Firman el protocolo de hermanamiento de las ciudades de Córdoba y Núremberg
El alcalde de Córdoba, Andrés Ocaña, respondiendo a una invitación de su homólogo en Núremberg, Ulrich Maly, visitó esa ciudad alemana para asistir como invitado de honor a la entrega del Premio Internacional de los Derechos Humanos y, al mismo tiempo, firmar el protocolo de hermanamiento entre Núremberg y Córdoba, que será ratificado el próximo año en la ciudad andaluza. El alcalde encabezó una delegación formada por representantes del Ayuntamiento, de la Universidad cordobesa, de la Cámara de Comercio, de la Confederación de empresarios y de comunidades vecinales.
El proceso de hermanamiento de la Ciudad de los Derechos Humanos y la Ciudad de las Tres Culturas, se había iniciado en noviembre de 2008, cuando el Centro Español de Núremberg había celebrado una fiesta multitudinaria con participación española y alemana, a la que ya entonces había asistido una delegación de la municipalidad cordobesa para tomar contacto, por primera vez, con la alcaldía de Núremberg. La idea del hermanamiento partió del presidente del Centro Español, Antonio Fernández, quien también es consejero general de la Ciudadanía Española en el Exterior por Alemania.
Interés de colaboración
En el solemne acto del compromiso de hermanamiento, celebrado en el Ayuntamiento de Núremberg el pasado 3 de octubre, ambos alcaldes, Ocaña y Maly, destacaron el interés de colaboración y apoyo mutuo de las dos ciudades en ámbitos como la cultura, la educación y los derechos humanos, pero también en el campo de la economía y los negocios. Además de la cooperación universitaria y el intercambio entre la juventud, las energías renovables, el turismo y el medio ambiente serían las principales áreas de interés para sus relaciones futuras.
Acompañaron a la delegación cordobesa en este acto histórico, el cónsul general de España en Múnich, Enrique Iranzo, y el consejero laboral de la Embajada de España en Berlín, Julián Aguirre, así como el iniciador del proceso de hermanamiento, Antonio Fernández, entre otras personalidades.
Ulrich Maly, al dirigirse a la delegación española, dijo que era para su ciudad un gran orgullo la relación de hermandad comenzada con la ciudad de Córdoba, subrayando el paralelismo de ambas ciudades en la defensa de los derechos humanos.
En las palabras que el alcalde de Córdoba dirigió a los asistentes al acto, tras firmar el protocolo, se refirió a esa ciudad andaluza, Patrimonio de la Humanidad, como un lugar de encuentro de culturas y pueblos en la que la tolerancia, el diálogo y el respeto mutuo marcaran la convivencia de sus habitantes a lo largo de siglos, mencionando también el protagonismo de su arte y cultura, sus pensadores y científicos, en la evolución de Europa como hoy se conoce. Dijo también sentirse orgulloso de que Córdoba pudiese formar parte de la gran familia de ciudades hermanadas con Núremberg, y que no dudaba que juntos podrían dar un renovado impulso a la lucha por los valores democráticos, la igualdad, la paz y la justicia.
Terminó agradeciendo al regidor alemán su apoyo a la candidatura de Córdoba como Ciudad de la Cultura 2016, una ciudad que seguiría siendo en el futuro un referente de tolerancia, convivencia y de entendimiento entre los pueblos.
También el Centro Español de Núremberg apoya ese empeño pues, según su presidente, por su pasado histórico, su presente y perspectivas de futuro, Córdoba sería una ciudad privilegiada para ostentar el título de Ciudad de la Cultura 2016.
