La opinión de

La ría de Cedeira y el río Grande de Xuvia, en Galicia

“Na ría de Cedeira verten o río de Porto do Cabo, que nasce perto de Casares, e divide os partidos de Ortigueira e Ferrol, e o dos Forcados, que ven de perto de Labacengos (Ferrol) e rega o concello de Valdoviño. O Loira, que non vai ren en comparanza co seu tocaio francés, forma o areal e lago de Frouseira ou de Pantín. O Xubia é xa outra cousa. Nasce perto de Somozas (Ferrol) e vai por Moeche e San Saturniño á ría de Ferrol, con 21 kilómetros de curso. Ten varios pequenos afluentes, dos que o principal é o Narahio, que nasce perto da feira de Toca, ao pé do monte Forgosedo e xúntase ao Xubia despóis da ponte de Dosio”, leemos, con su arborescente prosa, en las páginas del admirado libro Os ríos galegos –editorial ‘Castrelos’, Vigo, abril de 1977–, cuya autoría corresponde al inmarcesible maestro de ‘As Letras Galegas’, el ourensano Don Ramón Otero Pedrayo.

Tres ciudades: Santa Fe de Bogotá, Cartagena, Caracas

“Hace cien años, para atravesar el viajero la América del Sur desde el ángulo noroeste hasta el Atlántico, había de pasar a caballo las gargantas de la Cordillera. Allí se elevan hasta 6.000 metros páramos cubiertos de nieve; la transición del litoral fértil y del rico valle de Magdalena a los elevados glaciares es maravilla del explorador o del artista que recorra, como Humboldt, el Nuevo Mundo, y motivo de temor para el aventurero ávido de arrancarle sus riquezas”, escribe el gran historiador de prosapia alemana Émil Ludwig en su reconocida obra Bolívar. El caballero de la gloria y de la libertad, editorial Losada, S.A., Buenos Aires, 1958, tercera edición. Escrita por encargo del Gobierno de Venezuela y traducida por Enrique Planchart.

Los ríos Sor y Mera de la geografía gallega

“O Sor nasce en Bustelo e Pico da Torre, en dous brazos, que se xuntan en Entrambosores e corre tamén de Sul a Norde formando a ribeira de Sor e logo a ría do Barqueiro, ao pé da Estaca de Bares. Antre a punta désta e a dos Aguillóns, verten no mar moitos regatos pequenos, e no fondo da ría de Santa Marta, o río Mera, que ven do monte Caxado, formando co Maior, de foz independente, o val de Santa Marta de Ortigueira”, leemos en las páginas de Os ríos galegos, cuyo autor es el inabarcable escritor y poeta, así como ilustre geógrafo, el ourensano universal Don Ramón Otero Pedrayo, a través de la edición de ‘Castrelos’, Vigo, abril de 1977.

El ‘manifiesto’ de Bolívar en Nueva Granada

“Al mismo tiempo aparece el estadista. Éste busca a su situación un desenlace que no puede hallarse sino en la vuelta al combate. Si sus sentimientos lo impulsaban a restaurar el brillo de su gloria y su honor, manchados a los ojos de sus compatriotas, su razón encontró los medios de vencer, a pesar de todo, al poderoso enemigo. Lo que nunca hubiera comprendido Bolívar en la abundancia lo concibe en la adversidad. En esta playa extranjera esbozó el plan de la libertad. Escribió un ‘manifiesto’ a los habitantes de la Nueva Granada, cuyo puerto, Cartagena, tenía entonces un gobierno republicano. Decidió refugiarse allí a publicar su ‘manifiesto’. Este documento de doce hojas impresas contiene el proyecto de libertad a Venezuela, entrando por el país vecino, y aprovechando los recursos de éste; idea nueva y genial a todas luces, pues le propone a un país una expedición armada”, escribe el historiador de origen alemán Émil Ludwig en su imprescindible obra Bolívar. El caballero de la gloria y de la libertad, editorial Losada, S.A., Buenos Aires, 1958, 3ª edición.

Los ríos Ouro y Landro de la Tierra Gallega

“O río de ‘Ouro’, que dá nome a un val moi sonado, nasce na serra de Xistral, e vai de Suloeste a Nordeste desembocar antre as puntas de Fazouro e Vilameá”, nos recuerda el inolvidable escritor y geógrafo ourensano Don Ramón Otero Pedrayo en su imperecedera obra Os ríos galegos, editorial Castrelos, Vigo, abril de 1977.

