Opinión

El último cartucho del PSOE

El último cartucho del PSOE

Achacar la situación actual del PSOE a Pedro Sánchez Pérez-Castejón es algo así como creer que por madrugar amanece más temprano. El problema del PSOE es un problema de identidad. Hilaron tan fino la identidad de izquierda que se diluyó en ese punto fino, tanto, que hasta el PP ve factible un gobierno compartido con ellos porque los ve iguales.
Ese es un gran problema, porque si no eres distinto al Partido Popular, sólo anecdóticamente, tu razón de ser pende de un hilo, el mismo hilo con el que hilvanaron tan finamente su socialdemocracia, su ‘izquierda’ de despacho, su apuesta personal por la hipsterización de la sociedad a partir de buenas intenciones un poco vacías y muy de revista.
Para que nos demos cuenta cuánto se parece el PSOE al PP es suficiente con comprobar que la crisis bancaria privada recibió la misma medicina por parte de ambos. Que los miembros del PP hicieron el mismo uso del matrimonio entre homosexuales que los del PSOE. Que la Ley del Aborto del PP quedó idéntica a la del PSOE. Que sus relaciones internacionales, con países como Bolivia, Ecuador, Brasil, Venezuela o Cuba son idénticamente indolentes, altaneras y soberbias, las lleve un ministro del PP que uno del PSOE… la lista es larga.
Ahora viene Pedro Sánchez y les dice, a los miembros de su partido, que las malas copias, el PSOE, no pueden ser mejor que el original… el PP, por lo tanto toca ser un poco más socialista, un poco más obrero y menos partido español… que para esas dos últimas cosas está el PP armado hasta los dientes.
La pócima mágica del baño de votos no es sencilla. Pedro Sánchez Pérez-Castejón tiene toda la artillería mediática, ‘El País’, en su contra… la otra se da por supuesta. Para que nos demos cuenta de esta deriva del PSOE hacia la derecha una comparación con el diario ‘El País’, sería suficiente, son otros que llegaron desde la atestada autopista de la izquierda a la derecha.
El último cartucho de dignidad que le quedó al PSOE es Pedro Sánchez, no todo es cuestión de votos. Con ese último cartucho lo invitan a suicidarse lacrimógenos y penosos personajes como Felipe González Márquez. No saben que la salida de Sánchez Pérez-Castejón es el acta de defunción de lo único que quedaba vivo del PSOE… la P y la E.