Ha elogiado la excelencia de los galardonados con los Premios Castilla y León

El presidente Mañueco invita a compartir “la emoción que expresa el orgullo de ser, de sentir y de vivir Castilla y León”

El presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, ha entregado, este viernes 21, los Premios Castilla y León en un acto que ha reunido a un millar de personas, representantes de la sociedad castellano y leonesa.
El presidente Mañueco invita a compartir “la emoción que expresa el orgullo de ser, de sentir y de vivir Castilla y León”

Tras la entrega de los galardones, Mañueco ha comenzado su intervención señalando lo ineludible de la cita, en la que hay que estar para honrar a la sociedad de Castilla y León, y la singularidad y excelencia del conjunto de los galardonados, reconociéndolos como ejemplos de esfuerzo y constancia, y referentes de saber, autoridad y buen consejo.

El presidente Mañueco ha recordado que a esta tradición anual se añade otra, como es la intervención del galardonado en la categoría de Letras en nombre de los premiados. Desgraciadamente, ha lamentado el líder del Ejecutivo autonómico, este año no se ha podido cumplir por el fallecimiento la pasada semana de su ganador, Fernando Sánchez Dragó. Un premio que, según la confesión oída, apuntó Fernández Mañueco, era el que más había emocionado al literato de todos los recibidos a lo largo de su vida.

Premio de las Letras

El presidente Mañueco ha mostrado su agradecimiento a la hija del escritor, Ayanta Barilli, por transmitir minutos antes las palabras que su padre había preparado para el momento, con la emoción y el sentimiento lógicos; además de transmitirle en nombre de la Junta a la hija del difunto escritor todo el afecto, cariño y compañía en este duro trance que está viviendo, ella y su familia. Mañueco ha indicado que Fernando Sánchez Dragó fue un pensador libre y heterodoxo, así como un intenso buscador de límites, aunque siempre presto a tender su mano y olvidar agravios.

También fue, a juicio de Fernández Mañueco, un comunicador fascinante; uno de los mayores divulgadores culturales gracias a su cultura enciclopédica y una original mirada sobre España y su historia que, además, quiso escoger uno de los rincones de Castilla y León, las Tierras Altas de Soria, como patria adoptiva, convirtiéndose por ello en soriano de adopción y convicciones.

Las tierras de Castilla y León tuvieron, ha indicado el presidente de la Junta, una presencia constante en la vida y en la obra literaria y periodística de Fernando Sánchez Dragó, creando unos indelebles vínculos en su corazón, que conservó hasta el final, como han confirmado sus postreras palabras, y lo ideal sería que su gran biblioteca quede, como su vida, vinculada a Castilfrío.

Premio de Ciencias Sociales y Humanidades

El siguiente galardonado en ser mencionado por el presidente Mañueco ha sido Antonio Piedra Borregón, Premio de Ciencias Sociales y Humanidades, hombre polifacético como profesor, filólogo, investigador, académico, gestor cultural, prestigioso articulista y, ante todo, poeta que ejerce cada día. Sus 30 años al frente de la Fundación Jorge Guillén convierten al premiado, a juicio de Fernández Mañueco, en uno de los mayores protectores del patrimonio cultural de Castilla y León. El presidente de la Junta ha querido agradecerle su callada, pero esencial, labor para preservar el patrimonio escrito de alguna de las más relevantes figuras de la literatura de Castilla y León, manteniendo con ello la memoria, identidad y cultura de la Comunidad.

Premio de los Valores Humanos y Sociales

La memoria, la identidad y la cultura también están muy presentes, ha proseguido el presidente Mañueco, en el Premio de los Valores Humanos y Sociales, concedido a Camino Francés Federación. El líder del Ejecutivo autonómico ha recodado que esta federación, con poco más de un año de vida, aglutina la labor de 19 asociaciones para mantener los valores de universalidad y tolerancia que el Camino Francés a Santiago ha reflejado durante más de mil años.

Camino Francés Federación expresa, en primer lugar, según ha indicado el presidente Mañueco, una indudable dimensión solidaria, con cientos de voluntarios ejerciendo la acogida tradicional a los peregrinos. También tiene una dimensión histórica y cultural, al promover el Camino Francés como referente humanístico y foro de intercambio con Europa y el mundo, que le ha llevado a ser Primer Itinerario Europeo y Patrimonio de la Humanidad, y aún fomenta una tercera dimensión del Camino, la territorial, como vertebrador de Castilla y León y del conjunto de España y esencial pieza en la lucha contra la despoblación. Por todo ello, el presidente ha expresado su agradecimiento a esta federación por su entrega, deseándole todo el éxito en sus objetivos.