Tensiones políticas en Venezuela entre Miranda y Bolívar

“Miranda se confesaba vencido. De Nueva Granada, del Orinoco avanzaban los españoles. En las grandes haciendas ocurrían levantamientos de esclavos y degollaciones. El enemigo, dueño de casi todo el país, amenazaba la capital y Monteverde, el afortunado general ‘realista’, se adueñaba de las abundantes municiones de Puerto Cabello. ¿Le era imposible a Miranda continuar la lucha contra el ejército español? Las posiciones de éste eran más ventajosas, pero sus tropas equivalían, poco más o menos, a las de Miranda, quien disponía aún de cinco mil hombres. ¿Por qué este ilustrado y valiente militar se rindió sin combatir?”, leemos en las páginas escritas por el historiador de origen alemán Émil Ludwig en su trascendental obra Bolívar. El caballero de la gloria y de la libertad, editorial Losada, S.A., Buenos Aires, 1958, tercera edición.

El río Mandeo y ‘Os Caneiros’ de Betanzos

“O Mandeo, que forma a ría de Betanzos, nasce nas Pías, de Arzúa, rega os concellos de Aranga, Irixoa, Coirós, Paderne e o Val das Mariñas, pasando por Betanzos, onde ten a ponte vella, amáis das estradas e do camiño de ferro que o atravesan, como ao Eume e ao Lambre, Bañobre e Xubía, na liña de Betanzos ao Ferrol. Seu curso é de 52 quilómetros e recibe varios afluentes: pola dereita os que baixan da serra da Loba e de Moncouso, ún polo concello de Aranga e outro polo de Irixoa, e pola esquerda, o da Carballeira e Vilarrasa, que forman lindeiro antre os partidos de Betanzos e Arzúa, o de Ois e o Mendo, que é o máis importante. O Mendo nasce nos montes da Tieira, e xúntase ao Mandeo perto e máis abaixo de Betanzos”, así describe el gran escritor y geógrafo –el denominado “patriarca das Letras Galegas do século XX”–, el ourensano Don Ramón Otero Pedrayo en su clásica y admirable obra Os ríos galegos, editorial Castrelos, Vigo, abril de 1977.

Venezuela: el terremoto, Valencia y Puerto Cabello

“Su bautismo de luchador lo recibió de la naturaleza. A los dos años justamente de haber ocurrido casi en silencio el primer motín revolucionario, el Jueves Santo de 1812, después del mediodía, un terremoto sacudió la mitad de Venezuela. En un instante diez mil personas, la cuarta parte de la población de Caracas, desapareció bajo los escombros. Sin volver siquiera la vista a las ruinas de su casa natal, cuyo primer piso se había derrumbado, Bolívar se lanzó a la calle, junto con algunos amigos, a luchar contra el pavor y la desesperación que dominaban la ciudad, y a prestar auxilios a las víctimas, encargándose personalmente de los socorros”, nos describe el reconocido historiador alemán Émil Ludwig en su perdurable obra Bolívar. El caballero de la gloria y de la libertad, editorial Losada, S.A., Buenos Aires, 1958, tercera edición.

El río Verdugo y su afluente Oitavén, tierras de Galicia

“Os vales dos ríos Oitavén e Verdugo non madurecen como outros; asucan deica moi lonxe as terraxes montesías, moi labradas en cotos que se cinguen cos erguementos das serras da Lama e do Seixo e o Suído; a súa feitura dos torrentes non espresa un senso centroso e direitor no orgaísmo das augas. Semellan donas de perfeición fisiognómica as cumes da Peneda sobor dos paisaxes redondeláns, e outras de cotos ergueitos por Ponte Caldelas, que teñen na Peneda a súa clásica forma. Cotobade esmiúzase en pequenas rexións diferentes e concordes, e elas macizan a unidade do país”, leemos en las inmarcesibles páginas escritas por el gran escritor, geógrafo y ensayista Don Ramón Otero Pedrayo en su obra Os ríos galegos, editorial Castrelos, Vigo, abril de 1977.

Bolívar y Miranda: su encuentro en Londres

“Jacobinos los había también. Bolívar encontró en Londres al más conspicuo representante del partido, a Miranda, quien llevaba varios años de residencia allí, frecuentando los círculos más diversos y considerado en su propio país como individuo peligroso fuera de toda ponderación. ¿No era acaso rojo y radical? ¿No se vio obligado a emprender una lamentable retirada, después de su prematura y nefasta intentona de cinco años atrás? A Bolívar se le había prevenido expresamente que se mantuviese alejado de Miranda”, expresa el historiador de cuna alemana Émil Ludwig en su insoslayable obra Bolívar. El caballero de la gloria y de la libertad, editorial Losada, S. A., Buenos Aires, 1958, tercera edición.

