Escasez: el síndrome ‘RCA’

Mientras el Estado español se debilita por la escasez de trabajo, es decir, por un desempleo desbocado, la prensa española a página completa nos cuenta de la escasez de productos básicos en Venezuela.
Toda comparación es odiosa, pero de poco sirve tener que comprar sin tener con qué. La escasez de productos básicos en Venezuela es algo puntual que tiene más que ver con los desarreglos económicos y las ingenierías derivadas de la inflación que de una verdadera escasez de divisas para la importación de materia prima.

Dependemos y erramos
Que Venezuela dependa del exterior para la provisión de artículos básicos no es ni bueno ni malo, es sólo una realidad. En un mundo globalizado nadie se puede autoabastecer, tal vez Albania y su autarquía sea un mal sueño. Industrializar países para evitar importaciones fue una política muy generalizada en la Iberoamérica de los 80, hasta que el neoliberalismo de los 90 arrasó con ese querer y no poder de autoabastecerse de todo a cualquier precio.
La principal fuente de autoabastecimiento son las divisas que genera el Estado por la venta del petróleo y no la inauguración de plantas de mentira como en los tiempos de la IV República. En tiempos de Jaime Lusinchi, el actual presidente de Venamcham, Carlos Enrique Blohm (propietario de Telares Palo Grande), importaba televisores a color a Panamá. Allí los desarmaba y los exportaba por partes a Venezuela, lugar en el que eran montados de nuevo con un sello de ‘Made in Venezuela’ y la marca ‘RCA’. El mayor costo del montaje y desmontaje recaía en el comprador que, eso sí, compra un televisor “y que hecho en Venezuela”.
El mundo es mucho más complicado que todo eso. No se trata de montar fábricas y de decir que Uverito no sustituyó la importación de papel (con máquinas procesadoras y tecnología extranjeras). En los años 40 y 50, en Venezuela, los huevos y la mantequilla venían de Estados Unidos. Ahora Venezuela es otra, con sus carencias pero con millones de dólares que entran fruto de sus exportaciones.