Premio de las Artes

Castilla y León es tierra de arte, tradición y cultura, pero también de evolución y progreso. Todas estas cualidades, a juicio de Fernández Mañueco, las expresa el Premio de las Artes, Luis Moro.

Autor multidisciplinar, capaz de construir un universo artístico donde confluyen pintura, dibujo, grabado, escultura, vidrio y nuevas tecnologías. Morro Merino acumula, ha indicado el presidente, cuatro décadas de arte fecundo, reconocido con numerosas distinciones, siendo también uno de los mejores embajadores de Castilla y León en dos continentes, siempre sin perder sus raíces con su tierra segoviana, a la que procura ofrecer la primicia de sus obras.

Premio de Investigación Científica

El presidente Mañueco ha pasado a referirse a la siguiente galardonada, María Victoria Mateos Manteca, Premio de Investigación Científica y Técnica e Innovación, como ejemplo de éxito profesional y referencia internacional en su campo.

Zamorana que ejerce desde hace muchos años una intensa labor clínica e investigadora en Salamanca, Mateos Manteca es hoy una eminencia mundial en terapias avanzadas y personalizadas para tratar los tumores hematológicos; algo por lo que ha sido considerada la mejor investigadora del mundo en el campo del mieloma, estando entre los 100 mejores médicos de España. Victoria Mateos Manteca es, sin duda alguna, a juicio de Fernández Mañueco, un orgullo para la Comunidad, una persona que genera optimismo, de las que hace avanzar el lugar donde trabaja, su provincia y la Comunidad de la que forma parte, y un ejemplo por tanto que confirma que Castilla y León considera a la innovación una prioridad.

Premio del Deporte

Igualmente, Carolina Rodríguez Ballesteros, Premio del Deporte, es un ejemplo y un orgullo para todos, según ha expresado el presidente Mañueco. Lo es tanto por su carrera larga, espléndida y plagada de éxitos, que incluyen ser tres veces olímpica, o conseguir doce veces el campeonato de España en diferentes categorías individuales y otras nueve en el concurso general de la categoría de honor, entre otros premios.

Carolina Rodríguez Ballesteros también es un ejemplo por su sacrificio y fuerza de voluntad para romper prejuicios sobre la edad de la mujer en el deporte, siendo la única gimnasta del mundo que ha competido en unos Juegos Olímpicos a los 30 años gracias a su perseverancia por la gimnasia rítmica. A todo ello se añade su compromiso solidario y deportivo con la comunidad de sordos. Mañueco ha expresado su agradecimiento a la premiada por demostrar que no hay retos imposibles para una mujer decidida y llevar por todo el mundo la mejor imagen de Castilla y León.

Premio de Tauromaquia

Fernández Mañueco se ha referido finalmente al último de los galardones incorporados a esta relación. Se trata del Premio de Tauromaquia, que quiere reconocer al más alto nivel el profundo significado que el mundo del toro tiene para Castilla y León. El líder del Ejecutivo autonómico ha considero especialmente acertada la decisión del jurado de inaugurar esta categoría premiando a Pedro Gutiérrez Moya, ‘El Niño de la Capea’.

Mañueco ha señalado que el premiado ha sido siempre uno de sus principales referentes en el mundo de la tauromaquia, por lo que tiene toda su admiración. Es, a juicio del presidente, una figura legendaria del toreo, con faenas de las que levantan tendidos, con tardes memorables que se recordarán siempre, en España y al otro lado del Atlántico.

El premiado tiene también el aplauso del presidente Mañueco por su labor como ganadero, rescatando encastes prestigiosos para volver a hacerlos protagonistas en las principales plazas. Por su pasión, por su arte, y por todo lo que ha hecho por el mundo del toro y por Cyl, este es, a juicio de Fernández Mañueco, un merecido reconocimiento.

Tras la glosa de cada uno de los premiados, Mañueco ha querido transmitir su sincera enhorabuena a todos, señalando que todos ellos son un orgullo para la Comunidad, a la que aportan identidad, categoría y prestigio.

40º aniversario de la Autonomía

En esta gala, que ha contado con música de los autores Luis Pedraza, Jorge Marazu y Nadia Álvarez, Fernández Mañueco ha indicado que el Día de la Comunidad de este año tiene un especial significado: Castilla y León cumple 40 años como autonomía, hecho que permite contemplarla ya con cierta perspectiva histórica. El proceso de unión de las nueve provincias, a diferencia de tiempos anteriores en que los mapas se hacían desde arriba, se decidió a través de los representantes democráticamente elegidos.