El río Eume y sus paradisíacas ‘fragas’ de Galicia

“O Eume, que dá nome á vila de Pontedeume e moitos lugares polo camino (Ribadeume, Eume, Pontes de García Rodríguez), nasce na Pena Xistral e ten 54 quilómetros de curso polos partidos de Viveiro, Ortigueira e Ferrol (concellos de García Rodríguez e Pontedeume), e vai dar á ría de Ares. Os seus afluentes principais son: O Canteira, que vén de Fontaneira e xunto con outros únese ao Eume perto de Ribadeume; o Frai Bermuz, que vén da serra da Loba, recolle outros moitos é xúntaselle ao pé da serra de Moncouso, en términos de Xestoso; o San Bartoloméu, que vén da serra de Moncouso e xúntaselle perto de Eume”, leemos en las páginas escritas por el insigne “patriarca das Letras Galegas” Don Ramón Otero Pedrayo –catedrático de Geografía, gran escritor y ensayista– en el inmarcesible libro Os ríos galegos, editorial Castrelos, Vigo, abril de 1977.

Francia, Inglaterra y el ‘embajador’ Bolívar

“En aquellos años la política inglesa estaba dominada por la hostilidad contra Napoleón. Los ingleses no podían considerar a España en dicho juego sino como un peón, y como otro a las colonias españolas. La ruina de España como potencia de primer orden habría sido un azar afortunado, si Napoleón no fuera el vencedor. Pero ni siquiera por esta circunstancia podía retardarse la decadencia del mayor imperio rival, y, como es de suponer, que España bajo los Borbones no habría perdido sus colonias. Inglaterra tiene que agradecer a su enemigo Napoleón la mayor tranquilidad de que disfrutó durante el siglo XIX, y hasta su ascensión al rango de primera potencia mundial”, leemos en las páginas de la ineludible obra titulada Bolívar. El caballero de la gloria y de la libertad, editorial Losada, S.A., Buenos Aires, 1958, tercera edición, escrita por el historiador de raíz alemana Émil Ludwig, cuya traducción al castellano corresponde a Enrique Planchart, biografía realizada por encargo del Gobierno de Venezuela.

El río Umia y el paraje de Segade en Galicia

“O Umia, máis novo ó saír dos montes do que o Ulla, sabe deseguida da madureza dunha terra histórica de antiga nombradía: O Salnés. Poden ser discutidos os seus lindeiros, a esfera do seu chamamento. Ninguén ha negar nin negóu a orixinalidade das súas veigas en rodopio, dos seus fatos de cotos de rexa entrana e soaves aspeitos. Mandan no Ulla os ritmos no senso do decorrer. O río impón a súa forma e senso. O val camiña. O Umia déixase abranguer por ritmos circolares. Abóndalle con xuntar os regos e darlle ás augas un sistema. A figura dos fermosos outeiros, entrana e coroa dos cotos do Salnés, semella gardar a lei xeral da comarca. E se o Ulla vai pasando polas ‘facies’ e estaxes de esteiro, O Umia, na paisaxe madurecida de Cambados, chega á ría ensoando mainas feituras de val”, escribe emocionadamente el ilustre –el que fuera ‘patriarca das Letras Galegas’– Don Ramón Otero Pedrayo, catedrático de Geografía de la Universidad de Compostela y renombrado escritor, en su libro Os ríos galegos, editorial Castrelos, Vigo, abril de 1977.

La primera ‘Junta’ venezolana y la figura de Bolívar

“La llegada a Caracas del Gobernador y Capitán General enviado por la nueva ‘Junta’ española en 1809 comenzó a provocar la división. Emparan era un general español de clase noble, y Bolívar, lo mismo que sus amigos, conocía y aprobaba su anterior actuación en una provincia de Venezuela. La ‘Junta’ había enviado al mismo tiempo al coronel Rodríguez del Toro, pariente de la mujer de Bolívar, en calidad de inspector de las milicias; los tres habían mantenido en Madrid relaciones de amistad, pero como la juventud noble de Caracas quería la libertad del país y gobierno propio, muy pronto se llegó al conflicto”, afirma el reconocido historiados de raíz alemana –nacido en Breslau, 2n 1881– Émil Ludwig en su imprescindible obra Bolívar. El caballero de la gloria y de la libertad, editorial Losada, S.S., 1958, tercera edición, impresa en Argentina, Buenos Aires, y traducida por Enrique Planchart; obra escrita por encargo del Gobierno de Venezuela, con su primera edición el 9 de febrero de 1942.

