La artista Soledad Fernández, de ascendencia lucense, expone ‘La realidad al desnudo’

La artista Soledad Fernández, de ascendencia lucense, expone ‘La realidad al desnudo’ en la Casa de Madrid-Delegación de la Xunta hasta el día 30 de noviembre.

La artista Soledad Fernández, de ascendencia lucense, expone ‘La realidad al desnudo’
Soledad Fernández, ante una de sus obras.

La artista Soledad Fernández, de ascendencia lucense, expone ‘La realidad al desnudo’ en la Casa de Madrid-Delegación de la Xunta hasta el día 30 de noviembre. En el acto de inauguración intervinieron el delegado de la Xunta en Madrid, José Ramón Ónega López; el periodista y escritor Javier Fernández Arribas; el coordinador de Actividades Culturales, Ramón Jiménez Pérez; y la propia autora, Soledad Fernández. “Soledad transforma la realidad para revestirla de alma, vida y belleza. El arte no es nada sin alma”, dijo Ónega en su presentación, antes de ceder la palabra a Jiménez, quien contó en su intervención cómo llegó la muestra a la Casa hace de ello más de un año. “Se me presentó como una pintora madrileña hija de gallegos, con lo que cumplía perfectamente los requisitos para mostrar sus cuadros en nuestras instalaciones. No mucho después me hizo llegar la documentación gráfica de su obra, y quedé apabullado, más o menos como quien entre ahora en esta Sala y se encuentre de golpe con estas maravillas colgantes de las paredes, como jardines de Babilonia sólo que en versión cuadros vestidos de desnudos”.

El periodista Fernández Arribas comentó de la obra de Soledad, “artista a la que conozco y quiero”, que ofrece con todas las técnicas, sea óleo, pastel o dibujo, “una realidad auténtica, natural, creíble, una belleza verdadera, la esencia misma, sin artificios ni photoshop”. Ella misma le dijo: “No pretendo sentar cátedra. Sólo quiero que mi obra sea digna y ética”. Arribas coincidió con Jiménez en resaltar la maestría de la pintora para tratar las manos, uno de los elementos más difíciles de plasmar y del que muchos artistas huyen. Soledad no solo no huye, al contrario, sale a su encuentro y las retrata con mimo y afecto. Como ejemplo están las que forman parte de la colección que Correos dedicó a “indumentaria” y que incluyen cuatro obras de Soledad con mantones. De ellas, tres pueden verse en la muestra en la Casa.

Por su parte, la autora quiso compartir con todas las personas que asistieron a la inauguración, “la sensación cuando vine aquí por primera vez. La acogida fue tan cordial. Sentí que este lugar formaba parte de mí”. Soledad recordó a su familia paterna, de la localidad lucense de Láncara, no en vano la dedicatoria del catálogo es “A Manuel Fernández Neira, mi recordado padre que siempre soñaba en gallego”, y fue su primer apoyo. “Yo siempre estaba con un lápiz en la mano” y su padre le regaló una preciosa caja de acuarelas en una enfermedad infantil pues ya había detectado su temprana vocación artística.

Asistió al taller del pintor José Gutiérrez Valle, donde pasó casi ocho años aprendiendo desde cómo mirar un objeto hasta como dibujar un cuerpo, y donde se familiarizó con todas las técnicas pictóricas. También viajó a Roma, Venecia y París a fin de conocer las técnicas de los maestros y profundizar en ellas. En 1985 realizó una importante exposición de paisajes urbanos de El Escorial que presentó el escritor y gran crítico de arte Santiago Amón. Dos años después hizo la primera en el extranjero, en la Sammer Gallery de Londres a la que siguieron otras muchas en España y fuera: Madrid, Barcelona, Palma de Mallorca, Tenerife o Zaragoza, y fuera de  España en Bruselas, Amsterdam y Lisboa, y en América en varios Estados de México y de Estados Unidos, como Washington, Chicago, Nueva York y Miami…

Soledad Fernández reconoce influencia de “todos los artistas que la han emocionado, tanto clásicos como contemporáneos; y sobre todo de Velázquez”. Desde 1983 se centra definitivamente en el cuerpo humano, en composiciones de desnudos envueltos en telas, papeles, plásticos. En palabras de Jiménez “contempla el cuerpo, lo pasa por su mente como por un tamiz y trata de que el mismo sentimiento o parecido lo capte quien observe la obra”. En el hecho de “captar la esencia” también coincidieron ambos intervinientes. “Es decir que para ella hacer arte no sólo es quedarse únicamente con la presencia de la forma sino buscar, ante todo, la esencia, el misterio que toda persona lleva dentro. Por eso Soledad es una gran admiradora también de Lucian Freud, el gran pintor inglés de origen alemán, creador de obras precisas y realistas, conocido por su extraordinaria maestría en la representación de figuras humanas”.

La muestra de pintura ‘La realidad al desnudo’ consta de 30 obras de diferentes formatos y permanecerá en la Casa hasta el día 30 de noviembre.