40 años de Estatuto de Autonomía que, con la Constitución, que son la guía e inspiran la acción de gobierno en Castilla y León. Desde esta perspectiva temporal puede verse, ha señalado el presidente Mañueco, que la configuración final de la Comunidad fue enteramente novedosa, al no corresponderse con ningún mapa previo. Pero, pese a las dificultades iniciales que hubo, ha sido posible construir un proyecto original y sin precedentes.

A lo largo de estos 40 años, Castilla y León ha adquirido, a juicio del presidente Mañueco, una personalidad propia y es hoy una de las comunidades más dinámicas de España; una comunidad ejemplar que cuenta con la base de unos fuertes vínculos históricos, pero que se ha consolidado y ha crecido gracias al alto grado de desarrollo y bienestar que este largo periodo de vida autonómica ha conseguido promover.

En ciudades y pueblos, en los lugares más alejados de Castilla y León, las necesidades de servicios de sus gentes se han encontrado atendidas con un grado de eficacia creciente y unos resultados visibles, gracias a estos 40 años de autonomismo, progreso y libertad, ha precisado el presidente Mañueco. Este hecho ha fortalecido la identidad de Castilla y León, además de hacerle crecer en democracia y permitirle avanzar social y económicamente, conseguiendo así una mayor calidad de vida.

Recuerdo a todos los expresidentes de Castilla y León

Por ello, el presidente Mañueco ha querido expresar todo su reconocimiento a sus antecesores en la responsabilidad de dirigir el gobierno de Castilla y León a lo largo de esta etapa histórica: Demetrio Madrid, José Constantino Nalda, José María Aznar, Jesús Posada, Juan José Lucas y Juan Vicente Herrera. Su esfuerzo, unido al de las Cortes, instituciones, emprendedores, agentes sociales, todos los castellanos y leoneses, en suma, ha resultado fructífero.

Los más veteranos de nuestros paisanos, y los no tan veteranos, recordarán, ha proseguido el presidente Mañueco, cómo era Castilla y León 40 años atrás: con muchos deseos, pero con pocas realidades. Desde esos momentos, la transformación ha sido radical, y bueno es recordarlo, porque hoy, ha indicado Fernández Mañueco, Castilla y León cuenta con sistemas de protección muy avanzados y unos servicios públicos de enorme calidad, gracias al esfuerzo de todos durante estas cuatro décadas.

Gracias a labor de toda la comunidad educativa, familias, docentes y alumnos, se ha conseguido que los sucesivos Informes PISA confirmen que Castilla y León está a la cabeza de España. Desde las asociaciones del Tercer Sector a las distintas administraciones, hoy la Asociación de directoras y Gerentes de Servicios Sociales dice que Castilla y León tiene uno de los mejores Servicios Sociales y el mejor sistema de atención a la dependencia.

Hoy, gracias al trabajo de muchos, ha proseguido el presidente Mañueco, la Federación para la Defensa de la Sanidad Pública dice que en Castilla y León dispone del cuarto mejor sistema sanitario de las comunidades españolas, incluyendo la mayor red nacional de consultorios locales. Al mismo tiempo, la Comunidad ha conseguido un impresionante desarrollo económico, gracias al esfuerzo de los trabajadores y empresarios y a los que han apostado por esta tierra con sus inversiones, sus sueños y sus desvelos.

La industria agroalimentaria de Castilla y León es la tercera nacional, y su campo es el primero en varias producciones agrarias y en figuras de calidad alimentaria, con gran protagonismo de agricultores y ganaderos por su apuesta por la modernización y la innovación.

También Castilla y León, ha recordado el presidente Mañueco, es líder en automoción o en energías renovables, y referente en los sectores forestal, logístico, farmacéutico, químico, aeronáutico, de ciberseguridad o supercomputación, conservando y aprovechando al mismo tiempo el mayor patrimonio cultural y natural de España, algo que permite a la Comunidad liderar el turismo de interior.

Todo ello ha multiplicado por seis la renta per cápita que los castellanos y leoneses tenían 40 años atrás mediante un crecimiento que promueve un mercado laboral más amplio e inclusivo. 

Más mujeres trabajando que nunca

Según el INE, ha apuntado el líder del Ejecutivo autonómico en su intervención, en Castilla y León hay 200.000 personas más trabajando que en 1983. Y el doble de mujeres. Nunca en la historia de la Comunidad ha habido tantas mujeres trabajando como ahora, ha reseñado.