El caudaloso río Ulla de Galicia

“O Ulla é xa un río grande de 130 quilómetros, que nasce na Fonte de Ulloa e rega esta bisbarra e concellos de Monterroso, Antas de Ulla e Palas de Rei (partido de Chantada), e forma despóis lindeiro antre as provincias de Cruña e Pontevedra, formando o val da Ulla, e desembocando perto de Carril, na ría de Arousa. Os seus afluentes son: pola dereita, o ‘Lavandelo’, na terra de Monterroso; o ‘Gundín’ e o ‘Pambre’ na de Palas de Rei; o río ‘Seco’ e o ‘Furelos’ en terra de Melide; o ‘Besoña’ que se lle xunta en Ribadulla…”, leemos a través de las páginas del esplendente libro Os ríos galegos, exhaustivo compendio de los imprescindibles estudios geográficos, cuya autoría corresponden al ‘petrucio das letras galegas’, el gran escritor y  profesor ourensano Don Ramón Otero Pedrayo, en su edición de ‘Castrelos’, Vigo, 1977.

Bolívar, Fernando VII y Napoleón

“Napoleón se acercaba entonces a España. En medio de terrible incertidumbre, iban los sentimientos de Bolívar del temor al deseo. Como enemigo del poderío español, Napoleón era la esperanza de todos los americanos; como tirano, destructor de la libertad, había de inspirarle desconfianza a Bolívar; como genio, causarle envidia. El primer intento de Napoleón en América había fracasado; una parte de su ejército sucumbió en las islas, víctima de la fiebre y de la adversidad; tampoco tuvo buen éxito el enviado napoleónico a la Argentina, donde a la sazón era virrey un francés de nacimiento”, escribe el historiador de raíz alemana Émil Ludwig en su magna obra Bolívar. El caballero de la gloria y de la libertad, editorial Losada, S.A., Buenos Aires, 1958, tercera edición.

El río Lérez y la romería de ‘San Benitiño’

“Conxúntanse coa graciosa e azul ría de Pontevedra polos espellos do sosegado esteiro, espaciado nos sonados ‘salóns’, o val ben remontado nos montes do Lérez, tanxente á comarca de Cotobade, relacionado coas outras enxebremente pontevedresas, traballado en Fidalgo e antigo granito. Pé do monasterio do San Benitiño, das frondas da Caeira e da fachada de Santa María, no concertárese en paisaxes gravemente, finamente inspirados pola marea coas dos pequenos e matizados ríos Tomeza e Alba, figura soavemente colmada a paisaxe do val do Lérez”, leemos en las páginas del hermoso y admirado libro Os ríos galegos, ediciones Castrelos, Vigo, 1977, cuya autoría responde a la pluma –poliédrica y arborescente­– del eminente polígrafo gallego Don Ramón Otero Pedrayo.

Aconteceres de Miranda y Bolívar en Europa y América

“Pues todo esto ocurría en época de los Borbones y del gran poderío de España. Aun por Turquía y Egipto peregrinó Miranda, hasta el momento en que se incorpora a la Gran Revolución y combate como general francés a las órdenes de Dumouriez. Cuando éste se pasa al enemigo, Miranda se separa de él en medio de la batalla y, acusado de alta traición, obtiene una brillante absolución, después de un formidable proceso. El pueblo lo llevó en triunfo hasta su habitación. El general Miranda, héroe militar de dos continentes, amante de la zarina, la emperatriz Catalina la Grande, y de la libertad, era célebre en el mundo entero”, leemos en las páginas de la imprescindible obra titulada Bolívar. El caballero de la gloria y de la libertad, editorial Losada, S.A., Buenos Aires, 1958, tercera edición, cuya autoría corresponde al historiador de origen alemán –nacido en Breslau en 1881– Èmil Ludwig.

Mito y realidad sobre el nacimiento del Padre Miño

“A bacía do Miño ocupa máis da terceira parte, perto da mitá, do terreo de Galiza. Nasce o río Miño na fonte chamada Fonmiñá, á que concurren os regatos ‘Meira’ e ‘Longo’, perto de Meira, e no...

La figura de Francisco de Miranda y Simón Bolívar

“Miranda se llama el hombre más célebre de América del Sur, y era también uno de los más célebres de su época. De aspecto marcial, constitución atlética, ancho de hombros, de andar pesado y paso...