LA PATRONA DE GRAN CANARIA FUE HOMENAJEADA POR SUS DEVOTOS

Fiesta en honor a Nuestra Señora del Pino en el Hogar Canario Venezolano

La Virgen del Pino celebró sus fiestas en el Hogar Canario Venezolano (HCV) de Caracas en compañía de la Junta Directiva de la Asociación Civil Hijos y Amigos del Pino de Gran Canaria y socios del HCV. La asociación, presidida por Concepción ‘Conchi’ Amador Ramos, inició las celebraciones con una misa en la Capilla de Nuestra Señora del Pino, ubicada en Los Anaucos del estado Miranda.
Fiesta en honor a Nuestra Señora del Pino en el Hogar Canario Venezolano
La cantante Mª Olga Rodríguez recibe una placa de manos de Conchi Amador –dcha.– y de Ana Mª Mota, presidenta y vicepresidenta de la Asociación.

La Virgen del Pino celebró sus fiestas en el Hogar Canario Venezolano (HCV) de Caracas en compañía de la Junta Directiva de la Asociación Civil Hijos y Amigos del Pino de Gran Canaria y socios del HCV.
La asociación, presidida por Concepción ‘Conchi’ Amador Ramos, inició las celebraciones con una misa en la Capilla de Nuestra Señora del Pino, ubicada en Los Anaucos del estado Miranda.
El jueves 6, el HCV recibió a los asistentes al pregón anunciador de las Fiestas del Pino. El pregonero de este año fue el reconocido actor humorístico y politólogo Laureano Márquez, quien recibió por parte de la Junta Directiva un reconocimiento por su estrecha colaboración.
La música también estuvo presente en el pregón con la participación de la cantante Mary Olga Rodríguez, quien con su voz conmovió al público con su interpretación y recibió una placa como reconocimiento. A la celebración también asistió el Grupo Musical de la Alcaldía de Los Salías y la Agrupación Folklórica del HCV.
Esa misma noche fueron nombradas la camarera de la virgen y la romera, a quienes se les entregó un hermoso ramo con orquídeas. El cuerpo de danzas folclóricas del HCV también recibió un reconocimiento por parte de la asociación civil por su participación en la noche.
El sábado 8 de septiembre, el padre Carlos Luis Suárez fue el encargado de la liturgia en honor a la Virgen del Pino, que se realizó en el ‘Salón Principal’ del HCV. En la misa, adornada por los cantos de la Rondalla Nuestra Señora de las Nieves de Cagua (estado Aragua), el padre recordó en el Evangelio el momento de la Anunciación de Dios a María.
El religioso llamó a seguir el ejemplo de María, “dispuesta al llamado de Dios” pese a las circunstancias, “fue un problema para aquella joven pareja que se vio aturdida porque Dios había entrado en la vida de ambos haciéndoles una propuesta”.
El padre Suárez resaltó la importancia de la oración: “Es hablar con Dios, el preguntarle y esperar respuestas, descubrir el diálogo; en tiempos como los que estamos viviendo María nos recuerda que necesitamos diálogos, ella se atrevió a dialogar con Dios. Cómo no vamos a atrevernos nosotros a dialogar con nuestros propios semejantes”.
La liturgia sirvió para que el padre recordara la importancia de los valores en el hogar: “Cualquier país y cualquier cultura necesita educación y valores. Eso tiene que empezar al calor del hogar, los planes educativos cambian continuamente, pero lo que no debe variar es aquella enseñanza sencilla, transparente y auténtica de los padres, abuelos y tíos, aquello que va a prevalecer siempre pase lo que pase en nuestras vidas, lo aprendido en el Hogar”.
En el presente contexto, “es importante actuar como cristianos, crecer en la proximidad con los otros y crecer en el diálogo… porque Dios es punto de encuentro nunca de separación”.
La virgen recibió ofrendas en nombre de los pueblos de Gran Canaria y Venezuela. Al finalizar la santa misa, el grupo de Danzas Garoé escoltó a la virgen en su paseo por las instalaciones del Hogar Canario Venezolano en medio de fuegos artificiales y gritos de “¡Viva la Virgen!”.
La presidenta de la Asociación Civil Hijos y Amigos del Pino Gran Canaria, Concepción Amador Ramos, quiso agradecer a los asistentes y colaboradores: “En nombre de la Junta Directiva estamos muy agradecidos por toda la ayuda que hemos recibido, por  toda la gente que colaboró con nosotros, para que estas tradiciones canarias nunca se pierdan”.
Durante las celebraciones estuvieron presentes la Junta Directiva del HCV, encabezada por su presidente, José Miguel Pérez Galindo; el delegado del Gobierno de Canarias en Venezuela, Jacinto Pérez Acosta; la secretaria del CRE de Venezuela, Ana María Navarro Rodríguez; la secretaria general de la FES, Josefina Benítez Quintero; el presidente de Fedecanarias, Javier Lorenzo Rolo Afonso; y el presidente de la Academia de la Cultura Canario-Venezuela, Francisco González Alonso; y los representantes de los medios de comunicación españoles y canario-venezolanos.

Nuestra Señora del Pino
Nuestra Señora del Pino es una de las advocaciones marianas que representan a la Virgen María. Está situada en el camarín de la Basílica de Nuestra Señora del Pino, en el municipio de Teror, en la isla de Gran Canaria, España. La virgen grancanaria, coronada canónicamente en 1905 y en 1914 fue declarada patrona de la Diócesis de Canarias por el Papa Pío X.
La celebración de la fiesta de la Natividad de la Santísima Virgen María es conocida en Oriente desde el siglo VI, la cual fue fijada el 8 de septiembre. En Occidente fue introducida hacia el siglo VII procedente del culto en la Basílica de Santa María la Mayor, en Roma.
La fiesta fue fijada el día 8 de septiembre singularmente porque era muy oportuno celebrar su nacimiento al principio del año eclesiástico según el Monologium Basilianum. Una narración apócrifa, titulada De ortu Virginis (sobre el nacimiento de la Virgen), ponía la concepción en el seno de Santa Ana a primero de mayo, y refería que Nuestra Señora había nacido, a los cuatro meses de gestación.
El momento de la aparición de la Virgen del Pino siempre ha estado envuelto en un halo de misterio, existiendo todo tipo de versiones, algunas más o menos piadosas y otras que quitan al asunto todo carácter sobrenatural y hasta dan referencias de la persona que se trajo la talla desde España. Sin embargo, la tradición popular cuenta cómo hacia el año 1481 la imagen de la Virgen María apareció de manera sobrenatural en lo alto de un pino situado en las inmediaciones donde años más tarde sería levantada la basílica que la alberga.