Xurxo Martínez presentó un libro sobre la vida de José Almoina y Pilar Fidalgo
La Galería Sargadelos de Lugo acogió recientemente la presentación del libro ‘José Almoina & Pilar Fidalgo exilio. Dominicana, México’, de Xurxo Martínez Crespo. Editado por ‘A Nosa Terra’, en la presentación estuvieron presentes el profesor, escritor y poeta Claudio Rodríguez Fer, el escritor y periodista Afonso Eiré y el propio autor, Xurxo Martínez.
La Galería Sargadelos de Lugo acogió recientemente la presentación del libro ‘José Almoina & Pilar Fidalgo exilio. Dominicana, México’, de Xurxo Martínez Crespo. Editado por ‘A Nosa Terra’, en la presentación estuvieron presentes el profesor, escritor y poeta Claudio Rodríguez Fer, el escritor y periodista Afonso Eiré y el propio autor, Xurxo Martínez.
José Almoina y su esposa, Pilar Fidalgo, son los grandes olvidados de la memoria histórica del exilio gallego. Almoina, que nació en Lugo, es funcionario de Correos en Benavente al comienzo de la guerra. Su mujer es detenida con su hija Helena, de 15 días, y pasan 10 meses en la cárcel. Su testimonio, escrito en 1937 en Francia y recuperado para este libro en gallego, es el primer testimonio de una mujer bajo las torturas y la represión franquista en los cárceles durante la guerra.
Almoina, diplomático de la República en Niza, se marcha a República Dominicana con una familia en 1939. Allí llegará a ser profesor universitario y particular del hijo del dictador Trujillo y después, su secretario. La aceptación del puesto le valió la expulsión del PSOE en el exilio. Almoina huye de Trujillo y se marcha a México con su familia.
Durante su tiempo en el gobierno del dictador, a penas unos meses, realiza un informe secreto sobre las actividades desestabilizadoras de Trujillo en Cuba y Venezuela. Una vez en México, recién llegado, presenta el informe a los gobiernos de Cuba y Venezuela.
Su vida se cruza con la del exiliado vasco (PNV) Jesús de Galíndez en República Dominicana. Galíndez, informante a sueldo de los servicios de inteligencia estadounidenses, será secuestrado en Nueva York y asesinado en 1956 por Trujillo. La historia hará de Galíndez un héroe y de Almoina, un colaborador.
Este libro rompe con ese tópico al mostrarnos un Almoina que no sólo se jugó la vida, sino la de toda su familia.
José Almoina y su esposa, Pilar Fidalgo, son los grandes olvidados de la memoria histórica del exilio gallego. Almoina, que nació en Lugo, es funcionario de Correos en Benavente al comienzo de la guerra. Su mujer es detenida con su hija Helena, de 15 días, y pasan 10 meses en la cárcel. Su testimonio, escrito en 1937 en Francia y recuperado para este libro en gallego, es el primer testimonio de una mujer bajo las torturas y la represión franquista en los cárceles durante la guerra.
Almoina, diplomático de la República en Niza, se marcha a República Dominicana con una familia en 1939. Allí llegará a ser profesor universitario y particular del hijo del dictador Trujillo y después, su secretario. La aceptación del puesto le valió la expulsión del PSOE en el exilio. Almoina huye de Trujillo y se marcha a México con su familia.
Durante su tiempo en el gobierno del dictador, a penas unos meses, realiza un informe secreto sobre las actividades desestabilizadoras de Trujillo en Cuba y Venezuela. Una vez en México, recién llegado, presenta el informe a los gobiernos de Cuba y Venezuela.
Su vida se cruza con la del exiliado vasco (PNV) Jesús de Galíndez en República Dominicana. Galíndez, informante a sueldo de los servicios de inteligencia estadounidenses, será secuestrado en Nueva York y asesinado en 1956 por Trujillo. La historia hará de Galíndez un héroe y de Almoina, un colaborador.
Este libro rompe con ese tópico al mostrarnos un Almoina que no sólo se jugó la vida, sino la de toda su familia.
