violencia es un fenómeno que se da en todas las clases sociales y que no hace distinción de religiones o culturas. Las mujeres musulmanas sufren con frecuencia situaciones de violencia, son excesivamente controladas y con frecuencia agredidas. Las secuelas psíquicas de las agresiones suelen ser lo más graves que que los daños físicos.  
Röck dijo que en los centros de acogida de Düsseldorf no se registró ningún caso de mujeres españolas maltratadas, aunque sí de otros países comunitarios, como Francia o Portugal. Actualmente tienen acogidas a mujeres de Turquía, Marruecos y Rusia, principalmente.
Terminada su intervención, Carmen Couto entregó flores a las ponentes, agradeciéndoles su disposición a participar, y aprovechó el momento para decir a todos que la Coordinadora había invitado a diferentes instituciones y organismos españoles del ámbito de la Mujer para participar en el seminario y todos se habían disculpado, excepto la directora de la Agencia Madrileña de Emigración.
José Povedano, tras la valoración del seminario despidió a las participantes, después de exponer de forma breve su visión personal del mismo, agradeciendo a todas su activa participación y la aportación de sus experiencias, que habían enriquecido las jornadas. “Espero contar con vosotras siempre”, dijo para terminar.