Como resultado de todo ello, hoy, a juicio del presidente Mañueco, Castilla y León es una sociedad más madura, desarrollada, integrada, participativa y solidaria, que apuesta por la justicia social, el equilibrio territorial, la modernización económica, la sostenibilidad, la digitalización y la innovación, haciendo así que Castilla y León sea una tierra de futuro y oportunidades. “Todos estamos orgullosos de ello”, porque, ha insistido el presidente Mañueco, “es obra de todos”.

Por estas razones, el presidente ha expresado su seguridad de que el futuro de Castilla y León se seguirá escribiendo en clave autonómica. Se ha comprobado que los años de mayor prosperidad de España y de Castilla y León han sido desde la aprobación de nuestro Estatuto de Autonomía, dentro de un régimen de autonomías territoriales; con ellas se salió de graves crisis como la financiera de 2008 o la pandemia de Covid-19.

Este modelo de éxito sigue siendo garantía de futuro, a juicio de Mañueco, y, por ello, debe preservarse y mejorarse entre todos; algo que implica fortalecer sus pilares fundamentales, como son la Nación, la Constitución y el Estado.

Alfonso Fernández Mañueco ha expresado su deseo de un Estado Autonómico que pueda ejercer con plenitud sus funciones constitucionales, con determinación para concitar grandes consensos, y afrontar entre todos los retos que Castilla y León tiene por delante.

El presidente ha enumerado los siguientes retos: impulsar las grandes políticas nacionales que España necesita, garantizar que la sanidad de Castilla y León disponga de medios y profesionales suficientes, responder a la escasez de agua con políticas hidráulicas solidarias que garanticen el futuro, combatir los incendios forestales mediante actuaciones comunes, porque es un problema indudablemente común, desarrollar ordenadamente toda nuestra riqueza en energías sostenibles, garantizar la solidaridad y la igualdad de personas y territorios, afrontar el desafío de la despoblación, algo trascendente para Castilla y León y otros muchos territorios de interior de España y Europa, avanzar juntos en las grandes estrategias de desarrollo, algunas tan importantes para nosotros como el Corredor Atlántico o, sobre todo, establecer una financiación justa y suficiente.

Este último paso, a juicio del líder del Ejecutivo autonómico, es decisivo porque es lo que necesitan la gran mayoría de comunidades para consolidar su modelo autonómico; una financiación que cubra el coste real de los servicios públicos y atienda las necesidades propias de cada territorio; una financiación que compense los esfuerzos realizados en esta tierra con las minas, las térmicas, la nuclear, las hidroeléctricas o ahora las renovables. El presidente Mañueco ha recordado que Castilla y León ha sido profundamente solidaria, generando una riqueza que en buena parte ha pasado de largo dejando pérdida de población.

Mejorar la calidad de la autonomía

Aprovechando que ya está consolidado el marco de convivencia autonómico, el presidente autonómico ha señalado que los castellanos y leoneses han de transformar las aspiraciones en proyectos de Comunidad. Esto se consigue dando pasos, pequeños o grandes, pero siempre adelante; lo importante es el camino emprendido juntos y seguir juntos por él, ha añadido.

Algunos de los objetivos señalados al respecto son la mejora de la calidad de la autonomía, el fortalecimiento de la personalidad de Castilla y León como pueblo, la corrección de los desequilibrios que son consecuencia de la crisis económica, del cambio del modelo energético y de la pandemia. Este marco autonómico es el mejor para conseguirlo, a juicio del presidente Mañueco, para de este modo avanzar en la cohesión territorial, sirviendo a la sociedad, siendo un instrumento válido para las personas, resolviendo sus problemas, aportándoles servicios de calidad y mejorando su bienestar.

En suma, ganando nuestra legitimidad a través de la utilidad con un autonomismo útil, leal y solidario que todos los castellanos y leoneses pueden comprender, asumir, compartir y apreciar. En un Estado en el que no todos los gobiernos autonómicos actúan siempre con lealtad y solidaridad, en Castilla y León, según palabra de Alfonso Fernández Mañueco, podrá estar orgullosa de contribuir, desde esos principios, al progreso y al crecimiento de España.

Haciendo de Castilla y León, con la participación de todos, una tierra en la que desarrollar proyectos de vida, con bienestar y con oportunidades de futuro para los jóvenes y para las familias. Por ello, el presidente Mañueco ha invitado a compartir “la emoción serena y profunda que expresa el orgullo de ser, de sentir y de vivir Castilla y León”.