EL PRESIDENTE DEL CGCEE REPROCHA A JÁUREGUI QUE “NI SIQUIERA ACUSASE RECIBO” DE LOS ESCRITOS QUE LE ENVIARON
Francisco Ruiz: “Cómo un partido puede decir que ha ganado cuando hemos perdido la ciudadanía”
Para el presidente del Consejo General de la Ciudadanía Española en el Exterior (CGCEE), Francisco Ruiz, los resultados de participación de los residentes en el exterior en las elecciones autonómicas, por debajo del 4%, confirman lo anunciado por el CGCEE: “Una catástrofe democráticamente hablando”.
Para el presidente del Consejo General de la Ciudadanía Española en el Exterior (CGCEE), Francisco Ruiz, los resultados de participación de los residentes en el exterior en las elecciones autonómicas, por debajo del 4%, confirman lo anunciado por el CGCEE: “Una catástrofe democráticamente hablando”.
“Nos han quitado derechos constitucionales que durante años han aumentado la participación de los españoles en el exterior. Esta Ley Electoral, que ya no sé cómo calificar, es un atropello, un ninguneo a los ciudadanos españoles que residen en el exterior”, declara.
Una ley sin cumplir
Reprocha al ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui, que “ni siquiera acusase recibo” de los escritos que desde algunos organismos de la emigración, como el Consejo de Residentes Españoles (CRE) de Bruselas, que preside, le remitieron cuando se tramitaba la reforma legal. También que no haya procurado que el CGCEE fuese escuchado en el Congreso anualmente, como dice el Estatuto de la Ciudadanía Española en el Exterior, “una ley que aprobaron por unanimidad los propios partidos que después quitaron esos derechos”. “Eso resta importancia al Consejo”.
“¿Cómo se han atrevido los parlamentarios a quitar derechos a 1.400.000 españoles?”, se pregunta. “Se sabía que el voto rogado era la muerte del voto del exterior para el futuro”, mantiene y dice no entender las expresiones de triunfo de los partidos políticos respecto al resultado entre este colectivo, incluida “la alegría de mi propio partido [PSOE] de que hemos ganado las elecciones en el exterior”. “Cómo un partido puede decir que ha ganado cuando hemos perdido la ciudadanía. Hemos perdido el derecho a expresarnos en las municipales, que no digan que votamos donde vivimos, que también por eso hemos luchado, y qué pasa con los españoles que viven en países en los que no pueden votar y también se les ha quitado ese derecho ciudadano y lo han hecho sin que ni siquiera podamos tener representación en el Congreso y en el Senado”, plantea.
Recuento
Por otra parte, Ruiz cree que el artículo 75 de la ley resultante de la reforma no se ha aplicado con rigor, en tanto que el voto del exterior ha vuelto a ser recontado por separado del interior y después de que se conociesen los resultados de este último, en lugar de un único recuento que no identificase sus resultados de forma separada. Duda además de que los plazos permitan la llega de este voto, para el que considera que se ha establecido un recorrido tortuoso para el ciudadano.
Desconfía asimismo de las intenciones declaradas por algunos políticos de estudiar fórmulas para fomentar el voto del exterior, pues no cree que se vaya a “corregir tan rápidamente, tras las primeras elecciones, una ley electoral que ha tardado tres o cuatro años en hacerse”.
El voto en urna
Además el presidente del CGCEE insiste en que los españoles del exterior no están votando “en urna”, como han dicho los políticos y hemos dado en llamar los medios de comunicación al nuevo sistema. En este sentido recuerda que ya antes se podía depositar el voto en el consulado y, sobre todo, subraya que “el voto en urna no equivale a meter el voto en una cajita”.
“En el auténtico voto en urna lo que ofrece la garantía de la urna es la constitución de una mesa electoral, a la que también se acercan, aunque no forme parte de ella, los representantes de los partidos políticos. Se equivocan y equivocan a la ciudadanía cuando hablan del voto en urna en el sentido que lo están haciendo del voto del exterior. Eso es ridiculizar el acto más importante para un ciudadano, que es votar. Están descalificando el voto en urna cuando lo hacen así”, recrimina.
“Nos han quitado derechos constitucionales que durante años han aumentado la participación de los españoles en el exterior. Esta Ley Electoral, que ya no sé cómo calificar, es un atropello, un ninguneo a los ciudadanos españoles que residen en el exterior”, declara.
Una ley sin cumplir
Reprocha al ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui, que “ni siquiera acusase recibo” de los escritos que desde algunos organismos de la emigración, como el Consejo de Residentes Españoles (CRE) de Bruselas, que preside, le remitieron cuando se tramitaba la reforma legal. También que no haya procurado que el CGCEE fuese escuchado en el Congreso anualmente, como dice el Estatuto de la Ciudadanía Española en el Exterior, “una ley que aprobaron por unanimidad los propios partidos que después quitaron esos derechos”. “Eso resta importancia al Consejo”.
“¿Cómo se han atrevido los parlamentarios a quitar derechos a 1.400.000 españoles?”, se pregunta. “Se sabía que el voto rogado era la muerte del voto del exterior para el futuro”, mantiene y dice no entender las expresiones de triunfo de los partidos políticos respecto al resultado entre este colectivo, incluida “la alegría de mi propio partido [PSOE] de que hemos ganado las elecciones en el exterior”. “Cómo un partido puede decir que ha ganado cuando hemos perdido la ciudadanía. Hemos perdido el derecho a expresarnos en las municipales, que no digan que votamos donde vivimos, que también por eso hemos luchado, y qué pasa con los españoles que viven en países en los que no pueden votar y también se les ha quitado ese derecho ciudadano y lo han hecho sin que ni siquiera podamos tener representación en el Congreso y en el Senado”, plantea.
Recuento
Por otra parte, Ruiz cree que el artículo 75 de la ley resultante de la reforma no se ha aplicado con rigor, en tanto que el voto del exterior ha vuelto a ser recontado por separado del interior y después de que se conociesen los resultados de este último, en lugar de un único recuento que no identificase sus resultados de forma separada. Duda además de que los plazos permitan la llega de este voto, para el que considera que se ha establecido un recorrido tortuoso para el ciudadano.
Desconfía asimismo de las intenciones declaradas por algunos políticos de estudiar fórmulas para fomentar el voto del exterior, pues no cree que se vaya a “corregir tan rápidamente, tras las primeras elecciones, una ley electoral que ha tardado tres o cuatro años en hacerse”.
El voto en urna
Además el presidente del CGCEE insiste en que los españoles del exterior no están votando “en urna”, como han dicho los políticos y hemos dado en llamar los medios de comunicación al nuevo sistema. En este sentido recuerda que ya antes se podía depositar el voto en el consulado y, sobre todo, subraya que “el voto en urna no equivale a meter el voto en una cajita”.
“En el auténtico voto en urna lo que ofrece la garantía de la urna es la constitución de una mesa electoral, a la que también se acercan, aunque no forme parte de ella, los representantes de los partidos políticos. Se equivocan y equivocan a la ciudadanía cuando hablan del voto en urna en el sentido que lo están haciendo del voto del exterior. Eso es ridiculizar el acto más importante para un ciudadano, que es votar. Están descalificando el voto en urna cuando lo hacen así”, recrimina.